Cuatro ideas para convertir a Espa?a en un pa¨ªs de innovadores
La inversi¨®n en I+D+i sigue cayendo, a pesar de la recuperaci¨®n de la econom¨ªa. Los expertos reclaman m¨¢s presupuesto, menos burocracia y una educaci¨®n m¨¢s innovadora
¡°Puedo prometerles que Espa?a seguir¨¢ dependiendo del turismo de sol y playa y del ladrillo, y que la inversi¨®n en ciencia e innovaci¨®n prolongar¨¢ su ca¨ªda, a?o tras a?o, hasta que perdamos definitivamente el tren en el que est¨¢n ya subidos Alemania, Jap¨®n, Corea y Estados Unidos¡±. Ning¨²n pol¨ªtico ha dicho tal cosa en campa?a electoral, pero, en honor a la verdad, deber¨ªan haberlo hecho. La necesidad de que exista m¨¢s y mejor I+D+i (investigaci¨®n, desarrollo e innovaci¨®n) para cambiar el anquilosado modelo productivo de este pa¨ªs es algo en lo que insisten todos los partidos, pero que ninguno se ha atrevido a¨²n a llevar cabo. Y vamos a peor. Espa?a es el ¨²nico pa¨ªs de toda la Uni¨®n Europea, junto con Portugal, que acumula cuatro a?os de ca¨ªda en el gasto p¨²blico de I+D (-15%) y seis en el gasto privado (-16%), seg¨²n datos de la Fundaci¨®n Cotec para la innovaci¨®n. Adem¨¢s de la falta de inversi¨®n, la ciencia y la innovaci¨®n espa?olas est¨¢n ahogadas en una interminable burocracia, en la complejidad de un sistema que no ofrece condiciones competitivas para los investigadores y las empresas extranjeras, y en una opacidad y una inestabilidad que lastran la carrera de los m¨¢s j¨®venes.
A?os de palabras vac¨ªas y promesas incumplidas han sumido al sector en un estado de preocupaci¨®n y hast¨ªo. Sin embargo, los expertos consultados por EL PA?S han querido lanzar una serie de propuestas concretas en respuesta a la pregunta de qu¨¦ habr¨ªa que hacer para convertir Espa?a en un pa¨ªs de cient¨ªficos e innovadores, en competencia con las econom¨ªas m¨¢s productivas y competitivas del mundo. Estas no son todas las reformas que son, pero s¨ª son las m¨¢s repetidas.
M¨¢s presupuesto p¨²blico y privado
No es lo ¨²nico que hay que hacer, pero los expertos reconocen que s¨ª es lo primero. La econom¨ªa espa?ola lleva ya tres a?os creciendo, desde mediados de 2013, pero la inversi¨®n en I+D no solo no se ha recuperado, sino que ha ca¨ªdo. En 2014, ¨²ltimo a?o del que existen datos, el PIB espa?ol creci¨® un 1,4% mientras que el gasto en investigaci¨®n cay¨® un 1,5%. ¡°Invertimos en ciencia un 1,25% del PIB, cuando la media europea est¨¢ en el 2%¡±, recuerda Nazario Mart¨ªn, presidente de la Cosce (Confederaci¨®n de Sociedades Cient¨ªficas de Espa?a).
Espa?a acumula cuatro a?os de ca¨ªdas en el gasto p¨²blico y privado en investigaci¨®n y desarrollo
En nuestra dura batalla por alcanzar el tren de la ciencia y la innovaci¨®n, hemos perdido diez a?os de un plumazo: en 2014 est¨¢bamos tan lejos de nuestros colegas europeos como lo est¨¢bamos en 2004. La Cosce reclama un 4% de incremento anual en los presupuestos, y que ese incremento sea ¡°sostenido en el tiempo¡±, dice Mart¨ªn, ya que el gran obst¨¢culo para la investigaci¨®n p¨²blica es que siempre es la primera v¨ªctima cuando aprietan las crisis. Seg¨²n datos de la misma entidad, desde 2009 se han perdido entre 12.000 y 15.000 millones de euros de inversi¨®n en el sistema p¨²blico de I+D+i. La raz¨®n, para los expertos, es simple. ¡°La clase pol¨ªtica dirigente no tiene instalado el chip de que la ciencia y la innovaci¨®n son el motor del progreso y el bienestar¡±, resume Mart¨ªn.
Adem¨¢s, la ciencia es como un enorme e ingrato campo de siembra; puedes cuidarlo, regarlo y abonarlo durante a?os pero, si dejas de hacerlo un mes, se echar¨¢ a perder y te costar¨¢ d¨¦cadas recuperarlo. ¡°Esta debe ser una apuesta p¨²blica. El retorno de la I+D+i no es inmediato ni f¨¢cil de medir¡±, reconoce Jorge Barrero, director general de Cotec.
Este d¨¦ficit de inversi¨®n p¨²blica se corresponde con una ca¨ªda, tambi¨¦n, en la inversi¨®n privada. En 2014, el n¨²mero de empresas que declaraban al INE invertir en innovaci¨®n fueron menos de la mitad que las que dec¨ªan hacerlo en 2008 (de 38.183 a 15.748). ¡°En el tejido industrial espa?ol tienen mucho peso sectores que no tienen necesidad de invertir en investigaci¨®n y desarrollo¡±, explica Barrero, ¡°as¨ª que antes de invertir m¨¢s deber¨ªamos observar qu¨¦ tipo de empresas tenemos. Necesitamos sectores industriales intensivos en conocimiento¡±, a?ade.
Menos burocracia, m¨¢s transparencia
Helena Herrero es presidenta de HP Espa?a y Portugal y de la Fundaci¨®n I+E Innovaci¨®n Espa?a, formada por multinacionales que quieren impulsar la innovaci¨®n en nuestro pa¨ªs. Para ella, la v¨ªa para salir del atasco es evidente: Espa?a debe elaborar un business plan, como el que est¨¢ obligada a desarrollar cualquier gran o peque?a empresa. Ese plan de negocio debe dejar claro d¨®nde queremos llegar a medio y largo plazo y qu¨¦ se necesita para conseguirlo, y debe implicar a todos los actores necesarios para su puesta en marcha, ¡°tal y como desarroll¨® Corea hace a?os¡±, resume Herrera. Y en ese plan ¡°hay que crear un ecosistema favorable a la empresa innovadora¡±, explica. Esto incluye una fiscalidad m¨¢s favorable (mediante cr¨¦ditos, subvenciones y deducciones), la eliminaci¨®n de regulaciones ¡°que provienen del siglo XIX¡±, comenta, la coordinaci¨®n de las distintas administraciones del Estado o la mejora de la seguridad jur¨ªdica para las multinacionales que quieran innovar en Espa?a.
El 65% de los ni?os que estudian ahora Primara trabajar¨¢ en empleos que actualmente no existen
En la ciencia b¨¢sica, los investigadores reclaman que se premie la excelencia investigadora y se recorte la burocracia. Desde el Reino Unido, donde trabaja, Emma Mart¨ªnez S¨¢nchez, directora del Comit¨¦ de Pol¨ªtica Cient¨ªfica de CERU (Comunidad de Cient¨ªficos Espa?oles en Reino Unido) ofrece algunas ideas: ¡°Se requiere de una mayor autonom¨ªa de los centros de investigaci¨®n, universidades y OPI [organismos p¨²blicos de investigaci¨®n] y dotarlos de direcciones cient¨ªficas independientes del ciclo pol¨ªtico, y de planes estrat¨¦gicos a medio y largo plazo, evaluados peri¨®dicamente por paneles externos¡±. Desde su posici¨®n como catedr¨¢tico de Qu¨ªmica Org¨¢nica en la Universidad Complutense de Madrid, Nazario Mart¨ªn reclama, por su parte, que se mejore el proceso de evaluaci¨®n ¡°que ahora es m¨¢s bien de acoso y derribo¡±, y que ha convertido a buena parte de los cient¨ªficos en contables que pasan m¨¢s tiempo rellenando papeles que investigando en sus laboratorios.
M¨¢s debate suscita la carrera funcionarial de los cient¨ªficos. A pesar de que los expertos observan ventajas obvias en este sistema (particularmente, su independencia de los vaivenes pol¨ªticos) tambi¨¦n creen que es necesario flexibilizar el sistema. ¡°A la pregunta de si es necesario ser funcionario para ser cient¨ªfico, la respuesta es no¡±, resume Mart¨ªn.
Una educaci¨®n innovadora para generar innovadores
Todos de acuerdo: la educaci¨®n debe cambiar, y tendr¨¢ que hacerlo de una forma revolucionaria, radical y profunda. ¡°Tenemos que hacer una reflexi¨®n sobre las consecuencias de la automatizaci¨®n del trabajo¡±, explica Barrero. No se trata ¨²nicamente de que, en un futuro muy pr¨®ximo, los robots reemplazar¨¢n a los obreros, es que la inteligencia artificial va a reemplazar, tambi¨¦n, a muchos trabajadores de cuello blanco. ¡°En un mundo en el que las m¨¢quinas nos desplazan, debemos encontrar parcelas en las que no puedan superarnos,¡± a?ade.
Helena Herrero recuerda un dato que se hizo p¨²blico el pasado a?o en el Foro Econ¨®mico Mundial, en Davos: el 65% de los ni?os que estudian Primaria en estos momentos trabajar¨¢ en el futuro en empleos que ahora no existen. Har¨¢n falta trabajadores emp¨¢ticos, creativos, innovadores y preparados para el cambio, opina Barrero. Adem¨¢s, deber¨¢n aprender a colaborar y a trabajar por proyectos m¨¢s que para una empresa o un jefe en concreto, a?ade Herrero, que cree que ¡°todas las carreras¡± en la universidad, a d¨ªa de hoy, deber¨ªan ense?ar qu¨¦ es y cu¨¢les son las consecuencias de la digitalizaci¨®n.
¡°La clase pol¨ªtica dirigente no tiene instalado el chip de que la ciencia y la innovaci¨®n son el motor del progreso y el bienestar¡±
Nazario Mart¨ªn, presidente de la Cosce
Los expertos creen que una estrategia dirigida a fomentar la preparaci¨®n de los futuros innovadores debe comenzar en Primaria, ya que los datos demuestran que los bajos resultados que llevan al abandono escolar se producen ya en esta primera etapa. Y, por supuesto, la reflexi¨®n debe llegar a la universidad, que si quiere formar innovadores debe ser innovadora en s¨ª misma. ¡°Tiene que reinventarse¡±, dice, sin atajos, Mart¨ªn.
La innovaci¨®n en el coraz¨®n del sistema: compra p¨²blica innovadora
Cuenta Jorge Barrero que la historia reciente de la tecnolog¨ªa ha demostrado que la llamada compra p¨²blica innovadora es ¡°el mecanismo m¨¢s transformador que tienen las administraciones p¨²blicas en sus manos¡±. El reloj se perfeccion¨® en la ¨¦poca de los grandes navegadores, cuando las naciones invert¨ªan en la conquista del mar y de otros continentes, y fue otra conquista, la de la Luna, la que vio nacer el programa Apolo, que compr¨® y encarg¨® tecnolog¨ªa que despu¨¦s gener¨® todo un sector, el aeroespacial, que ahora es una de las principales industrias de EE UU. No se trata de que el Estado subvencione la innovaci¨®n, sino de que cumpla su papel como tractor, y cree tecnolog¨ªas y hasta sectores que a¨²n no existen. ¡°Es la intervenci¨®n estatal que menos distorsiona las reglas del juego¡±, opina Barrero, ¡°ya que la empresa tiene un cliente, no un financiador¡±.
La UE comenz¨® a hablar de las compras p¨²blicas innovadoras en 2003, pero en Espa?a no solo tard¨® en imponerse esta pr¨¢ctica sino que estuvo prohibida hasta 2008. Hasta entonces se consideraba que la compra p¨²blica deb¨ªa optar siempre por el producto probado, no por el nuevo. Ahora, seg¨²n c¨¢lculos de Cotec, se gastan unos 300 millones de euros anuales en este tipo de compra, ¡°una cantidad insuficiente¡±, opina Barrero. Su organizaci¨®n est¨¢ intentando tambi¨¦n trasladar este concepto a las grandes empresas.
La importancia de medir lo que nadie puede medir
Estamos en un mundo vulnerable, complejo y ambiguo, describe Helena Herrero. Y en este mundo tan complicado y cambiante, quiz¨¢ una de las cosas m¨¢s importantes de medir sea, precisamente, lo que no se puede medir. ?Cu¨¢l es el valor de los m¨¢s de mil millones de usuarios que tiene Facebook? ?O de la marca de Apple? ?O del 'big data' que acumula Google sobre casi todos los aspectos de nuestra vida? ?O del talento de los empleados de cualquier start-up que trata de salir adelante solo con ideas y creatividad?
Jorge Barrero cree que el gran desaf¨ªo del sector financiero espa?ol es aprender a valorar los intangibles que, en algunas econom¨ªas como la del Reino Unido o EE UU, suponen hasta el 60% de la inversi¨®n empresarial. En Espa?a, la cifra es a¨²n peque?a: tan solo un 34% de la inversi¨®n empresarial se produce actualmente en activos intangible.
Se trata de valorar la informaci¨®n que est¨¢ digitalizada, las bases de datos, los conocimientos, los procesos, la formaci¨®n, el talento, la creatividad... ¡°M¨¢s de la mitad del valor de la econom¨ªa global ya es intangible¡±, explica Barrero. ¡°Las grandes entidades financian proyectos que pueden medir, pero es urgente que aprendan a medir lo que no se puede tocar¡±.
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