Siete meses para un legionario por insultar en ¨¢rabe a un superior
Los soldados de or¨ªgen marroqu¨ª discreparon sobre el car¨¢cter ofensivo de sus palabras
La justicia militar deber¨¢ incorporar traductores a su plantilla para apreciar el car¨¢cter ofensivo de un insulto en otro idioma. El Tribunal Militar Territorial de Sevilla se ha visto en esa tesitura y ha condenado a siete meses de c¨¢rcel a un legionario de origen marroqu¨ª por insultar en ¨¢rabe dialectal a un suboficial. La sentencia considera probado que el legionario ¡°profiri¨® en varias ocasiones al sargento expresiones que fon¨¦ticamente suenan como tabomdiemak y din dimak y pueden traducirse como tu puta madre y el co?o de tu madre¡±. El legionario, por su parte, aleg¨® que lo que dijo ¡°no es ofensivo, que es como decir cagado o gilipollas¡±.
El incidente fue presenciado por cinco legionarios. Dos de ellos, de origen espa?ol, solo pudieron aclarar que hab¨ªan o¨ªdo ¡°palabras en ¨¢rabe¡±. De los otros tres, de origen marroqu¨ª, uno ratific¨® la traducci¨®n que hace el tribunal; otro declar¨® que lo que oy¨® significa ¡°la religi¨®n de tu madre y que depende c¨®mo se diga es despectivo¡±; y el tercero adujo que ¡°no ve las palabras [pronunciadas por su compa?ero] como un insulto¡±.
Fue este ¨²ltimo quien ofreci¨® el testimonio m¨¢s favorable al acusado, al negar que los dem¨¢s militares intervinieran para separarle del superior. Por el contrario, un sargento asegur¨® que tuvo que intervenir cuando el legionario se abalanz¨® para agredir al suboficial y que del impulso que llevaba [este] cayeron ambos al suelo. ¡°[Fue] como si le pasara un coche por encima¡±, explic¨®.
El incidente se produjo en diciembre de 2014 en el Tercio de la Legi¨®n con base en Ceuta, cuando el superior no hall¨® al legionario en su puesto de guardia. Este aleg¨® que el cabo le hab¨ªa dado permiso para ir a desayunar, lo que su superior neg¨®. Visiblemente alterado, el acusado forceje¨® con sus compa?eros, que lo sacaron a rastras al pasillo, donde este trat¨® de zafarse y volver a entrar en la sala, golpeando la puerta y arrojando un cenicero al suelo. "?Me quer¨¦is buscar la ruina en la compa?¨ªa!", grit¨®, esta vez en espa?ol.
Antonio Su¨¢rez-Vald¨¦s, letrado de la acusaci¨®n particular, considera que los hechos constituyen un delito de maltrato a superior, aunque solo sea en grado de tentativa, y que los militares no deben tolerar ning¨²n tipo de acci¨®n que atente contra su integridad f¨ªsica, "ni amagada ni ejecutada".
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