¡°S¨¦ que ha tenido un coste no callarme ante el secesionismo¡±
El exjefe de la diplomacia pide "hacer pol¨ªtica" y no responder solo con la ley al reto catal¨¢n
Solo 10 d¨ªas despu¨¦s de haber traspasado la cartera de Asuntos Exteriores y Cooperaci¨®n, Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa-Margallo (Madrid, 1944) anda promocionando su ¨²ltimo libro, Europa y el porvenir (Ediciones Pen¨ªnsula), escrito a cuatro manos con el secretario de Estado para la UE, Fernando Eguidazu.
Pregunta. ?Pero Europa tiene porvenir?
Respuesta. Lo tiene que tener, aunque est¨¢ en una encrucijada. Hay quien cree que porque hemos ido demasiado deprisa en la construcci¨®n europea. Mi tesis es la contraria.
P. El Brexit plantea que Europa se puede deconstruir, que el proceso es reversible.
R.? Por eso, o damos un salto adelante o entraremos en una deriva muy complicada. Hay intentos de renacionalizaci¨®n de pol¨ªticas y est¨¢n creciendo los movimientos eur¨®fobos y populistas.
P. ?Qu¨¦ se arrepiente de no haber hecho como ministro de Exteriores?
R. No he tenido tiempo de modernizar el servicio exterior espa?ol, que responde al mundo de hace 50 a?os.
P. ?Y no se arrepiente de no haberse callado en alguna ocasi¨®n?
R. Yo creo que la pol¨ªtica es pedagog¨ªa, los ciudadanos tienen derecho a que los pol¨ªticos les expliquen lo que hacen y yo he intentado cumplir ese deber.
P. ?Nunca le llamaron al orden desde La Moncloa por hablar demasiado?
R. No... Para ser concreto, mi idea de reformar la Constituci¨®n no fue compartida. Rajoy entendi¨® que no era el momento oportuno y no volv¨ª a hablar de ello. He sido osado en los planteamientos, pero disciplinado cuando se ha tomado una decisi¨®n.
P. Durante mucho tiempo usted fue el ¨²nico ministro que hablaba del reto catal¨¢n, la consigna general parec¨ªa ser que hab¨ªa que ignorar el asunto, no entrar al trapo...
R. Lo que me preocup¨® desde el primer momento es que el terreno se dejase libre para que los partidarios de la secesi¨®n pudiesen expandir su relato sin que hubiese uno alternativo que oponerle. Adem¨¢s, el reto catal¨¢n se juega en el exterior, en Naciones Unidas y en la Uni¨®n Europea...
P. ?Pero se sent¨ªa usted respaldado en el Gobierno?
R. Me sent¨ªa respaldado por mi conciencia. Si hubi¨¦ramos sido m¨¢s insistentes no hubiese aumentado tanto el sentimiento separatista y muchos catalanes que se sintieron indefensos se habr¨ªan sentido protegidos. Lo hice, s¨¦ que ha tenido un coste importante, soy perfectamente consciente de ello, pero yo creo que en pol¨ªtica el silencio no es oro, puede parecer aquiescencia. Yo no tengo ning¨²n miedo a defender mis ideas.
P. Usted no era partidario de afrontar el reto catal¨¢n solo con la aplicaci¨®n de la ley.
R. Yo creo que hay que hacer pol¨ªtica. La unidad de Espa?a estar¨¢ mucho m¨¢s asegurada si est¨¢ asentada en los corazones y no solo en la ley.
P. ?Sus divergencias con la vicepresidenta se limitaron al enfoque del reto catal¨¢n?
R. Eso no se lo voy a decir. Son divergencias puntuales y normales en cualquier organizaci¨®n. Yo le he expuesto mis opiniones, que no son de ahora. Corresponde a quien no est¨¦ de acuerdo explicar por qu¨¦. Pero eso no tiene ya la menor importancia. Lo que importa es que el Gobierno acierte.
P. ?Alguna vez se sinti¨® desautorizado desde la vicepresidencia?
R. No directamente. Nunca me llam¨® para decirme que no compart¨ªa mis opiniones.
P. ?Qu¨¦ fue el G-7?
R. Una reuni¨®n de ministros que nos conoc¨ªamos de antes: Pastor, Ca?ete, Arias, Wert, Soria... luego se incorporaron Catal¨¢, Tejerina. Gente con experiencias vitales y afectos compartidos. En una etapa tan dura el poder compartir tu estado de ¨¢nimo con personas que est¨¢n deseando que aciertes es muy gratificante. Eso fue el G-7, nunca ha habido m¨¢s, aunque luego se nos quiso identificar con una especie de logia mas¨®nica.
P. Se dijo que aspiraba a suceder a Rajoy.
R. Eso fue una infamia convenientemente difundida.
P. ?Siente que su amistad con Rajoy se ha deteriorado en estos a?os?
R. Tengo la absoluta esperanza de que no. Me resultar¨ªa muy doloroso que fuera as¨ª.
P. Entre quienes se han alegrado de su cese est¨¢n las autoridades gibraltare?as.
R. No me cabe la menor duda, lo que significa que he acertado, pero creo que es una alegr¨ªa prematura. Estoy seguro de que ning¨²n Gobierno espa?ol desaprovechar¨¢ la oportunidad que el Brexit plantea.
P. ?Donald Trump es un peligro?
R. Claro que lo es. Algunas cosas de las que ha prometido no las puede hacer porque son imposibles. Lo que me asusta es que tanta gente haya apoyado una opci¨®n populista como la que representa.
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