La justicia rechaza indemnizar a un yihadista extraditado y torturado
Al¨ª Aarrass pide tres millones por las lesiones sufridas en una c¨¢rcel de Marruecos
Al¨ª Aarrass sufri¨® las peores torturas cuando la Audiencia Nacional y el Gobierno acordaron su extradici¨®n a Marruecos y cay¨® en manos de su temible Direcci¨®n General de la Seguridad (DTS): simulaci¨®n de fusilamiento, ruleta rusa, descargas el¨¦ctricas en los test¨ªculos, simulaci¨®n de asfixia, sujeci¨®n intensa y suspensi¨®n por las mu?ecas, quemaduras con cigarrillos y un largo rosario de horrores acreditados por m¨¦dicos forenses. El detenido advirti¨® a los magistrados que decidieron su entrega del riesgo que corr¨ªa de ser torturado, pero estos no cambiaron de opini¨®n. Nueve a?os despu¨¦s reclam¨® al Estado una indemnizaci¨®n de 3.245.879 euros por anormal funcionamiento de la Administraci¨®n de la Justicia. Ahora, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) acaba de desestimar su petici¨®n.
El Comit¨¦ de Derechos Humanos de Naciones Unidas dictamin¨® que la extradici¨®n de Al¨ª Aarrass, con doble nacionalidad marroqu¨ª y belga, residente en Melilla y padre de una ni?a de 12 a?os, viol¨® el art¨ªculo 7 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Pol¨ªticos. En su informe describi¨® con detalle las torturas que sufri¨® el detenido en la c¨¢rcel de Temara (Marruecos) y concluy¨® que el Estado debe proporcionarle ¡°una compensaci¨®n adecuada por la violaci¨®n sufrida¡±.
Sufri¨® descargas el¨¦ctricas en los test¨ªculos, simulaci¨®n de ejecuciones, suspensi¨®n de las mu?ecas y quemaduras con cigarrillos
La reclamaci¨®n de Al¨ª Aarrass se apoyaba en el citado informe de la ONU, pero el CGPJ afirma que no se ha producido un funcionamiento anormal de la Administraci¨®n de la Justicia porque estima que la jurisdiccional es ¡°una funci¨®n exclusiva y excluyente de los tribunales de justicia¡±, por lo que ¡°el Consejo General del Poder Judicial carece de atribuciones para someter a control como han ejercido los jueces su funci¨®n constitucional¡±. Es decir, rechaza su reclamaci¨®n.
?Al¨ª Aarrass, fue detenido en Melilla el 6 de noviembre de 2006 por su presunta colaboraci¨®n con los atentados de Casablanca ocurridos en mayo de 2003, un ataque que caus¨® 41 muertos en varios objetivos diferentes, entre ellos un restaurante ubicado en la Casa de Espa?a. Un d¨ªa m¨¢s tarde fue puesto en libertad bajo fianza con la prohibici¨®n de abandonar el territorio nacional.
Tres a?os despu¨¦s la Audiencia Nacional dict¨® un auto de sobreseimiento de su caso, pero un a?o antes el Tribunal de Apelaciones de Rabat (Marruecos) hab¨ªa emitido una orden de busca y captura internacional por actividades terroristas lo que motiv¨® una nueva detenci¨®n e ingreso en prisi¨®n provisional de orden del juez Baltasar Garz¨®n. El Reino de Marruecos pidi¨® su extradici¨®n, el Juzgado Central de Instrucci¨®n n¨²mero 1 ratific¨® la prisi¨®n y la Secci¨®n Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional declar¨® procedente la extradici¨®n con la condici¨®n de que la pena de prisi¨®n que pudiera impon¨¦rsele en Marruecos no fuera de por vida.
La defensa del preso esgrimi¨® durante el procedimiento la situaci¨®n de las c¨¢rceles marroqu¨ªes y el riesgo de tortura en caso de ser extraditado. Present¨® un informe de Amnist¨ªa Internacional (AI) sobre la situaci¨®n de los Derechos Humanos en Marruecos en el que se reflejaban los malos tratos del personal penitenciario y el empleo de la tortura para obtener confesiones, pero los magistrados de la Sala respondieron que esas vulneraciones no pod¨ªan ¡°reputarse como sistem¨¢ticas y generalizadas y que no exist¨ªa prueba alguna, ni siquiera indiciaria, sobre la concreta y real exposici¨®n a tratos inhumanos o degradantes en caso de extradici¨®n¡±, seg¨²n describe ahora el informe del CGJP.
El Comit¨¦ contra la Tortura de la ONU acredit¨® sus lesiones y acus¨® a Espa?a de incumplir tratados internacionales
El Comit¨¦ de Derechos Humanos de Naciones Unidas rog¨® a Espa?a que no fuera extraditado hasta que no concluyera su investigaci¨®n, pero Al¨ª Aarrass fue entregado a Casablanca el 14 de diciembre de 2010 sin que se informara a su familia, a sus abogados ni al citado comit¨¦, seg¨²n se?ala en su reclamaci¨®n.
Seg¨²n el relato de este preso, desde su llegada a Marruecos fue objeto de continuas torturas durante cinco d¨ªas, sometido a descargas el¨¦ctricas y a una simulaci¨®n de asfixia hasta su desvanecimiento. Despu¨¦s fue trasladado a Nador, a casa de un conocido, para ¡°forzarle a revelar informaciones sobre pretendidas armas escondidas¡± y conducido hasta a una comisar¨ªa local donde de nuevo fue torturado durante una noche entera. A la ma?ana siguiente lo condujeron hasta un bosque cercano donde fue objeto de una simulaci¨®n de ejecuci¨®n. Posteriormente lo llevaron hasta la c¨¢rcel de Temara, cercana a Rabat, donde, seg¨²n su testimonio, fue objeto de torturas durante tres d¨ªas incluyendo otra simulaci¨®n de ejecuci¨®n.
?El 24 de diciembre de 2010 fue conducido al tribunal de Apelaci¨®n de Sal¨¦, ¡°en muy mal estado f¨ªsico y psicol¨®gico, sin poder hablar, moverse e incluso tenerse en pie¡±. Un a?o despu¨¦s, el 24 de noviembre de 2011 fue sometido a juicio, que dur¨® una hora, y condenado a 15 a?os de prisi¨®n sobre la base de las declaraciones que hizo bajo tortura, seg¨²n Amnist¨ªa Internacional. En apelaci¨®n, su pena se redujo a 12 a?os, condena que todav¨ªa cumple. AI hizo una campa?a en favor de su puesta en libertad en la que recogi¨® 44.000 firmas.
En 2014 el Comit¨¦ de Derechos Humanos de Naciones Unidas emiti¨® un dictamen en el que se?ala que Espa?a ¡°no evalu¨® adecuadamente el riesgo al que ser¨ªa expuesto de ser extraditado a Marruecos y que era razonable prever que su extradici¨®n lo pondr¨ªa en una situaci¨®n especialmente vulnerable y bajo riesgo de ser torturado, como de hecho ocurri¨®¡±. Dos a?os antes el m¨¦dico forense independiente que acompa?aba al relator especial de la ONU efectu¨® un examen f¨ªsico externo y ¡°encontr¨® signos de tortura sobre el cuerpo del se?or Aarrass¡±.
Las torturas que describe Al¨ª Aarrass coinciden con el minucioso y escabroso retrato que hizo de la c¨¢rcel de Temara a EL PA?S el marroqu¨ª Mohamed Haddad en 2007 y el relato de Binyam Mohamed Al- Habashi, ingl¨¦s de origen et¨ªope, conducido en 2002 por agentes de la CIA desde Pakist¨¢n a una c¨¢rcel de Marruecos y m¨¢s tarde trasladado a Guant¨¢namo. Todos describieron escenas semejantes de este centro penitenciario y de sus guardianes. Las pr¨¢cticas de los servicios de inteligencia marroqu¨ªes han sido denunciadas en varias ocasiones por el Comit¨¦ de Tortura de la ONU.
?Investigacion@elpais.es
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