Homenajear a las madres con el apellido

Las inscripciones de los hijos con el apellido de la madre en primer lugar se han doblado en los ¨²ltimos siete a?os, seg¨²n datos del Ministerio de Justicia. En 2016 hubo 2.953, la cifra m¨¢s alta de la que se tienen datos, mientras que en 2010 fueron 1.547. Daniel Morcillo ?lvarez y su compa?era son un ejemplo de la modificaci¨®n del orden tradicional de los apellidos, aunque en su caso fueron un paso m¨¢s all¨¢. La pareja decidi¨® dar a su descendencia en primer lugar los apellidos de las dos abuelas. "Las madres son las que m¨¢s nos sufren y nos aguantan y quer¨ªamos homenajearlas", cuenta este padre. Para que esto fuera posible, los progenitores tuvieron que cambiarse el orden de los apellidos antes de que naciera su primer hijo.

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El apellido materno y su visibilizaci¨®n

Una reforma legal termina con la prevalencia del apellido del padre

Las inscripciones con el apellido materno crecen, aunque a un ritmo muy lento. Los ¨²ltimos datos de INE cifran en 420.000 los nacimientos en 2015, por lo el n¨²mero de personas que se decantan por esta opci¨®n a¨²n es m¨ªnimo en Espa?a. Los progenitores pueden elegir el orden de los apellidos de sus hijos desde 1999, siempre que sea de mutuo acuerdo. En caso de que los padres no coincidan o de que no se solicite esta opci¨®n rige lo dispuesto en la ley: siempre el paterno delante. "El apellido da igual. Tu padre va a ser el mismo pero, ?por qu¨¦ hay que imponerte el de uno de ellos como ha pasado durante siglos?", reflexiona Morcillo.

El pr¨®ximo mes de junio entra en vigor una ley aprobada en 2011, por el Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, que pretende ¡°avanzar en la igualdad de g¨¦nero". Con la nueva norma los padres deber¨¢n especificar el orden, ya no primar¨¢ el apellido del var¨®n. "Ahora ponen por defecto el del padre. Nosotros tuvimos que recordar al funcionario del registro la anteposici¨®n del materno, a pesar de haber rellenado todos los formularios", recuerda.

A partir de junio, si no hay acuerdo o no constan los apellidos en la solicitud, el encargado del Registro Civil decidir¨¢ el orden "atendiendo al inter¨¦s del menor". "En la pr¨¢ctica depender¨¢ de factores como evitar malsonancias, el car¨¢cter com¨²n o no del apellido o, finalmente, se elegir¨¢ por sorteo. El criterio alfab¨¦tico tampoco se descarta", explican fuentes del Ministerio de Justicia. Lo que est¨¢ por ver es si el "inter¨¦s" del ni?o no desemboca en una repetici¨®n de esta tradici¨®n asentada en Espa?a.

La decisi¨®n poco tradicional que tom¨® Raquel Vidales, madre en 2013, le ha ocasionado alg¨²n malentendido con la Administraci¨®n. Una funcionaria se neg¨® a dar de alta a su hija en la seguridad social por apellidarse como ella. "Tuvimos que demostrarle que hab¨ªa una ley que lo permit¨ªa", cuenta. En otra ocasi¨®n, pidi¨® a la Comunidad de Madrid una beca de guarder¨ªa. Con la solicitud aport¨® una copia del libro de familia pero en la lista de concesi¨®n de ayudas aparec¨ªa su hija con los apellidos al rev¨¦s, primero el del padre. "Concedieron la beca a una personas que no exist¨ªa y hubo que repetir el tr¨¢mite".

Las palabras y lo que simbolizan tienen mucha importancia para Alicia Murillo, una c¨®mica sevillana de 41 a?os. Esta madre reconoce que le hac¨ªa mucha ilusi¨®n conservar el apellido de su familia. Considera que esta acci¨®n tiene una lectura feminista y de igualdad que es necesaria. "En casa tratamos de compensar las injusticias de la calle con gestos simb¨®licos. Yo gano menos que mi marido y cuando tuve a mis hijos perd¨ª mi trabajo. Si da igual el orden de los apellidos, ?pues vamos a ponerles el nuestro!", dice.

La mayor¨ªa de los padres y madres no lo entienden as¨ª. Cristina Montero, de 27 a?os, es madre primeriza y no le dio a su hija su apellido en primer lugar, a pesar de que alguna amiga se lo sugiri¨® tras el parto. "En Espa?a siempre ha sido as¨ª, es lo que he visto toda mi vida¡±. Aunque, le parece bien que se pueda escoger. "Hay muchas madres solteras, padres que no reconocen a sus hijos o parejas que lo deciden as¨ª. Est¨¢ bien que puedan elegir¡±. A ella tampoco le preguntaron como quer¨ªa inscribir a su hija en el Hospital La Paz. La tradici¨®n se impuso.?