El cu¨¢druple asesino de Pioz busc¨® en Internet ¡°?c¨®mo matar a alguien en tres segundos?¡±
¡°Mira lo que hay. Ahora te toca a ti¡±, dijo Patrick Nogueira a su t¨ªo tras acabar con la vida de su t¨ªa y sus dos primos
El brasile?o Patrick Nogueira tiene 20 a?os y la sensaci¨®n desde los 12 de que algo grave iba a truncar su vida. Su d¨ªa lleg¨® el pasado 17 de agosto, cuando cogi¨® un autob¨²s rumbo a Pioz (Guadalajara) para matar a cuchilladas a sus t¨ªos y primos. No dej¨® lugar a la improvisaci¨®n en su sangr¨ªa. E incluso indag¨® en Internet cu¨¢l era el m¨¦todo m¨¢s r¨¢pido para deshacerse de sus cuatro familiares. ¡°?C¨®mo matar a alguien en tres segundos?¡±, tecle¨® en un buscador, seg¨²n fuentes de la investigaci¨®n. EL PA?S reconstruye con datos in¨¦ditos el salvaje cu¨¢druple crimen que conmocion¨® a Espa?a el pasado verano.
Eran las dos de la tarde del 17 de agosto. Patrick cruza la puerta del chal¨¦ 594 de la urbanizaci¨®n La Arboleda de Pioz, donde residen su t¨ªo Marcos Campos y su esposa Janaina Santos. La pareja tiene dos hijos de dos y cuatro a?os. Todos son de origen brasile?o.
Janaina esta sola con los ni?os. Patrick se come con ellos las dos pizzas que lleva y ofrece a la mujer ayuda para fregar los platos. Es la excusa para acuchillarla en la cocina. M¨¢s tarde acaba con la vida de los peque?os. Tambi¨¦n a pu?aladas. ¡°Estaba claro que quer¨ªa matarles antes de llegar a la casa. No pas¨¦ miedo¡±, cont¨® despu¨¦s a los investigadores.
Patrick limpia el chal¨¦ con lej¨ªa para que su t¨ªo, que hasta las diez no llega de trabajar, no sospeche. Primero planea enterrar a su t¨ªa y dos primos con una pala que hab¨ªa comprado por 60 euros. Despu¨¦s, ante la dificultad de cavar en el hormig¨®n, opta por descuartizar y envolver cada cuerpo en cuatro bolsas.
Acaba de fregar el suelo. Son ya las siete de la tarde. Pero todav¨ªa faltan tres horas para que su t¨ªo llegue de trabajar. Dedica el tiempo muerto a enviar selfies y mensajes de WhatsApp a su ¨²nico amigo, Marvin Henriques Correia, de 18 a?os que esta en Brasil. ¡°Cuando dieron las 18.45 horas a¨²n estaba enjuagando el suelo. Estoy feliz¡±, presume ante ¨¦l.
Los psiquiatras describen a Nogueira como un psic¨®pata de manual. Un tipo que no est¨¢ loco y distingue entre el bien y el mal con una frialdad que emula a Javier Rosado, el asesino del juego del rol, que describi¨® en un cuaderno de tres p¨¢ginas los detalles de su crimen de 1994. "Hay que ver lo que tarda en morir un idiota", despreci¨® Rosado en su diario sobre la que denominaba "su presa".
El brasile?o Patrick se muestra inc¨®modo con su amigo Henriques por no haber podido zanjar la matanza en una sola fase. El problema es su t¨ªo, que todav¨ªa est¨¢ en el trabajo. ¡°Llega aqu¨ª a las 22.00. Tengo hambre. Y ese desviado no llega. Est¨¢ todo seco. Y tener que ensuciar de nuevo¡ Volver a partir el cuerpo por la mitad otra vez¡ Meter los ¨®rganos en una bolsa¡ Despu¨¦s limpiar¡.¡±, cuenta a su colega en un WhatsApp. ¡°Espero no fallar matando a ese mierdas¡±, a?adi¨® en otro que llevaba un enlace de la noticia ¡°?Cu¨¢nto tiempo tarda un cuerpo en descomponerse?¡±. Su amigo sigue expectante desde Brasil.
Marcos Campos, su t¨ªo, llega a casa a las 22.15 horas. Y se topa con su sobrino, desafiante. ¡°Mira lo que hay... Ahora te toca a ti¡±, le dice, seg¨²n ha podido saber este peri¨®dico. Despu¨¦s, le acuchilla en el pasillo. ¡°Al menos mi t¨ªo es m¨¢s ligero que su mujer. Mujer gorda de la porra. Cre¨ªa que era un hombre. Jajaja¡±, reporta a su amigo.
"Si me detuvieran aqu¨ª no me importar¨ªa"
"Volver a partir el cuerpo por la mitad otra vez¡ Meter los ¨®rganos en una bolsa¡ Despu¨¦s limpiar...", se quej¨® el asesino a su amigo
El joven pasa la noche de la sangr¨ªa en el chal¨¦, descansando y despierto. Descarta la idea de huir a las cuatro de la madrugada entre los matorrales. Teme ser descubierto por el guardia de seguridad de la urbanizaci¨®n. Es consciente de lo que ha hecho. Y se muestra preocupado por acabar en una prisi¨®n brasile?a. Vuelve a coger el m¨®vil. ¡°Ah¨ª me violar¨ªan 30 veces. Y despu¨¦s me apagar¨ªan una vela en el culo. Jajaja. Si me detuvieran aqu¨ª no me importar¨ªa¡ Viendo la tele hasta los 80 a?os¡±, le dice a Henriques, con quien ¨Cseg¨²n matiz¨® a las autoridades brasile?as- le un¨ªa desde hace tres a?os una relaci¨®n de amor ¡°pero no de homosexualidad¡±.
Cuando amanece, Nogueira se sube a un autob¨²s rumbo al municipio madrile?o de Alcal¨¢ de Henares, donde comparte piso con una joven brasile?a y dos espa?oles. Llega cargado con una bolsa con llaves, un m¨®vil, guantes, cinta aislante, toallas y telas manchadas de sangre. D¨ªas despu¨¦s se deshace de los utensilios en un contenedor. Los tira en d¨ªas alternos para no despertar sospechas.
Vivir en un piso compartido no era su primera opci¨®n. M¨¢s bien fue la consecuencia del ultim¨¢tum que le dio su t¨ªo Marcos, que amenaz¨® con denunciarle por su situaci¨®n de irregularidad en Espa?a si no abandonaba su casa. Nogueira, Marcos, Janaina y los ni?os hab¨ªan vivido juntos en Torrej¨®n de Ardoz un par de meses antes. Los padres del chaval, residentes en Brasil, quer¨ªan que su hijo cambiara los aires de su ciudad natal de Jo?o Pessoa, en el Estado de Para¨ªba, por el manto protector familiar en Espa?a.
Pero la convivencia con sus t¨ªos fue volc¨¢nica. Seg¨²n declar¨® a la polic¨ªa brasile?a el padre de Janaina, Wilton Diniz, ¡°sab¨ªamos que Patrick hab¨ªa acuchillado a un profesor en 2013. Y que ten¨ªa comportamientos raros [con Janaina], como ir desnudo por la casa¡±. Un dato que se suma a la clave aportada a los investigadores por un exjefe de Marcos. En su opini¨®n, su empleado ¡°estaba desquiciado y pensaba de forma obsesiva que su esposa le estaba siendo infiel con su sobrino Patrick¡±.
"No fue un impulso. Lo medit¨¦ unos d¨ªas antes", confes¨® el criminal a los investigadores.?
Huida a Brasil
Los cad¨¢veres fueron encontrados un mes despu¨¦s. Y dos d¨ªas m¨¢s tarde del hallazgo, Nogueira puso tierra de por medio. Cogi¨® un vuelo rumbo a Brasil. El chal¨¦ de sus t¨ªos se hab¨ªa transformado en un monumental plat¨® de televisi¨®n. Y todas las miradas apuntaban a ¨¦l, un veintea?ero con gorra que jugaba al f¨²tbol en el Torrej¨®n de Ardoz y pasaba las tardes enganchado al videojuego Call of Duty.
Patrick solo se despidi¨® en Espa?a de Borja, el hombre que le hab¨ªa alquilado la habitaci¨®n. ¡°Estoy en Brasil. Mi t¨ªo ha sido asesinado¡ La prensa dice que soy yo¡ Perdona por no haberte avisado¡¡±, escribi¨® en un WhatsApp desde su ciudad natal, Jo?o Pessoa.
Durante su periplo brasile?o, el chaval volvi¨® a quedar con Henriques, a beber y a fumar. Su amigo cont¨® despu¨¦s a la polic¨ªa de este pa¨ªs que respondi¨® a los mensajes del asesino por ¡°curiosidad¡± y porque no quer¨ªa ¡°que Patrick fuera preso¡±. Henriques est¨¢ en libertad sin cargos en Brasil.
Un mes despu¨¦s, el asesino de Pioz regres¨® a Espa?a de forma voluntaria para entregarse a las autoridades. Sigui¨® las indicaciones de su hermana, la abogada Hanna Nogueira Gouveia.
Desde entonces, se encuentra aislado en prisi¨®n provisional por ser el asesino confeso de su t¨ªo Marcos, de su esposa Janaina y de sus dos primos peque?os. El chaval, que est¨¢ defendido por el bufete Garz¨®n Abogados, intentar¨¢ hacer valer su confesi¨®n para ser condenado a 30 a?os de c¨¢rcel y que no se le aplique la cadena perpetua revisable, que implica una revisi¨®n de pena cada 25 a?os.
Nogueira nunca reneg¨® de su matanza. ¡°No fue un impulso. Lo medit¨¦ unos d¨ªas antes¡±.
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