La traici¨®n y la palabra de Rivera y Rajoy
El Ejecutivo no ha contado con el apoyo de Ciudadanos para convalidar el decreto de los estibadores
¡°Los de Ciudadanos demuestran as¨ª que son personas de palabras¡ de varias palabras¡±. La frase ha sido pronunciada este jueves en los pasillos del Congreso por uno de los m¨¢ximos responsables del Grupo Popular que participa a diario en las negociaciones al m¨¢ximo nivel con Ciudadanos. Era la expresi¨®n desencajada de un malestar que resum¨ªa la sensaci¨®n de traici¨®n que ten¨ªan los miembros del Gobierno y del PP que hab¨ªan escuchado el d¨ªa anterior directamente de Albert Rivera y de otros dirigentes de Ciudadanos que ese grupo facilitar¨ªa sus diputados en el Congreso para respaldar el Real Decreto que pretend¨ªa regular algo m¨¢s y desmontar el monopolio actual en el sector estrat¨¦gico de la estiba. Cuando Ciudadanos comprob¨® que el Gobierno iba a ser derrotado por primera vez en la convalidaci¨®n de un Real Decreto desde 1979 se pas¨® a la abstenci¨®n sin previo aviso a sus te¨®ricos socios en el Ejecutivo. Uno de los ministros m¨¢s contundentes del Gabinete de Rajoy a?adi¨® mirando para el tendido de Ciudadanos en la C¨¢mara: ¡°?Ves esos 32 diputados de Ciudadanos? pues para la siguiente legislatura m¨¢s de 15 no volver¨¢n a estar ah¨ª y algunos lo saben¡±.
Ciudadanos y PP, Mariano Rajoy y Albert Rivera, llevan varias semanas forzando al m¨¢ximo su mala relaci¨®n pol¨ªtica. Son dos socios obligados por las circunstancias, condenados a entenderse, hablar y negociar, que se saben competidores del mismo espacio en el centro derecha ideol¨®gico. No tienen buena sinton¨ªa generacional y tampoco personal. No se f¨ªan el uno del otro. Rajoy y el PP no han sabido ni querido cultivar con m¨¢s deferencia esa necesidad de esca?os. Y Rivera y Ciudadanos hacen todo lo posible por distanciarse para evitar equiparaciones vitales y electorales con un partido que consideran intr¨ªnsecamente muy de derechas y muy corrupto.
El pasado 10 de enero, varios meses despu¨¦s de firmado en agosto el pacto de legislatura y tras rubricarse en noviembre el acuerdo con las 150 condiciones que permiti¨® el actual Gobierno, un minib¨²s con una docena de dirigentes de Ciudadanos tom¨® rumbo a La Moncloa. Los protagonistas de aquella negociaci¨®n, encabezados por Rivera, acudieron a cenar con Rajoy y su equipo. La cena fue bien, cordial, sirvi¨® para compartir experiencias vacacionales de las recientes Navidades y al final el camarero sirvi¨® copas de colores naranjas y azules: unos g¨¹isquis y otros gin-tonic, seg¨²n sus particulares filiaciones. Toni Rold¨¢n y ?lvaro Nadal prolongaron la velada en un aparte para degustar sus extensos conocimientos en novedades impositivas por toda Europa.
Han pasado apenas dos meses y la distancia ahora es sideral. En el PP no acababan de comprender este jueves c¨®mo puede ser posible que el l¨ªder de un partido con el que se ha pactado el arranque de la legislatura y se negocia ahora su continuidad en el proyecto de presupuestos pudiera dar su palabra varias veces sobre que iban a apoyar el real decreto de la estiba y luego anunciase sin m¨¢s explicaci¨®n que se pasaba a la abstenci¨®n. El propio ministro de Fomento, ??igo de la Serna, ha contado en su entorno que estuvo en la tarde del mi¨¦rcoles en los pasillos del Congreso con Rivera y otros dos ministros del Gobierno como testigos y que el l¨ªder de la formaci¨®n naranja les traslad¨® en persona que tendr¨ªan los votos de Ciudadanos. De la Serna hab¨ªa elevado esa informaci¨®n a Rajoy, como ha hecho m¨¢s veces en el transcurso de la negociaci¨®n a sus compa?eros en el propio Consejo de Ministros.
Rivera, por su parte, sostiene que no ten¨ªa sentido mantener ese compromiso de Ciudadanos con el Gobierno si el Real Decreto no ten¨ªa votos suficientes para ganar y salir refrendado. No quer¨ªa salir en el tablero de votaci¨®n por esca?os al lado del PP para perder y enfrentarse, adem¨¢s, al conflictivo sector de los estibadores. Cinco minutos antes de empezar el pleno, este mi¨¦rcoles a las 9 de la ma?ana, la direcci¨®n parlamentaria de Ciudadanos comunic¨® al PP su trasvase a la abstenci¨®n con ese argumento. El ministro de Fomento sostiene que Rivera nunca le anticip¨® esa decisi¨®n ni esa explicaci¨®n.
En Ciudadanos, adem¨¢s, tampoco ve¨ªan muy clara la unidad del Gobierno de Rajoy con la necesidad de llevar ese decreto ahora al matadero de su votaci¨®n en esas condiciones. En la tarde del mi¨¦rcoles, mientras el ministro manten¨ªa el ¨²ltimo encuentro con los mediadores y el sector, Ciudadanos constat¨® que el decreto se perd¨ªa y que algunos compa?eros de gabinete de ??igo de la Serna sopesaban la posibilidad de retirarlo, que no se votase a¨²n, negociar un poco m¨¢s y volverlo a abordar en unos d¨ªas con apoyos m¨¢s fiables. Y especulaban con que De la Serna hab¨ªa forzado al m¨¢ximo la situaci¨®n para retratar a todos los partidos y a sus compa?eros y no quedar ¨¦l desautorizado pol¨ªticamente en solitario. El ministro lo niega y fuentes del Gobierno afirman que Rajoy est¨¢ con ¨¦l bajo el convencimiento de que las sentencias y los tratados europeos (como el de la estiba) se asumen y cumplen tanto como las sentencias y las leyes espa?olas (Catalu?a). Defienden que retrasarlo m¨¢s no aportaba nada ni garantizaba otro resultado y daba una mala se?al en Europa.
El ministro habl¨® este jueves con Rajoy en el Congreso un buen rato tras la derrota, la primera de un Real Decreto del Gobierno desde 1979, aunque en este caso de un ejecutivo con una minor¨ªa muy precaria. De un Real Decreto, adem¨¢s, relevante. Salieron juntos del hemiciclo, hicieron el pase¨ªllo medi¨¢tico, Rajoy sorte¨® las c¨¢maras sin comentarios y le se?al¨® a De la Serna la sala donde deb¨ªa pararse para dar la rueda de prensa. Fue un ah¨ª te quedas. El ministro apa?¨® la comparecencia como pudo, apenas aclar¨® nada sobre el futuro de la norma a la espera de nuevas negociaciones la semana que viene y arremeti¨® contra la irresponsabilidad de los dem¨¢s partidos. No quiso apuntar solo a Ciudadanos.
De hecho, desde su esca?o De la Serna fij¨® la mirada durante la votaci¨®n sobre todo en la bancada socialista. Vio rostros serios. No entend¨ªa la votaci¨®n contraria del PSOE cuando muchos de sus barones regionales, diputados y responsables le hab¨ªan expresado en privado su solidaridad: ¡°Nosotros habr¨ªamos tenido que hacer lo mismo¡±. Pero esa es otra traici¨®n, que justifican en el Gobierno m¨¢s por la falta de un liderazgo claro en ese partido que lo complica todo. El problema con Ciudadanos y Rivera es de ¡°desconfianza y falta de criterio¡±, como explica uno de los negociadores populares m¨¢s en contacto con esa formaci¨®n: ¡°Negocias con Antonio Hernando (el portavoz del PSOE) y cuando te dice que s¨ª es que s¨ª y si mueve la cabeza y empieza a ver problemas pero no se pronuncia es que al final votar¨¢n no: con Ciudadanos, el viernes es imposible que nos anticipen un criterio, el lunes nos avanzan uno, el martes otro, por la tarde lo cambian y durante el pleno de las votaciones no sabemos muy bien qu¨¦ pueden votar y qu¨¦ no¡±.
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