El PP, un mar en calma
?Qu¨¦ ha pasado para que este fin de semana tres hombres millonarios gracias al PP se vayan a la c¨¢rcel y el partido viva su mejor momento?
Durante la intervenci¨®n de Mariano Rajoy en la Caja M¨¢gica, nombre apropiado para una sede pagada con dinero salido de la chistera, se proyect¨® detr¨¢s de ¨¦l un mar en calma que adormec¨ªa pl¨¢cidamente al espectador: de eso se trata siempre Rajoy, es como un orfidal de derechas. Al espectador podr¨ªa sorprenderle en un primer momento, como cuando la semana pasada se anunci¨® un fuerte oleaje en Ourense. Pero aquella maniobra era la met¨¢fora de lo que ha trasladado el PP este fin de semana: una rid¨ªcula cantidad de agua por la que Espa?a navega en paz como un barco fantasma. ?Qu¨¦ ha pasado entonces para que en el mismo fin de semana tres hombres millonarios gracias al PP se vayan trece a?os a la c¨¢rcel y el partido viva su mejor momento?
Fuera de las ponencias y las votaciones, m¨¢s all¨¢ del congreso en s¨ª, de lo que se hablaba este s¨¢bado en la Caja M¨¢gica era de Vistalegre, lugar de reuni¨®n de Podemos. Hubo un momento especialmente dram¨¢tico cuando un diputado se acerc¨® a la oreja del periodista para decirle, como si fuera la f¨®rmula de la Coca-Cola: ¡°Vistapena¡±. Nunca el debate sobre los l¨ªmites del humor alcanz¨® tal altura (lean el reci¨¦n publicado Maten al humorista de Dar¨ªo Adanti; no lo hagan si Vistapena les hace gracia).
Como en las ¨²ltimas jornadas de Liga, cuando los espectadores ve¨ªan el partido con el pinganillo, los compromisarios segu¨ªan las ¨²ltimas noticias sobre la asamblea de Podemos para confrontar aquello con lo que se estaba viviendo en el PP. Hab¨ªa entre ellos esa alegr¨ªa inconsciente de quienes nunca se echar¨ªan en cara la manera de vestir. De hecho, a los periodistas les sobraba la acreditaci¨®n.
En ese azul en calma a la espalda de Rajoy se asoman hilillos de normalidad, la paciencia y la rutina a la que aspira Rajoy y su equipo en el peor momento de la oposici¨®n. Una normalidad ajena a una vida pol¨ªtica paralela que transcurre en el juzgado y que empieza a cuantificar los a?os de c¨¢rcel de los esc¨¢ndalos del PP. Que en Vistalegre el inter¨¦s estuviese en Iglesias y Errej¨®n y que en el PSOE se hable de S¨¢nchez, Patxi y Susana es el mejor ejemplo de la f¨¦rtil teor¨ªa pol¨ªtica de Mariano Rajoy: si quieres ganar espera a que pierdan los dem¨¢s.
Y como todo congreso de un partido en el poder degenera en exaltaci¨®n de figuras y culto a los chicos populares, la Caja M¨¢gica parec¨ªa la zona mixta del Bernab¨¦u m¨¢s que un lugar en el que decidir un rumbo ideol¨®gico. Fue una especie de safari del selfie en el que los compromisarios cazaban Marotos y Levys como si fuesen pok¨¦mons. Si en 2004, en 2008 y en 2015, despu¨¦s de los recortes y los impuestos, le dicen a Rajoy que nunca estar¨ªa m¨¢s c¨®modo en el poder, no se lo creer¨ªa. Traer el mar a Madrid en el ¨¦xtasis de su imperio fue como adoptar un tigre.
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