La mexicana acusada de yihadismo ingresa a prisi¨®n sin fianza

La mujer mexicana detenida el lunes en Pinto (Madrid) por presuntamente animar a hacer la yihad femenina ha ingresado a prisi¨®n sin fianza. La juez Carmen Lamela,?de la Audiencia Nacional,?que tambi¨¦n envi¨® a la c¨¢rcel a su esposo en 2016 por supuesta captaci¨®n de terroristas, ha considerado que hay riesgo de fuga, de que destruya pruebas y de que repita el delito del que se le acusa, por lo que ha dictado su encarcelamiento preventivo.

La juez acusa a Ana Maril¨² Reyna Castillo, convertida al islam con el nombre de Hajar, de?"labores de enaltecimiento, adoctrinamiento y captaci¨®n propios del Daesh" (acr¨®nimo en ¨¢rabe para el Estado Isl¨¢mico). En su domicilio, seg¨²n el auto, se encontraron dispositivos electr¨®nicos donde hab¨ªa "una serie de audios incitando de manera expl¨ªcita a la yihad y ensalzando la figura del m¨¢rtir". Almacenaba?im¨¢genes de una pistola en una funda para camuflarla de paisano y banderas del Daesh con la leyenda en ingl¨¦s y en espa?ol de "Los Estados Unidos Isl¨¢micos".

Los investigadores tambi¨¦n han hallado im¨¢genes de jinetes en el desierto, en una t¨ªpica representaci¨®n de un?muyahidin o guerrero yihadista, y otras con la representaci¨®n femenina, es decir, una mujer vestida con niqab (prenda que cubre todo el cuerpo y la cara) y en la cabeza atada una cinta con la shahada o declaraci¨®n de la fe.?Hay registro de m¨²ltiples accesos a p¨¢ginas de mujeres musulmanas y?a perfiles de Facebook eliminados por su contenido radical, como el de un grupo armado iraqu¨ª y a otros vinculados a los terroristas nigerianos de Boko Haram.

La juez ha justificado el encarcelamiento de Ana Maril¨² ante la gravedad de los delitos y el riesgo de que se fugue, dado su poco arraigo en Espa?a por tener origen mexicano y facilidad para viajar a Marruecos, de donde es su marido, Aziz Zaghnane, preso desde mayo de 2016. Ella misma ha declarado que no tiene patrimonio en el pa¨ªs, no trabaja y solo tiene conocidos (no amigos). En el auto se indica que en poco tiempo la acusada cambi¨® su vestimenta de tipo occidental por una "con una est¨¦tica rigorista con los preceptos m¨¢s radicales del islam".

La investigaci¨®n ha apuntado que la mujer operaba dentro de un grupo organizado de personas que tienen v¨ªnculos con distintos pa¨ªses. Hajar chateaba con familiares y participaba en chats de grupo acerca del islam, explica el auto, y del an¨¢lisis de dichas conversaciones se desprende la existencia de un grupo concreto "que generalmente se conecta los domingos de cada semana en modalidad de videoconferencia, donde se leen escritos relacionados con la vida del profeta y se lee la sunnah ¡ªque cuenta las costumbres de Mahoma no reflejadas en el Cor¨¢n¡ª". En estos chats, Ana Maril¨² ejerc¨ªa el papel central de lectora, gestionaba la actividad de las reuniones y fiscalizaba la actividad religiosa de los miembros, seg¨²n la juez.