Iglesias ve in¨²til apelar al ¡°concepto burgu¨¦s de clase media¡± y reivindica lo pol¨ªticamente incorrecto
El l¨ªder de Podemos: ¡°Ganamos solo si somos capaces de politizar el orgullo de lo popular¡±
El l¨ªder de Podemos, Pablo Iglesias, escenific¨® este jueves su oposici¨®n frontal al resto de formaciones pol¨ªticas y reivindic¨® la opci¨®n de ser pol¨ªticamente incorrecto en su actividad institucional. Un d¨ªa despu¨¦s de que el grupo de Unidos Podemos se negara a participar en el minuto de silencio convocado en el Congreso por la repentina muerte de la exalcaldesa de Valencia Rita Barber¨¢ ¡ªlo que le vali¨® las cr¨ªticas de todos los partidos, incluso de alguna fuerza aliada como Comprom¨ªs¡ª Iglesias demostr¨® que su proyecto se sit¨²a en otro terreno de juego. Su idea de Podemos tiene en esta fase poco que ver con la actividad legislativa y mucho con la presi¨®n social contra los que considera ¡°poderes f¨¢cticos¡±, sean pol¨ªticos, econ¨®micos o medi¨¢ticos. Lo llama ¡°cavar trincheras en la sociedad¡±: una estrategia que quiere utilizar para alentar movilizaciones apelando incluso a las categor¨ªas de clase, una idea a la que su partido siempre hab¨ªa recurrido con muchas cautelas.
La fotograf¨ªa de la noche de este jueves sirvi¨® de alguna manera para visualizarlo. Iglesias present¨® junto al diputado de Podemos y sindicalista del SAT Diego Ca?amero un libro escrito por el rapero Ricardo Romero, Nega, y la polit¨®loga Arantxa Tirado. El t¨ªtulo, La clase obrera no va al para¨ªso (Akal), es un gui?o al cine del director italiano Elio Petri, autor de La clase obrera va al para¨ªso. Sus autores denunciaron la actitud de la izquierda tradicional y acad¨¦mica desde la Transici¨®n y la izquierda ¡°posmoderna¡± que reh¨²ye el conflicto social y evita llamar a las cosas por su nombre.
Iglesias reivindic¨® la noci¨®n de orgullo popular y lo present¨® como la herramienta m¨¢s ¨²til para ganar, un planteamiento que choca con el proyecto defendido por su n¨²mero dos, ??igo Errej¨®n, no tanto en el objetivo sino en el m¨¦todo, y se sit¨²a m¨¢s cerca de Izquierda Unida. ¡°Ganamos solo si somos capaces de politizar el orgullo de lo popular, y eso implica ser pol¨ªticamente incorrecto¡±, afirm¨®. Defendi¨® la decisi¨®n de ausentarse del minuto de silencio por el fallecimiento de Barber¨¢ como un ejemplo de esa actitud. ¡°Esto que hemos hecho ha merecido un linchamiento medi¨¢tico un¨¢nime¡±, consider¨®. No obstante, se mostr¨® seguro de que la sensibilidad popular aplaudi¨® ese gesto. ¡°Claro que es arriesgado, que incluso los viejos progresistas de siempre te digan ¡®os hab¨¦is pasado¡¯ es un riesgo¡±, continu¨®. Pero avis¨® de que no renunciar¨¢ a este tipo de comportamiento porque, asegur¨®, su objetivo final consiste en ¡°generar un nuevo sentido com¨²n¡±.
Con este prop¨®sito, Iglesias defendi¨® tambi¨¦n su idea de ¡°transversalidad¡±, una categor¨ªa a la que suele recurrir Errej¨®n para describir su plan, para darle otro significado. ¡°Esa tensi¨®n solo la podremos resolver si apostamos por una noci¨®n de transversalidad que se construya en lo popular, porque si se reconstruye en el concepto burgu¨¦s de clases medias, ah¨ª no podemos ganar. Nos gana cualquiera, y nos gana Ciudadanos¡±, se?al¨®. "Si pensamos que la disputa de la centralidad est¨¢ en quitar la clase media a los que la ten¨ªan creo que nos equivocaremos".
¡°La clase obrera es como Terminator, siempre vuelve¡±, dijo Nega. Esta resurrecci¨®n qued¨® reflejada, en su opini¨®n, con la victoria de Donald Trump en las elecciones de EE UU, en Francia (con el auge de Marine Le Pen) y en el triunfo de Ciudadanos, hace un a?o, en los municipios del cintur¨®n metropolitano de Barcelona. Iglesias avala ese planteamiento, por eso advirti¨® de que su trabajo en la pr¨®xima fase consistir¨¢ en ¡°politizar¡± a los sectores sociales que todav¨ªa no lo est¨¢n. Lo har¨¢ en las movilizaciones y manteniendo la misma actitud en el Parlamento.
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