La Casa del Rey expresa su ¡°respeto absoluto a la independencia del Poder Judicial¡±
Felipe VI ha afrontado la sentencia en un acto p¨²blico en el Museo Thyssen-Bornemisza
La sentencia del caso N¨®os ha llegado este viernes mientras los Reyes asist¨ªan ¡ªjunto al presidente de Hungr¨ªa, J¨¢nos ?der, y su esposa, Anita Herczegh¡ª a la inauguraci¨®n de la exposici¨®n?Obras maestras de Budapest. Del Renacimiento a las Vanguardias en el Museo Thyssen-Bornemisza. La agenda de La Zarzuela ten¨ªa fijado este acto con anterioridad a conocerse que el mismo d¨ªa y aproximadamente a la misma hora, las 12.00, ser¨ªa difundido el fallo de este caso que tantas consecuencias ha tenido para la Corona por sentar en el banquillo a una hermana del Rey, Cristina de Borb¨®n. La Audiencia de Palma ha condenado a I?aki Urdangarin a 6 a?os y 3 meses de c¨¢rcel y ha absuelto a la infanta Cristina. Fuentes de La Zarzuela, mientras los Reyes efectuaban un recorrido por la exposici¨®n, han expresado su "respeto absoluto a la independencia del Poder Judicial".
Durante el acto, los Reyes se han mostrado con naturalidad y a menudo sonrientes. Solo han intercambiado palabras con las autoridades que les esperaban y con los trabajadores del museo, con los que han posado para una foto. A diferencia de otros actos similares, los periodistas no han podido acceder al museo para acompa?arles en su visita a la exposici¨®n. Tras finalizar la visita, han regresado al Palacio de La Zarzuela, donde ofrec¨ªan un almuerzo al presidente h¨²ngaro y su esposa.? ?
El caso N¨®os ha sido el principal problema que ha tenido la Monarqu¨ªa como instituci¨®n en Espa?a desde su restauraci¨®n en 1975, hasta el punto de reducir a la m¨ªnima expresi¨®n el cr¨¦dito que alcanz¨® en 1981, cuando el Rey evit¨® que prosperara la intentona golpista del 23-F, y poner en riesgo su continuidad.
M¨¢s all¨¢ del desgarro familiar, el esc¨¢ndalo de los supuestos negocios irregulares de I?aki Urdangarin efectuados a la sombra de la Corona, a trav¨¦s del Instituto N¨®os, y su procesamiento junto a su esposa, la infanta Cristina, tras ser imputada el 7 de enero de 2014 como supuesta cooperadora necesaria, forz¨® la abdicaci¨®n de Juan Carlos I y ha suministrado abundante y poderosa munici¨®n a los partidarios de la Rep¨²blica.
La s¨®lida imagen que ten¨ªa la Corona como garante de la democracia se difumin¨® con el estallido del caso en noviembre de 2011, cuando se produjo el registro en la sede del instituto. Y se fue rellenando de connotaciones negativas a medida que Diego Torres, el exsocio de Urdangarin en N¨®os, trataba de involucrar a La Zarzuela en el proceso judicial, bien en sus declaraciones ante el juez o mediante la filtraci¨®n de correos electr¨®nicos que apuntaban a la Zarzuela.
Torres acab¨® situando a Cristina de Borb¨®n en el centro de las actividades de esa entidad sin ¨¢nimo de lucro, parte de cuyos beneficios, seg¨²n las facturas presentadas por el exsocio, acabaron en la caja de la sociedad Aizoon, propiedad de los entonces Duques de Palma.
En estas actividades, realizadas a costa de Administraciones que poco tiempo despu¨¦s tendr¨ªan que aplicar severos recortes, como la Generalitat valenciana, el Gobierno de Baleares y el Ayuntamiento de Valencia, N¨®os recibi¨® unos seis millones, seg¨²n la fiscal¨ªa. En una sociedad escandalizada por la corrupci¨®n y marcada por la crudeza de la peor crisis econ¨®mica sufrida en la Espa?a democr¨¢tica, la sospecha de que un miembro de la familia del Rey hubiese estado logrando adjudicaciones millonarias por trabajos ficticios, o sin contenido, bajo el paraguas de la Casa del Rey resultaba devastadora para la credibilidad de la instituci¨®n.
La Zarzuela se vio obligada a apartar a Urdangarin de las actividades oficiales de la familia real como consecuencia de la investigaci¨®n a la que estaba siendo sometido y por la que acab¨® imputado pocos d¨ªas despu¨¦s por malversaci¨®n de caudales p¨²blicos, fraude, falsedad documental, prevaricaci¨®n y evasi¨®n de impuestos. Tan solo cinco d¨ªas antes, el Rey, que era su suegro, hab¨ªa deslizado en su mensaje navide?o: ¡°La justicia es igual para todos¡±.
Cobertura completa de la sentencia de N¨®os
Noticias, an¨¢lisis, fotograf¨ªas... toda la informaci¨®n para conocer todas las claves de la sentencia del caso N¨®os.
Juan Carlos I no logr¨®, ni a trav¨¦s de intermediarios ni personalmente, que Cristina aceptara ninguna de las dos opciones con las que La Zarzuela consideraba que se pod¨ªa solucionar el problema: el divorcio o su renuncia a los derechos de sucesi¨®n. Los esfuerzos por taponar la hemorragia que N¨®os hab¨ªa causado en La Zarzuela eran ineficaces.
La confianza de los espa?oles en la Monarqu¨ªa se derrumb¨® m¨¢s a¨²n en abril de 2012 al conocerse que el Rey hab¨ªa estado cazando elefantes en Botsuana, justo en medio de la incertidumbre que viv¨ªa Espa?a sobre una posible intervenci¨®n por parte de la Uni¨®n Europea. La interacci¨®n entre N¨®os y Botsuana (donde tambi¨¦n se encontraba la amiga del Rey Corinna Sayn-Wittgenstein), actu¨® como un poderoso disolvente.
Esa situaci¨®n en el l¨ªmite precipit¨® la abdicaci¨®n en 2014, una posibilidad que no hab¨ªa contemplado el Rey, para abrir un nuevo escenario con el Pr¨ªncipe Felipe que tratara de preservar la instituci¨®n. ¡°Sin el caso N¨®os es dif¨ªcil que Juan Carlos I hubiese abdicado¡±, admiten ahora fuentes del entorno del Rey em¨¦rito, con la convicci¨®n de que todo lo dem¨¢s hubiese acabado olvid¨¢ndose. Pero N¨®os hab¨ªa derribado el tab¨² de la Monarqu¨ªa que se hab¨ªa forjado en la Transici¨®n.
Con la proclamaci¨®n de Felipe VI, Cristina dej¨® de formar parte de la familia real. El Rey ensanch¨® a¨²n m¨¢s el cortafuegos revocando a su hermana el t¨ªtulo del Ducado de Palma, una de las decisiones m¨¢s dolorosas que ha tenido que adoptar. Asimismo, puso en marcha medidas de conducta, austeridad y transparencia para redireccionar el destino de la Corona alejar la presi¨®n de La Zarzuela.
A pesar de todos los cortafuegos establecidos por Felipe V, el v¨ªnculo no se disolvi¨® del todo. Aunque la infanta ha perdido el derecho a usar el t¨ªtulo de duquesa de Palma, su posici¨®n en la l¨ªnea de sucesi¨®n al trono de Espa?a sigue vigente, a menos que renuncie de forma voluntaria, o se le arrebate mediante una reforma de la Constituci¨®n, con refer¨¦ndum incluido.
La sentencia del caso vuelve a poner a la Corona en una situaci¨®n de tensi¨®n. La absoluci¨®n o la condena de Cristina de Borb¨®n, supone situar de nuevo bajo los focos al Rey, a pesar de los esfuerzos por desmarcar a la instituci¨®n del clima que propici¨® el caso.?
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