El socialista centenario que vislumbra un partido unido
Manuel Mart¨ªn Rueda, de 102 a?os y el militante m¨¢s longevo que participar¨¢ en las primarias del PSOE, avala a Susana D¨ªaz
El 27 de abril, jueves, Manuel Mart¨ªn Rueda, de 102 a?os, rompi¨® su rutina. Se despert¨® temprano, como siempre, puso la tele para ver las noticias y dedic¨® un rato a la lectura tras desayunar en la soleada cocina de su casa de la zona de Carretera de C¨¢diz, en M¨¢laga. Sobre la mesa tiene dos libros, y de los dos, est¨¢ m¨¢s centrado en un volumen sobre Grecia de una colecci¨®n sobre Historia Universal. Una lupa con montura negra le ayuda a seguir los renglones. Pasada esta liturgia, a veces baja a la calle para ver gente y las tardes suele pasarlas con su hermana Paquita, de 94 a?os, a cuyo domicilio se desplaza, aunque no est¨¢ muy lejos, en autob¨²s urbano.
Ese d¨ªa, el jueves, alter¨® sus costumbres porque unos compa?eros del PSOE, en el que milita desde 1931, lo acompa?aron hasta su agrupaci¨®n, la del Distrito Guadalmedina de la capital malague?a, para avalar a uno de los aspirantes a coger las riendas del partido. Su apuesta es Susana D¨ªaz. As¨ª que el pr¨®ximo 21 de mayo, Manuel volver¨¢ a trastocar su jornada y regresar¨¢ a la sede socialista para votar a la presidenta andaluza en el ¨²ltimo tramo del proceso que elegir¨¢ al pr¨®ximo secretario general de esta formaci¨®n. Si todo transcurre seg¨²n lo planeado, se convertir¨¢ en el afiliado m¨¢s longevo en participar en las primarias del censo oficial de 187.949 socialistas.
¡°Me gusta la pol¨ªtica que est¨¢ haciendo en Andaluc¨ªa, es estupenda¡±, esgrime?Manuel como principal argumento para justificar su apoyo a D¨ªaz, de la que destaca ¡°su gesti¨®n¡± al frente de la Junta. En las primarias de 2014 se decant¨® por Pedro S¨¢nchez, pero ahora no le convence porque, subraya, ¡°no creo que se adapte a las circunstancias actuales¡±. La gota ¡°que ha colmado el vaso¡± ha sido la declaraci¨®n del exl¨ªder del PSOE de que ¡°Catalu?a es una naci¨®n¡±. ¡°No me gusta¡±, afirma sentado en el sal¨®n de su casa, muy cerca de donde cuelga un reconocimiento firmado por Felipe Gonz¨¢lez y Ram¨®n Rubial, de 1984, para distinguir a los veteranos del partido que ¡°lucharon y padecieron¡± por el socialismo.
Manuel, nacido en Linares (Ja¨¦n) en 1914, es hijo y nieto de socialistas. Su abuelo, llamado como ¨¦l, fue amigo de Pablo Iglesias. Se afili¨® al PSOE en 1931, cuando hac¨ªa ya dos a?os que estaba vinculado a las Juventudes Socialistas. Ha visto y ha vivido mucho, incluido su paso por la organizaci¨®n clandestina de M¨¢laga tras la Guerra Civil, y quita hierro a la crisis actual de su partido. ¡°Lo veo un poco revuelto¡±, reconoce, ¡°pero creo que cuando termine la elecci¨®n del secretario general, las cosas se normalizar¨¢n¡±. ¡°Siempre ha ocurrido, siempre ha habido dimes y diretes, y al final ha terminado unido¡±, reflexiona. Es un firme convencido de que en su partido ¡°no se acusa con el dedo a quien disiente¡± y de que la minor¨ªa ¡°acepta¡± la decisi¨®n de la mayor¨ªa.
Cosas peores han pasado, viene a decir. Recuerda, estando en las Juventudes Socialistas, c¨®mo los j¨®venes del partido se decantaban en 1929 por Largo Caballero, m¨¢s radical, frente a la simpat¨ªa del aparato por Juli¨¢n Besteiro. ¡°Pero todos fuimos a una para las elecciones del 12 de abril de 1931¡±, rememora Manuel, sobre los comicios que derivaron en la proclamaci¨®n de la II Rep¨²blica dos d¨ªas m¨¢s tarde. ¡°Marchemos como lo que somos, un gran partido¡±, invita ahora a sus compa?eros del PSOE.
Manuel, viudo de Socorro de las Heras y padre de dos hijos que viven en Oviedo y Madrid, prefiere no hablar del Gobierno de Mariano Rajoy. ¡°No me lo nombres, vamos a estropear la v¨ªspera del Primero de Mayo¡±, dice este viajante jubilado con una fina iron¨ªa que despliega en toda la conversaci¨®n. Desea que el partido acabe con las discusiones y conf¨ªa en la victoria de Susana D¨ªaz, a quien ve tambi¨¦n al frente del Ejecutivo central.
Esta es su apuesta y as¨ª votar¨¢ en las primarias socialistas el pr¨®ximo 21 de mayo. No se pierde unas elecciones. ¡°Cuando me ven el carn¨¦ [en el colegio electoral], se quedan mir¨¢ndome, como diciendo ¡®este t¨ªo va a durar m¨¢s que Matusal¨¦n¡±, se r¨ªe. Mientras las piernas se lo permitan y haya compa?eros que lo acompa?en, estar¨¢ ¡°como un clavo¡±.
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