En la c¨¢rcel pese a no estar en Espa?a el d¨ªa del delito

Raim Memet es un rumano de 25 a?os al que la polic¨ªa espa?ola detuvo el pasado 9 de diciembre. Le acusaban de robo con violencia. Una mujer a la que hab¨ªan tirado al suelo y golpeado para quitarle un tel¨¦fono m¨®vil durante la noche del 23 de noviembre, en el portal de su casa del centro de Madrid, le hab¨ªa reconocido en los ¨¢lbumes fotogr¨¢ficos de la polic¨ªa como su agresor.

Pero Memet no estaba en Espa?a ese d¨ªa. Estaba viajando de Ruman¨ªa a Espa?a, como acreditan un billete de autob¨²s aportado por una compa?¨ªa de transporte y las im¨¢genes de seguridad de la estaci¨®n de M¨¦ndez ?lvaro, que recogen en im¨¢genes su llegada a Madrid junto a su mujer un d¨ªa despu¨¦s de la noche en la que se cometi¨® el delito.

A pesar de ello, Memet sigue a¨²n en prisi¨®n. De fondo hay dos problemas. En primer lugar, la importancia judicial que se otorga a los reconocimientos que hacen los testigos y las v¨ªctimas de un delito a pesar de sus ampl¨ªsimos m¨¢rgenes de error.? La psicolog¨ªa del testimonio ha estudiado a fondo los problemas que plantean estas identificaciones como prueba en el proceso penal. Margarita Diges, catedr¨¢tica de la Memoria de la Universidad Aut¨®noma de Madrid, se?ala que los m¨¢rgenes de error son del 28% cuando el culpable est¨¢ en la rueda de reconocimiento y del 50% cuando no est¨¢. Es decir, la mitad de las veces en las que el culpable no est¨¢ en la rueda, un inocente es reconocido como delincuente.

Por otro lado est¨¢ la falta de diligencia de la justicia para, cuando aparecen indicios de que puede haber un inocente en la c¨¢rcel, actuar de inmediato. Los patrones en este tipo de casos se repiten sin que se adopte ninguna medida. Cuando la persona adem¨¢s no tiene recursos y ha sido detenida con anterioridad, nadie parece tener prisa por aclarar los hechos.

La v¨ªctima del violento robo, de 22 a?os, hab¨ªa descrito a su agresor como ¡°un var¨®n de 30 a?os aproximadamente, de tez morena, posiblemente de nacionalidad rumana, calvo y que vest¨ªa completamente de negro¡±, seg¨²n consta en el primer atestado policial. Cuando fue a poner la denuncia, se?al¨® sin embargo que no era calvo sino ¡°de pelo muy corto y negro, ojos oscuros y piel oscura, entre 1,55 y 1,60¡±.

Dos d¨ªas despu¨¦s del robo le mostraron en comisar¨ªa una composici¨®n con nueve fotograf¨ªas entre la que estaba Memet. El rumano, sin antecedentes penales, constaba en los ¨¢lbumes de la polic¨ªa por tres detenciones previas que por el momento no han acabado en condena. La mujer le reconoci¨® ¡°sin ning¨²n g¨¦nero de dudas ni error posible¡±.

El 9 de diciembre fue detenido. Al d¨ªa siguiente, el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 41 de Madrid dict¨® el auto de prisi¨®n provisional comunicada y sin fianza basada en el reconocimiento de la v¨ªctima. El abogado de oficio de Memet, Xabier Etxebarria, aport¨® la lista de pasajeros del autob¨²s procedente de Ruman¨ªa que lleg¨® a Madrid el d¨ªa 24 a las 12.30, de la empresa Saiz Tours, donde constaban como viajeros Memet, su mujer y un amigo suyo, con sus asientos respectivos. El auto de prisi¨®n del juzgado hizo caso omiso del listado; ni menciona su existencia.

El caso pas¨® despu¨¦s al juzgado n¨²mero 54. El 14 de diciembre, el abogado de Memet pidi¨® con car¨¢cter urgente su puesta en libertad y el sobreseimiento libre del caso sobre la base del listado de viajeros. Se ped¨ªa adem¨¢s en este mismo escrito que se oficiara al director de seguridad de la Estaci¨®n Sur para que entregara al juzgado las im¨¢genes de la llegada del autob¨²s procedente de Ruman¨ªa a M¨¦ndez ?lvaro el 24 de noviembre, en las que aparecen Memet, su mujer y su amigo. Solicitaba tambi¨¦n que se pidieran a la empresa de transporte los billetes de autob¨²s adquiridos en Ruman¨ªa.

Dos testigos

Al no estar recabadas estas pruebas para la vistilla convocada para el d¨ªa 19, el letrado intent¨®, sin ¨¦xito, que testificara la esposa de Memet, quien le acompa?aba en el viaje, y un trabajador de la ONG Futuro Cierto, Pablo Hern¨¢ndez Rom¨¢n, que puede identificar a Memet y a su mujer en las im¨¢genes de las c¨¢maras de seguridad de la Estaci¨®n Sur del 24 de noviembre. Ambos testigos esperaban fuera de la sala donde se celebr¨® la vistilla. No se les escuch¨®.

Hern¨¢ndez conoce bien a este matrimonio, desde hace m¨¢s de un a?o. La pareja de rumanos no tiene hogar y viven en la calle. ¡°Nosotros les hacemos un seguimiento, les ayudamos con comida, ropa y mantas, y sabemos cuando se van fuera de Madrid porque dejan de venir a pedir ayuda", explica. "En el caso de Memet, sab¨ªamos que ¨¦l y la mujer se hab¨ªan ido a Ruman¨ªa y conoc¨ªamos el d¨ªa que regresaban a Madrid. ?l no ha podido cometer el delito porque no estaba en Espa?a¡±.

La magistrada del juzgado 54, en su resoluci¨®n, respondi¨® que en el listado de pasajeros aparece un Raim Memet, pero ning¨²n n¨²mero de documento de identidad, por lo que no se puede concluir que el viajero sea ese Raim Memet (ninguna alusi¨®n a que iba acompa?ado de su esposa y de un amigo, lo que tambi¨¦n consta en los archivos de Saiz Tours), no argumenta nada sobre la petici¨®n de que se oficie a la Estaci¨®n Sur de autobuses para comprobar las im¨¢genes de las c¨¢maras de seguridad, no dice nada sobre los posibles testigos y resuelve mantener la prisi¨®n asegurando que los robos con violencia como el que se est¨¢ investigando son de los que generan "grave alarma social¡±.

El abogado interpuso un recurso de reforma ante el juzgado el 20 de diciembre en el que vuelve a pedir que se oficie a Saiz Tours para que env¨ªe el billete de Memet y a la Estaci¨®n Sur para que aporte las im¨¢genes de las c¨¢maras de seguridad. Al d¨ªa siguiente, finalmente, el juzgado libr¨® los oficios.

¡°?Es posible que Raim Memet supiera al ser detenido que justo en ese autob¨²s viajaba otra persona con su mismo nombre?", se pregunta su letrado, Etxebarria. "No parece que tenga ning¨²n sentido. Aparte de que hay testigos y pruebas claras como las im¨¢genes de la Estaci¨®n Sur que demuestran sin lugar a dudas que este hombre no estaba en Espa?a ese d¨ªa. Lo que no se entiende es que se tenga a una persona en la c¨¢rcel con estos indicios y que nadie tenga prisa por confirmar lo que venimos exponiendo desde el primer d¨ªa".

La identificaci¨®n llevada a cabo tras un reconocimiento fotogr¨¢fico, como en este caso, plantea el problema de que en la rueda de reconocimiento el testigo puede no estar se?alando ya a qui¨¦n recuerda como delincuente, sino al que previamente ha reconocido en esa primera foto.