Los leones del Congreso entran en el hemiciclo
Fotos, lenguaje malsonante, insultos, camisetas reivindicativas...Los modos han cambiado en el Parlamento
![Ana Lorite](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Ff850bc94-cfb6-4f57-a5bd-452fcc652765.jpg?auth=eda86a7ab79c3e181d29aaaac73fb131ad0c852a5a76d1401766734c0250ae66&width=100&height=100&smart=true)
¡°El debate ha terminado; se levantan los diputados de sus esca?os; desalojan las damas y yo tambi¨¦n me pongo en pie y me marcho a la calle, como si saliera del teatro, pensando en esta agradable comedia titulada El debate pol¨ªtico que se ha de representar todos los a?os¡±. Esto escribi¨® Azor¨ªn el 5 de febrero de 1904 en una de sus cr¨®nicas parlamentarias. 113 a?os despu¨¦s, se sigue hablando de la actividad parlamentaria como espect¨¢culo, pero no como ¡°agradable comedia¡± sino como circo, seg¨²n Rafael Hernando (PP), cuyos modos tambi¨¦n fueron objeto de cr¨ªticas en otras ocasiones.?
Los comportamientos de algunos diputados desde que en enero de 2016 se estrenaron los nuevos partidos en el Congreso y su forma diferente ¡°de hacer pol¨ªtica¡± han provocado el hartazgo de algunas formaciones. PP, PSOE y Ciudadanos han elevado su protesta contra lo que consideran actitudes que sobrepasan los l¨ªmites del decoro. Y han pedido que se preserve el respeto a las formas en la C¨¢mara que representa a todos los espa?oles. ¡°La actividad parlamentaria no es teatro¡±, dice Elena L¨®pez de Aretxabaleta, jefa de prensa y comunicaci¨®n del Parlamento vasco. ¡°En la C¨¢mara vasca no se permiten ni los aplausos, para evitar la algarab¨ªa y que se jalee el insulto¡±.
El decoro, pues, ha entrado en el debate parlamentario, aunque la acepci¨®n var¨ªa seg¨²n qui¨¦n la utilice. Para unos se trata de ¡°respetar las formas¡±, para otros de ¡°no ser corrupto¡±. Fotos, lenguaje malsonante, insultos, camisetas reivindicativas, gesticulaciones... Los modos han cambiado.
Pautas del reglamento de la C¨¢mara
Art¨ªculo 16. Los diputados est¨¢n obligados a respetar el orden, la cortes¨ªa y la disciplinaria parlamentarias.
Art¨ªculo 71. Cuando la alusi¨®n [de un diputado] afecte al decoro o dignidad de un grupo parlamentario, el presidente podr¨¢ conceder a un representante de aqu¨¦l el uso de la palabr
Art¨ªculo 103. Los diputados ser¨¢n llamados al orden cuando profirieren palabras o vertieren conceptos ofensivos al decoro de la C¨¢mara o a sus miembros, de las instituciones o de cualquiera otra persona o entidad.
Art¨ªculo 106. Cualquier persona que en el recinto parlamentario, fuese o no diputado, promoviere desorden grave con su conducta de obra o de palabra, ser¨¢ inmediatamente expulsado. [Si es diputado, ser¨¢ adem¨¢s suspendido en su cargo por plazo de hasta un mes].
La Mesa del Congreso acord¨® el martes que el diputado de Podemos Diego Ca?amero sea reprendido por Ana Pastor, presidenta de la C¨¢mara, por acercarse al esca?o del ministro Rafael Catal¨¢ en actitud intimidatoria portando dos carteles, uno con la imagen de I?aki Urdangarin y otro con la del l¨ªder sindical encarcelado por agresi¨®n Andr¨¦s B¨®dalo. El diputado de Podemos ped¨ªa explicaciones por la libertad del primero y la prisi¨®n del segundo. Ca?amero ha esgrimido su libertad de expresi¨®n y ha advertido de que seguir¨¢ haciendo cualquier cosa que est¨¦ dentro de la normalidad democr¨¢tica.
Pero, ?d¨®nde est¨¢ el l¨ªmite? ¡°La libertad de expresi¨®n en la C¨¢mara tiene una connotaci¨®n especial ya que, por motivos hist¨®ricos, est¨¢ especialmente reforzada y protege al Parlamento como lo que se llamaba en la ¨¦poca medieval espacio de paz¡±, sostiene el letrado de las Cortes Manuel Fern¨¢ndez-Fontecha, que alerta sobre pasar de la palabra al acto: en el caso de Ca?amero, a la intimidaci¨®n. ¡°Un acto como el del diputado de Podemos es in¨¦dito en el parlamentarismo espa?ol¡±, afirma. Y por aquello de las similitudes con las artes esc¨¦nicas, pone como ejemplo que gritar ¡°?fuego!¡± en el teatro, si no es cierto, no est¨¢ amparado por la libertad de expresi¨®n al tratarse de una acci¨®n conminatoria o intimidatoria.
?Respeto a las Cortes! As¨ª resume el letrado el principio fundamental por el que deben regirse pol¨ªticos y ciudadanos. Una posterior, y breve, encuesta improvisada en las inmediaciones del Congreso permite concluir que la palabra respeto es la m¨¢s utilizada por la gente, en nombre de quien act¨²an los parlamentarios. ¡°?Qu¨¦ feo eso de me la suda!¡±, dice una anciana simp¨¢tica que no quiere dar su nombre mientras toma un caf¨¦. El ¡°me la trae floja, me la suda¡± del l¨ªder de Podemos, Pablo Iglesias; la retah¨ªla de insultos ¡ª¡°mamporrero, lacayo, mafioso, g¨¢nster¡±¡ª que el portavoz de ERC, Gabriel Rufi¨¢n, dedic¨® el mi¨¦rcoles al exjefe de la Oficina Antifraude de Catalu?a Daniel de Alfonso, son los ¨²ltimos ejemplos. Y, antes, aquel ¡°tah¨²r del Mississippi¡± que Alfonso Guerra le espet¨® a Adolfo Su¨¢rez, el ¡°v¨¢yanse a la mierda¡± que Jos¨¦ Antonio Labordeta dedic¨® a la bancada popular o el grito ¡ª¡°?qu¨¦ se jodan!¡±¡ª de la diputada del PP Andrea Fabra dirigido a los parados.
Fern¨¢ndez-Fontecha afirma que en el hemiciclo siempre ha habido debates broncos, descalificaciones y protestas, y recuerda como especialmente dura, ¡°dur¨ªsima¡±, la primera investidura de Adolfo Su¨¢rez en 1979. ¡°Hubo constantes interrupciones, llamadas al orden, descalificaciones por no dar la cara, fue muy bronca, pero no recuerdo un ataque directo ni un paso al acto¡±. L¨®pez de Aretxabaleta sostiene que cada Parlamento debe ¡°marcar su estela¡± y recuerda que la C¨¢mara vasca expuls¨® al parlamentario popular Carlos Iturgaiz por insultar a Joseba Azkarraga.
Hablar claro
?Qu¨¦ ha cambiado entonces para que sus se?or¨ªas hagan un llamamiento al decoro? Seg¨²n algunos, la exposici¨®n medi¨¢tica. Dolores S¨¢nchez Gonz¨¢lez, profesora de la UNED, jurista y protocolista, incide en el componente medi¨¢tico medido ex profeso como mensaje hacia determinado segmento de poblaci¨®n, descontento con las instituciones. Opini¨®n que comparte el ciudadano Roberto Villa, de 57 a?os: ¡°Podemos utiliza la actividad parlamentaria para reforzar su entidad como movimiento y superar al Parlamento. Todos sus actos, que se difunden luego en las redes y en los medios, son acogidos por mucha gente como ejemplo de hablar claro¡±.
Germ¨¢n Olmeda, estudiante de Ciencias Pol¨ªticas de 18 a?os, comparte el uso del lenguaje coloquial, las nuevas formas y su transmisi¨®n directa a las redes: ¡°Esa teatralizaci¨®n y c¨®digos socio-ling¨¹¨ªsticos que est¨¢ utilizando Podemos son un gui?o a la ciudadan¨ªa para acercarse a ella y evitar que la desafecci¨®n pol¨ªtica forme parte del d¨ªa a d¨ªa¡±.
El uso de la indumentaria como transgresi¨®n
La profesora de la UNED y experta en protocolo Dolores S¨¢nchez recuerda que la supresi¨®n de los c¨®digos de vestimenta en las Cortes lleg¨® con la democracia, como fruto de una sociedad libre para vestir como corresponde seg¨²n la ocasi¨®n.
En 2011, el entonces presidente del Congreso, el socialista Jos¨¦ Bono, convirti¨® la vestimenta ¡°decorosa¡± en su particular caballo de batalla, llegando a amonestar a su compa?ero de partido Miguel Sebasti¨¢n por no utilizar corbata. Un lustro despu¨¦s, en enero de 2016, el Parlamento se llen¨® de atuendos informales: camisetas, fulares y algunas rastas. Los nuevos aires provocaron opiniones de todo tipo; sin embargo, la indumentaria no forma parte del actual debate del decoro parlamentario, sostiene el letrado de las Cortes Manuel Fern¨¢ndez-Fontecha.
"La transgresi¨®n indumentaria no es un problema. Se puede llevar una camiseta muy dignamente o vestir corbata e insultar", concluye Elena L¨®pez de Aretxabaleta, responsable de comunicaci¨®n del Parlamento vasco.
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