El Congreso aprueba debatir una ley de muerte digna sin incluir la eutanasia
La propuesta de Ciudadanos no contempla el suicidio asistido, sino los cuidados paliativos
La mayor¨ªa de los grupos parlamentarios han votado este martes a favor de que se admita a tr¨¢mite la proposici¨®n de ley de Ciudadanos sobre muerte digna. El PP y el PSOE han apoyado la moci¨®n. Los socialistas, que ya hab¨ªan presentado una iniciativa al respecto, afirman que el texto de Ciudadanos es muy similar al suyo, y tambi¨¦n a uno que hab¨ªa preparado el ¨²ltimo Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. La iniciativa ha salido adelante con 315 votos a favor, 5 noes y 17 abstenci¨®n, ya que finalmente ha contado con el apoyo del PP, PSOE, Unidos Podemos, Uni¨®n del Pueblo Navarro (UPN) y Comprom¨ªs; la abstenci¨®n de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC); y el voto en contra del PNV y del Partido Dem¨®crata Europeo Catal¨¢n (PDeCAT). Precisamente el Pa¨ªs Vasco es una de las comunidades que tienen ley propia al respecto, como Andaluc¨ªa, Asturias, Galicia, Canarias, Baleares, Navarra, Arag¨®n y Madrid.
"Esta ley es necesaria porque defendemos la igualdad de todos los espa?oles, tambi¨¦n para morir¡±, ha dicho el diputado de Ciudadanos Francisco Igea al presentar la iniciativa. Seg¨²n el parlamentario, ¡°m¨¢s de 50.000 pacientes al a?o mueren sin unos cuidados paliativos de calidad porque sigue existiendo el ensa?amiento terap¨¦utico, quien cree que puede imponer el dolor a sus pacientes por sus creencias¡±. Igea tambi¨¦n se defendi¨® de las cr¨ªticas de otros grupos por "plagiar" la iniciativa: "Sabemos que el mundo no empez¨® cuando nosotros llegamos al hemiciclo. Solo queremos aportar un poco m¨¢s".
Pilar Cort¨¦s, del PP, ha apoyado la iniciativa por entender que "contribuye a la igualdad en la prestaci¨®n de cuidados paliativos en las comunidades aut¨®nomas". La diputada popular ha defendido "el respeto a la autonom¨ªa del paciente" y el "derecho a unos cuidados paliativos de calidad".
El PNV ha votado en contra y ha acusado a Ciudadanos de "copiar literalmente la ley vasca". "No hagamos un concurso de sentimientos. Es un debate jur¨ªdico", ha declarado el diputado Joseba Andoni Agirretxea. "Casi todo lo que plantean en esta ley est¨¢ ya contemplado", ha a?adido.
Alberto Garz¨®n, de Unidos Podemos, hab¨ªa presentado un proyecto en el que se recog¨ªa la regulaci¨®n de la eutanasia y el suicidio asistido, que fue rechazado y no se debati¨®.
La propuesta de Ciudadanos sigue el modelo de las leyes auton¨®micas. Los derechos de los pacientes en todo su proceso asistencial ¨Ctambi¨¦n al final de su vida¨C ya estaban recogidos en la Ley de Autonom¨ªa del Paciente de 2002, que ya establec¨ªa aspectos como el valor del testamento vital y la capacidad del enfermo de rechazar un tratamiento, por ejemplo. Pero el caso de Inmaculada Echevarr¨ªa en Andaluc¨ªa, cuando tuvo que llevar su caso hasta la Junta cuando quiso que le quitaran un respirador en 2006 ¨Clo que no consigui¨® hasta medio a?o despu¨¦s, ya en 2007¨C demostr¨® que hab¨ªa muchas reticencias y que hac¨ªa falta detallar mejor los supuestos y posibilidades que se dan espec¨ªficamente al final de la vida, y fue lo que llev¨® a cabo Andaluc¨ªa con su ley pionera.
Diferencias con la eutanasia
Esa norma, al ser auton¨®mica, no pod¨ªa ir m¨¢s all¨¢ de lo que fijan las leyes estatales. Y tampoco lo hace la propuesta de Ciudadanos. Esta refleja el derecho al paciente a recibir sedaci¨®n al final de la vida (distingue entre dos niveles, una parcial y otra de p¨¦rdida de conciencia que denomina sedaci¨®n paliativa y sedaci¨®n en fase de agon¨ªa). Esta es la pr¨¢ctica m¨¢s extrema a que se puede llegar legalmente, ya que supone dar medicaci¨®n para calmar dolores u oros s¨ªntomas llegando hasta el punto de sedar por completo al paciente, incluso si eso supone acortarle la agon¨ªa por los efectos adversos no buscados de la medicaci¨®n. No es ni eutanasia ni suicidio asistido, ya que en estos dos casos lo que se busca es directamente la muerte, bien mediante f¨¢rmacos aplicados por un sanitario a petici¨®n del paciente en situaci¨®n terminal (eutanasia) o facilit¨¢ndole los medicamentos para que se quite la vida (suicidio asistido), que son delitos en Espa?a.
Este aspecto ya se considera una buena pr¨¢ctica m¨¦dica que incluso la Iglesia cat¨®lica acepta, igual que el renunciar a tratamientos o tecnolog¨ªa que prolongan la vida de un enfermo terminal que est¨¢ sufriendo (como fue el caso del respirador de Inmaculada Echevarr¨ªa).
Tambi¨¦n se establece el derecho a estar acompa?ado en el proceso final, a recibir cuidados paliativos iguales en todas las comunidades, a que estos sean domiciliarios y a que, si se muere en un hospital, se respete la intimidad del proceso, por ejemplo, asignando habitaciones individuales.
Respecto a los profesionales, queda claro que deber¨¢n evitar dar tratamientos desproporcionados (lo que se conoce como limitar el esfuerzo terap¨¦utico) y que deber¨¢ atenderse la voluntad del paciente por encima de los criterios morales o ¨¦ticos de los profesionales.
Con estos mimbres, la norma saldr¨¢ probablemente adelante, pero tendr¨¢ un efecto que Unidos-podemos y grupos como Derecho a Morir con Dignidad, que defienden que se legalice la eutanasia, critican: evitar¨¢ que mientras se tramita y se estudia, se discuta ir m¨¢s all¨¢. Las asociaciones profesionales como los especialistas en paliativos defienden que con unos buenos cuidados la demanda de eutanasia desaparecer¨ªa. Organizaciones como DMD afirman que en pa¨ªses como Holanda y B¨¦lgica coexisten cuidados paliativos y eutanasia.
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