La oscura vida del pach¨¢ de la noche de Palma
Aficionado al parch¨ªs, al p¨®ker y a todo tipo de apuestas, la Fiscal¨ªa acusa a Tolo Cursach de crear su imperio chantajeando a rivales y comprando a polic¨ªas locales
Bartolom¨¦ Cursach, el gran magnate del ocio nocturno de Mallorca, permanece en prisi¨®n preventiva desde hace algo m¨¢s de una semana acusado de 16 delitos. La fiscal¨ªa anticorrupci¨®n y el juez que investigan desde hace a?os una trama de corrupci¨®n en la Polic¨ªa Local de Palma sospechan que construy¨® su imperio a costa de comprar a agentes y mandos del cuartel municipal para cubrirse las espaldas ante inspecciones y multas. Creen que el empresario amas¨® su ingente fortuna extorsionando y amenazando a la competencia para destruir sus negocios o quedarse con ellos, seg¨²n han relatado como testigos algunos hist¨®ricos de la noche palmesana y antiguos trabajadores.
El ascensor de cristal de la discoteca Tito's con vistas a la bah¨ªa de Palma permanece parado como si el tiempo se hubiera congelado. El Paseo Mar¨ªtimo bulle de gente un s¨¢bado noche, con j¨®venes y turistas deseosos de bailar y beber en algunos de los locales que proliferan en la avenida. No ser¨¢ esta noche en la legendaria discoteca, sala de fiestas y conciertos en sus inicios, que permanece cerrada a la espera de que arranque la temporada y vengan tiempos mejores, tambi¨¦n para su propietario. Un empresario que en sus buenos d¨ªas jugando al p¨¢del con el entonces presidente de Baleares, Jaume Matas, jam¨¢s pudo imaginar que la justicia pondr¨ªa patas arriba todos sus negocios, que comenz¨® a erigir desde que siendo joven recog¨ªa pelotas en el elitista club de tenis en el que trabajaba su familia.
Avispado, su figura ha estado siempre envuelta en un halo de misterio y de leyenda popular. Esquivo con la prensa, aficionado al p¨®ker, el parch¨ªs y las apuestas en general, dicen quienes le han tratado que a la m¨ªnima entra al trapo para retarse. "Los que no comulgan con ¨¦l quedan desterrados del c¨ªrculo", afirma uno de sus extrabajadores, cuyo testimonio figura en el auto de 274 p¨¢ginas que el juez Manuel Penalva ha dictado para enviar a la c¨¢rcel al empresario.
Los investigadores han recabado los relatos de exempleados y competidores de la noche que narran el nivel de connivencia que Cursach y su grupo empresarial ten¨ªa con las polic¨ªas municipales de Palma y Calvi¨¢ y con algunos altos cargos de estos consistorios. Tanto el PP como la Uni¨® Mallorquina (UM) de la entonces todopoderosa Mar¨ªa Antonia Munar celebraron sus fiestas de victoria en las elecciones auton¨®micas en sus discotecas. "La de UM fue pagada ¨ªntegramente por Cursach", dice un trabajador cuyo relato se ha incluido en el auto.
Su relaci¨®n tambi¨¦n era estrecha con el PP del condenado Jaume Matas, amigo ¨ªntimo de Cursach. El lazo con el partido pasaba por el expresidente balear Gabriel Ca?ellas ¡ªculpable de un cohecho declarado prescrito por el caso t¨²nel de S¨®ller y expulsado del Gobierno regional por Aznar en 1995¡ª, quien hizo de lobista para sus empresas cuando las cosas se pusieron feas con algunos cargos del gobierno municipal del PP. El concejal de Urbanismo de Palma Javier Rodrigo de Santos, ca¨ªdo en desgracia y condenado por abusos a menores, cerr¨® algunas de sus discotecas y paraliz¨® proyectos con enfrentamientos abiertos que Cursach nunca tuvo con el expresidente de los populares en la ciudad, Jos¨¦ Mar¨ªa Rodr¨ªguez, tambi¨¦n investigado en esta causa por tratar de crear un cuerpo policial af¨ªn al partido, y a quien uno de los testigos considera ¡°dominado¡± por el empresario. Mejor lo tuvo con la socialista Margarita N¨¢jera en Calvi¨¢, donde florecieron varios de sus negocios enfocados sobre todo al turismo brit¨¢nico de bajo coste que abarrota las calles. El juez relata que en este municipio sus locales apenas recib¨ªan una de cada diez denuncias contra discotecas y solo un 40% terminaban en sanci¨®n.
Por sus negocios pasa cada a?o un mill¨®n y medio de personas, en un holding que concentra las mejores discotecas de la isla y factura millones de euros. Se hizo con la explotaci¨®n de la franquicia de Pach¨¢ por un precio irrisorio despu¨¦s de amenazar, seg¨²n ha confesado su anterior propietario, con reactivar un proyecto de viviendas en un solar anexo y destruir el negocio. Construy¨® la discoteca BCM ¡ªsus iniciales¡ª en un ejercicio de megaloman¨ªa y ba?¨® sus iniciales en pan de oro. Despu¨¦s de los negocios en la noche comenz¨® a diversificar y puso en marcha el mayor gimnasio de la ciudad, en sus inicios punto de encuentro de la ¨¦lite funcionarial y policial, situado en un pol¨ªgono industrial que pr¨¢cticamente cre¨® ¨¦l. Despu¨¦s sigui¨® con negocios de restauraci¨®n y hoteles, una divisi¨®n que puso en marcha despu¨¦s de que sus rivales en el Arenal, los hermanos Pascual Bibiloni, comenzaran a comerle el terreno en esta zona clave de turismo alem¨¢n en la que amenazaban su vocaci¨®n monopolista.
Cursach tambi¨¦n quiso despuntar en el f¨²tbol y se convirti¨® en el m¨¢ximo accionista del Mallorca, acudiendo a la grada cada semana mezcl¨¢ndose con los hinchas. Su historial tambi¨¦n cuenta con fiascos, como el intento de poner en marcha un casino en Palma y el impulso de una compa?¨ªa propia de aviaci¨®n bautizada con su marca, sus iniciales, que termin¨® quebrando. M¨²ltiples aventuras empresariales que tambi¨¦n le han granjeado una larga lista de enemigos, muchos de los cuales han comenzado a desfilar ante el juez.
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