La infancia sin derechos

Los expertos en derechos de los menores coinciden en que la pobreza es el gran reto de la infancia en Espa?a. Uno de cada tres ni?os espa?oles estaba en riesgo de pobreza o exclusi¨®n social en 2015 ¡ª la quinta tasa m¨¢s alta de la Uni¨®n Europea¡ª, seg¨²n los datos publicados esta semana por la agencia comunitaria de estad¨ªstica Eurostat, antes del D¨ªa Universal del Ni?o, que se celebra este 20 de noviembre. En concreto, 2,9 millones de menores de 18 a?os, un 34,4% del total, se encontraba en esta situaci¨®n el a?o pasado, una cota por encima de la media europea (26,9%).?

Son ni?os que no pueden comer carne, pollo o pescado tres veces a la semana, ni mantener la vivienda en una temperatura adecuada. Sus padres tienen dificultad de pagar el alquiler y no pueden afrontar gastos imprevistos, como comprar medicinas para tratar una enfermedad. No tienen tel¨¦fono, ordenador o televisi¨®n en color y, para ellos, las vacaciones no existen. Esos son los indicadores que construyen el perfil de la pobreza infantil en el pa¨ªs.?

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La inversi¨®n p¨²blica en protecci¨®n a la infancia, de 1,3% del PIB, no alcanza la media de los pa¨ªses comunitarios, que se sit¨²a en el 2,4%. La ONG Save The Children denuncia que entre 2014 y 2015 el n¨²mero de ni?os en situaci¨®n de pobreza extrema aument¨® en 80.000. "Nos preocupa que el ajuste fiscal perjudique todav¨ªa m¨¢s a los ni?os. Los pa¨ªses que han tenido ¨¦xito se han tomado la pobreza infantil como un asunto de Estado y lo han corregido en el plazo de una legislatura", afirma Andr¨¦s Conde, director general de la ONG y miembro del comit¨¦ espa?ol de Unicef.

El Congreso de los Diputados aprob¨® en marzo la creaci¨®n de una Comisi¨®n de Derechos de la Infancia y Adolescencia, pero los especialistas y organizaciones cobran un pacto que permitiera aumentar progresivamente la inversi¨®n en protecci¨®n social, hasta llegar a la media europea, y un fondo social para tiempos de crisis. "Es lo que se hizo con las pensiones", explica Pedro Puig, presidente de Aldeas Infantiles.?

Clara Mart¨ªnez, directora de la C¨¢tedra Santander de Derecho y Menores, defiende que hacen falta m¨¢s que pol¨ªticas asistenciales para cambiar ese panorama. "Hay ofrecer protecci¨®n integral a las familias y combinar las ayudas econ¨®micas con pol¨ªticas energ¨¦ticas, urban¨ªsticas, educativas. Es la ¨²nica manera de romper el ciclo de transmisi¨®n de la pobreza", afirma.

"El derecho de ir a la clase no es igual para todos.?La educaci¨®n tiene que ofrecer una soluci¨®n adecuada a cada ni?o. El sistema tiende a echar, por ejemplo, los que tienen discapacidad, trastornos de conducta o dificultad de aprendizaje", afirma Clara Mart¨ªnez.

La jurista y los dem¨¢s expertos hacen hincapi¨¦ en que la garant¨ªa al acceso a un desarrollo educativo integral tiene que ver con el derecho a la convivencia familiar. Aldeas Infantiles denuncia que cerca de 42.867 ni?os no pueden vivir con sus familias por diferentes motivos y un n¨²mero indeterminado est¨¢ en riesgo de perder el cuidado parental. Mart¨ªnez se?ala que la principal dificultad en ese aspecto es que adem¨¢s de la Ley de Protecci¨®n a la Infancia, cada comunidad aut¨®noma tiene sus propias directrices. "No todas son igual de claras y no todas priman el acogimiento por la familia extensa (t¨ªos o abuelos), que ser¨ªa la mejor alternativa", explica.

Mart¨ªnez se?ala la participaci¨®n pol¨ªtica como otros de los derechos olvidados de los menores. La experta defiende que hay que?dar una "autonom¨ªa progresiva" a los peque?os para que tengan posibilidad de actuaci¨®n en los temas que les afectan directamente. En ese sentido, Espa?a avanza en la formaci¨®n ciudadana de los ni?os: 170 municipios participan en el programa Ciudades Amigas de la Infancia, de Unicef, que ense?a a los peque?os a plantear problemas y soluciones en sus comunidades.

Los ni?os y adolescentes se re¨²nen en Consejos de Participaci¨®n para hablar de los temas que consideran prioritarios en sus vidas, como la educaci¨®n. "Lo que m¨¢s nos preocupa es el acoso escolar.?Queremos que se trabaje ese problema no solo en los colegios, sino tambi¨¦n en casa, desde peque?itos, y con los m¨¦dicos, por ejemplo, para saber si un ni?o tiene alg¨²n problema de adaptaci¨®n", pide Edita, de 16 a?os, miembro del Consejo de Castelo, un pueblo gallego.?

En Carbajosa de la Sagrada, en Salamanca, el Consejo Infantil ha logrado que el Ayuntamiento pusiera buzones en los colegios para que los ni?os opinen sobre las decisiones de mejora del pueblo. "Hay que hacer eso porque los pol¨ªticos no se acuerdan de cuando fueron ni?os, entonces no saben que es lo que queremos", dice Andrea, de 11 a?os.?