La Galicia sumergida aflora por la sequ¨ªa ins¨®lita
La comunidad est¨¢ en prealerta y los embalses rondan el 45% de su capacidad por la escasez de lluvias
Alguien ha puesto unos claveles a los pies del roble de los ahorcados. El ¨¢rbol imponente ha quedado al descubierto en medio de un pedregal desolado porque el embalse de Portodemouros (Agolada, Pontevedra) se est¨¢ quedando seco. Dicen algunos en la zona que este carballo de recias ramas que todav¨ªa se aferra al suelo del fondo del pantano (como si en ello le fuese la vida que perdi¨® con la inundaci¨®n, en 1967) fue escenario de varios sucesos funestos. Como su propia leyenda, a su alrededor todo ser¨ªa hoy muerte, si no fuese por la cantidad de curiosos que se acercan estos d¨ªas a explorar las ruinas del vecino pueblo de Marquesado, peque?o pero se?orial, a juzgar por los muros, los pilares y los dinteles de piedra que han emergido con el largo periodo de sequ¨ªa que atraviesa Galicia.
Las dos demarcaciones hidrogr¨¢ficas gallegas (Galicia Costa y Mi?o-Sil) est¨¢n en prealerta, con los embalses en una media del 45% de su capacidad. El organismo responsable de la gesti¨®n y el control del agua en la Xunta (Augas de Galicia), tambi¨¦n ha mandado un aviso a empresas y particulares para que ¡°extremen el consumo responsable¡±. Y, mientras tanto, los pueblos ahogados durante la dictadura recobran la vida los fines de semana con los vecinos que vuelven y los turistas que acuden a fotografiar la dram¨¢tica estampa. Decenas de aldeas, carreteras, puentes, vi?edos, peces asfixiados y restos prehist¨®ricos como castros y petroglifos ven la luz bajo un cielo sin nubes mientras otra Espa?a se inunda.
El embalse de Fervenza, entre los municipios coru?eses de Mazaricos, Vimianzo, Dumbr¨ªa y Zas ronda el 20% de su capacidad. En siete meses de escasas precipitaciones, el agua no ha hecho m¨¢s que bajar hasta dejar al aire la forma circular de un enterramiento megal¨ªtico en Ba¨ª?as (Vimianzo) que a pesar del tiempo que ha estado sumergido conserva en pie algunas piedras del dolmen que lo coronaba.
El embalse de Belesar, el m¨¢s extenso del Mi?o, tambi¨¦n ha dejado al aire en Chantada (Lugo) los seculares bancales del fondo del valle en la Ribeira Sacra, una t¨¦cnica de cultivo de la vid que se fund¨® en tiempos del Imperio Romano. Los caldos eran exportados en ¨¢nforas elaboradas con la f¨®rmula artesana que hoy mantiene viva el ¨²ltimo alfarero de Gundiv¨®s (Sober, Lugo). Y probablemente se dedicasen al vino algunos de los hombres que habitaron un poblado m¨¢gico, castre?o y luego medieval, que tambi¨¦n ha salido a flote. Es Castro Candaz (Chantada), una de las mayores reliquias de esta Galicia bajo el agua dulce. La cima afloraba los veranos pero no se pod¨ªa llegar. Sin embargo, esta vez el nivel ha bajado tanto que ha emergido el istmo que lo comunicaba. Los vecinos de la zona temen que el aluvi¨®n de visitas acabe por derruir unos muros milenarios que el agua preserv¨®.
Tras el verano m¨¢s seco desde 1981 y un oto?o, seg¨²n la Agencia Estatal de Meteorolog¨ªa, con un 40% menos de lluvias que la media hist¨®rica, en invierno tampoco ha llovido. En la otra punta del mismo embalse de Belesar, casi al 25% de capacidad, el viejo pueblo de Portomar¨ªn, desaparecido en 1963 de la mano de Fenosa, ha salido a saludar con su puente, sus caminos y los nichos del camposanto en perfecto estado.
A la vista de los restos emergidos, en Aceredo (Lobios, Ourense) la gente desarraigada de sus casas a¨²n recuerda c¨®mo tuvo que trasladar la iglesia y desenterrar a sus muertos durante los d¨ªas de crecida, cuando la hidroel¨¦ctrica lusa EDP cerr¨® las compuertas en 1992 para cumplir un viejo acuerdo entre Franco y Salazar que aneg¨® en el silencio cinco pueblos. Hace falta que el embalse de Lindoso ronde el 20% para pasear, como ahora, de nuevo entre las casas. Siguen en pie algunos postes de la luz. Pero el valle ya no es f¨¦rtil como antes.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Lluvia
- Energ¨ªas renovables
- Cambio clim¨¢tico
- Precipitaciones
- Galicia
- Obras p¨²blicas
- Problemas ambientales
- Meteorolog¨ªa
- Historia contempor¨¢nea
- Energ¨ªa el¨¦ctrica
- Melide
- Urbanismo
- Historia
- Espa?a
- Pol¨ªtica
- Fuentes energ¨ªa
- Medio ambiente
- Chantada
- Portomar¨ªn
- Agolada
- Embalses
- Centrales hidroel¨¦ctricas
- Sequ¨ªa
- Franquismo
- Provincia A Coru?a