Samantha Romero, una magistrada de clausura
El aislamiento de la ponente de la sentencia del caso N¨®os ha tensionado a la c¨²pula judicial balear
Pasadas las doce del mediod¨ªa del pasado viernes la secci¨®n primera de la Audiencia de Baleares hizo p¨²blica la esperada sentencia del caso N¨®os. 741 folios que la magistrada Samantha Romero ha redactado a lo largo de los 133 d¨ªas h¨¢biles que han transcurrido desde que el pasado 22 de junio el proceso quedara visto para sentencia tras casi seis meses de maratonianas sesiones. Un dictamen un¨¢nime, sin voto particular rubricado sin matices por las juezas Roc¨ªo Mart¨ªn y Eleonor Moy¨¢ que formaban el tribunal junto a Romero y que puede llevar al cu?ado del Rey a pasar m¨¢s de seis a?os entre rejas.
La magistrada ponente ha tenido dedicaci¨®n exclusiva para redactar la sentencia desde el momento en que finaliz¨® el juicio. Una situaci¨®n que ella misma solicit¨® prorrogar hasta finales del mes de marzo y que le ha permitido no tener que lidiar con otras causas que han reca¨ªdo en sus compa?eros de la Secci¨®n Primera, que se han tenido que repartir el trabajo mientras Romero se dedicaba ¨²nicamente a elaborar la sentencia. Mientras tanto, Moy¨¢ y Mart¨ªn han seguido formando parte del tribunal de la secci¨®n que ha continuado enjuiciando asuntos de forma diaria en la Audiencia de Baleares.
Los ocho meses que han transcurrido desde que finaliz¨® el juicio han pasado en completo silencio por parte de Romero. La magistrada ha trabajado siempre desde su casa y apenas ha pisado el edificio que acoge la Audiencia Provincial, a la que lleg¨® unos meses antes de que recayera en sus manos la redacci¨®n de la sentencia. Era una jueza desconocida -lo sigue siendo- tanto por sus compa?eros como por quienes cubren diariamente la informaci¨®n judicial, ya que la mayor parte de su carrera hasta el momento se hab¨ªa desarrollado en Tarragona donde tambi¨¦n form¨® parte de la Audiencia Provincial.
Los primeros rasgos de su car¨¢cter se vislumbraron durante los seis meses que dur¨® el juicio. Fue dura y tajante en sus intervenciones para reprobar a las partes, con continuos choques verbales con el fiscal Anticorrupci¨®n Pedro Horrach con quien la fricci¨®n fue tan evidente que apenas cruzaban la mirada. Muchos criticaron su escaso intervencionismo a la hora de cortar las declaraciones de algunos acusados y su escasa comunicaci¨®n con los abogados y fiscales del caso, de los que estaba separada f¨ªsicamente en los recesos y con quienes no coincidi¨® ni en el aparcamiento. Un comportamiento que gener¨® extra?eza entre los habituales de los juicios en la Audiencia Provincial por la ¡°distancia y la frialdad¡± en el trato, seg¨²n lo describe un abogado personado en el proceso.
Esa falta de comunicaci¨®n tambi¨¦n ha sido la t¨®nica habitual de estos ¨²ltimos ocho meses en los que Romero apenas ha tratado con sus superiores, con quienes ha coincidido en escasas ocasiones. La mayor¨ªa de las deliberaciones con Moy¨¢ y Mart¨ªn se han realizado por la tarde, cuando las puertas del palacio que acoge la Audiencia quedan cerradas al p¨²blico. Ha desarrollado su trabajo aislada para evitar filtraciones sobre el fallo, un temor que dicen sus cercanos se acrecent¨® despu¨¦s de que la prensa local aireara parte de su vida sentimental, que ella hab¨ªa intentado salvaguardar con un celo especial. Durante los meses de redacci¨®n solo trascendieron las diferencias de criterio entre las tres magistradas que trataban de cerrar una sentencia un¨¢nime y que retrasaron la elaboraci¨®n de un dictamen que muchos preve¨ªan para antes de finalizar 2016.
Las ¨®rdenes para pulir los ¨²ltimos detalles tambi¨¦n han llegado desde casa y las directrices para hacer p¨²blica la sentencia han generado tensiones en la c¨²pula de la Audiencia Provincial estos ¨²ltimos d¨ªas, ya que no compart¨ªan el hermetismo de la magistrada que no ha compartido los detalles del dictamen hasta el ¨²ltimo momento. A pesar de los precedentes a la hora de notificar resoluciones importantes, como la sentencia de la G¨¹rtel la semana pasada en Valencia, Romero decidi¨® no sumar a ellos la notificaci¨®n de la sentencia sobre la infanta Cristina. Una forma de proceder que gener¨® sorpresa entre las partes, que lamentaban no haber recibido ning¨²n aviso de que el dictamen se notificar¨ªa por v¨ªa telem¨¢tica a partir de las 12 del mediod¨ªa del pasado viernes.
En cualquier caso, la magistrada dejar¨¢ pronto de estar en el disparadero. En unos d¨ªas podr¨ªa celebrarse una vista de medidas cautelares contra I?aki Urdangarin y Diego Torres si as¨ª lo considera el tribunal, despu¨¦s de la petici¨®n de los fiscales Horrach y Lamas que valoran solicitar el ingreso inmediato en prisi¨®n de ambos. Despu¨¦s Romero volver¨¢ a la actividad rutinaria que apenas desempe?¨® hace unos meses cuando lleg¨® a la Audiencia Provincial, aunque ahora lo har¨¢ con la sentencia por uno de los casos de corrupci¨®n m¨¢s importantes de este pa¨ªs a sus espaldas.
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