La orfandad de la P¨²nica

Los presuntos delitos atribuidos en el marco de la Operaci¨®n P¨²nica por el juez Eloy Velasco al expresidente de la comunidad, diputado y presidente del PP de Murcia, Pedro Antonio S¨¢nchez, ser¨¢n instruidos por el magistrado del Tribunal Superior de Justicia de la Regi¨®n de Murcia (TSJRM) Enrique Qui?onero. Su nombramiento todav¨ªa no es oficial ya que hasta ayer no hab¨ªa llegado la exposici¨®n razonada desde la Audiencia Nacional, pero es a quien por turno le corresponde.

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Qui?onero es el magistrado que form¨® mayor¨ªa con el entonces presidente del TSJRM, Juan Mart¨ªnez Moya, con la oposici¨®n de Manuel Abad¨ªa, jubilado hace un a?o, al admitirse la competencia de actuar contra S¨¢nchez por el caso Auditorio, pero que al tiempo decidi¨® enviar la causa a Lorca con el argumento de ¡°individualizar¡± las conductas presuntamente delictivas. Gracias a esto S¨¢nchez pudo presentarse a las elecciones auton¨®micas de 2015 y ganarlas.

Qui?onero fue nombrado en el TSJRM por la Asamblea Regional con mayor¨ªa absoluta del PP. Pero a este hecho, si se quiere tener una perspectiva sobre las acusaciones del juez Velasco contra S¨¢nchez en relaci¨®n con personajes de la Operaci¨®n P¨²nica de Madrid ¡ªcomo el lavador de imagen en las redes Alejandro de Pedro¡ª hay que a?adir otro dato relevante: la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n, en Madrid, por orden directa del fiscal General del Estado, Jos¨¦ Manuel Maza, no aprecia delitos en las acusaciones.

Por tanto, los hechos que describe el juez Velasco ser¨¢n instruidos por un juez que ya en su momento mostr¨® tal indulgencia con S¨¢nchez como para facilitar un atajo que le permitiera presentarse a las elecciones ¡ªcuestionado por el voto particular del magistrado Abad¨ªa¡ª. Pero, sobre todo, la fiscal¨ªa no acusar¨¢. Ergo: pedir¨¢ el archivo.

Una vez que Qui?onero reciba la exposici¨®n del juez la enviar¨¢ a Anticorrupci¨®n de Murcia, representada por Juan Pablo Lozano, quien deber¨¢ envi¨¢rsela al fiscal jefe de Anticorrupci¨®n, Manuel Moix. Fuentes consultadas se?alan que no ser¨¢ Lozano quien represente a la fiscal¨ªa en Murcia. Ser¨¢ Moix, pues, quien dar¨¢ las ¨®rdenes.

Por tanto, se avizora, en el escenario descrito, una orfandad en la instrucci¨®n de los presuntos delitos de la conexi¨®n murciana de S¨¢nchez con la Operaci¨®n P¨²nica. Este hecho refleja la convicci¨®n que llev¨® a Mariano Rajoy y a Mar¨ªa Dolores de Cospedal ¡ªquien califica las acusaciones del juez Velasco contra S¨¢nchez como ¡°delitos de pensamiento¡±¡ª a apostar hasta el ¨²ltimo minuto por el expresidente de Murcia.

Y en esa apuesta hay que incluir la decisi¨®n del fiscal general del Estado ¡ªsu bautismo de fuego¡ª de poner toda la carne en el asador para desactivar las acusaciones de Velasco, hasta el punto de imponer jer¨¢rquicamente su punto de vista a las dos fiscales encargadas de la investigaci¨®n.

Aunque los avatares procesales ¡ªimposibilidad de anular su imputaci¨®n en el caso Auditorio, moci¨®n de censura, recusaci¨®n del juez Juli¨¢n P¨¦rez Templado, a la que se va a adherir la fiscal¨ªa murciana¡ª han impedido mantener a S¨¢nchez, la batalla pol¨ªtico-judicial no ser¨¢ incruenta. Porque en Murcia si hay algo cierto es esto: una trama pol¨ªtico-judicial haberla, hayla.