La ruleta de la historia
Se anuncia el estreno de 'Los ¨²ltimos de Filipinas', pel¨ªcula sobre el desastre colonial del '98
Se anuncia el estreno de Los ¨²ltimos de Filipinas, pel¨ªcula sobre el desastre colonial del 98, remake de otra de la posguerra a cuyo ¨¦xito contribuyeron el buen guion y la mejor canci¨®n, escritos por Enrique Llovet. Era una recreaci¨®n de la defensa interminable por un pu?ado de hombres de la iglesia-fort¨ªn de Baler, incluso cuando la soberan¨ªa espa?ola ya no exist¨ªa.
La guerra hab¨ªa terminado con una derrota pero en apariencia se salv¨® el honor. As¨ª se vivi¨® el episodio en 1899, y en 1945 con el pel¨ªcula. Hasta que un investigador prob¨® que detr¨¢s de ese pu?ado de h¨¦roes se encontraban los verdaderos ¨²ltimos de Filipinas, los trece mil soldados que el Ej¨¦rcito abandon¨® al rendirse y que como kastilas sufrieron toda suerte de penalidades, esclavitud incluida. Al ser repatriados quedaban seis mil.
Adem¨¢s, su tr¨¢gica peripecia revel¨® el comportamiento de los mandos militares, impresentable en todos los ¨®rdenes, desde el fusilamiento de Rizal al pago vergonzante de una gran suma al insurrecto Aguinaldo, quien la utiliz¨® para reemprender la lucha, sin olvidar al jefe de la escuadra que se retir¨® del combate por ¡°una contusi¨®n¡± que le dio fiebre. No es an¨¦cdota: del desastre protagonizado surge el corporativismo militar encabezado por Franco.
El falseamiento de la historia tiene siempre un precio, sea su eliminaci¨®n como medio para entender el pasado, sea su empleo desde sesgados planteamientos ideol¨®gicos. Lo mostr¨® hace poco el comentario de un preboste nacionalista vasco sobre esa guerra de la Independencia de 1808 que, a juicio de alg¨²n historiador, y en contra de toda prueba documental, nunca existi¨® salvo como mito. Aquel que siga el dictado de la historia, se convierte as¨ª en un espa?olista despreciable: a la versi¨®n hist¨®rica secesionista, le viene bien que no existiera esa guerra, signo inequ¨ªvoco de presencia de la odiada naci¨®n espa?ola. Rid¨ªculo pero eficaz. La desmitificaci¨®n enga?osa vende.
El bloqueo de la comprensi¨®n tambi¨¦n interviene en otras cuestiones relevantes, tales como el papel desempe?ado por el anarquismo en los a?os 30. Por una parte, resulta infravalorada su dimensi¨®n ut¨®pica, antropol¨®gicamente revolucionaria; por otra, incluso para reconocidos especialistas, es limitado el alcance de su violencia: el anarquismo habr¨ªa sido ¡°m¨¢s que pistolas y bombas¡±. En efecto, fue mucho m¨¢s: seg¨²n ilustra la autobiograf¨ªa completa de su cerebro insurreccional, Juan Garc¨ªa Oliver, su FAI declar¨® desde el primer momento, 1 de mayo del 31, una guerra a tiros a la Rep¨²blica que ¡°la impidi¨® afianzarse¡± y, ya en el 36, instaur¨® un terrorismo criminal. Conviene preguntarse siempre por ¡°los verdaderos ¨²ltimos de Filipinas¡±.
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