Las primarias del PSOE son un caso raro en Europa
Pocos partidos eligen en dos votaciones separadas a su l¨ªder y al candidato electoral
El modelo de primarias del PSOE es un caso an¨®malo entre las democracias parlamentarias europeas. Solo los socialdem¨®cratas en Portugal e Italia tienen un sistema parecido: dos elecciones separadas para escoger al l¨ªder del partido y al candidato de las generales. La opci¨®n m¨¢s com¨²n en partidos de izquierdas es elegir por primarias solo a su l¨ªder: as¨ª ocurre por ejemplo en Reino Unido, B¨¦lgica, Pa¨ªses Bajos o Irlanda. Los siempre admirados pa¨ªses escandinavos tienen poca tradici¨®n de elecciones internas. Tampoco se han instaurado en Alemania, Austria, Suiza o los pa¨ªses del Este.
El PSOE va m¨¢s all¨¢ que casi todos y tiene no una, sino dos elecciones internas. Aunque hasta ahora se ha prodigado poco: solo hay un antecedente de cada. En 2014 Pedro S¨¢nchez gan¨® las primeras primarias a secretario general contra Eduardo Madina. Las ¨²nicas elecciones para candidato fueron en 1998: las m¨ªticas en las que Josep Borrell derrot¨® a Joaqu¨ªn Almunia.?
Portugal tiene un sistema calcado al espa?ol. Los militantes escogen al secretario general, que luego debe afrontar las primarias previas a las generales y abiertas a simpatizantes. En 2014, el entonces alcalde de Lisboa, Antonio Costa, desafi¨® al secretario general del Partido Socialista, Antonio Jose Seguro. Gan¨® Costa con casi el 70% de los votos. Se produjo la temida bicefalia: una persona elegida para liderar el partido y otra distinta candidata a presidente. El choque se resolvi¨® porque Seguro dimiti¨® de su cargo. Hoy Costa es primer ministro y secretario general del partido.?
El caso portugu¨¦s podr¨ªa repetirse ahora en Espa?a. Si las elecciones a secretario general son apretadas, quien pierda podr¨¢ optar a ser el candidato a las generales. Los electores ser¨¢n distintos ¡ªentonces podr¨¢n votar simpatizantes¨C y el resultado por tanto puede ser distinto. Podr¨ªa volver a pasar como en 1998: un secretario general derrotado y un candidato a elecciones sin apoyo interno. No es una receta ideal para ganar en unas generales.
El caso portugu¨¦s podr¨ªa repetirse ahora en Espa?a
Las primarias son populares, refuerzan la legitimad y contribuyen a que los partidos ¡ªque son a menudo r¨ªgidos e impermeables¡ª se abran. Pero no son una herramienta capaz de arreglar todos los problemas de un partido: la desafecci¨®n, la selecci¨®n de l¨ªderes, la imagen del partido. ¡°El problema es sacralizar los instrumentos y pensar que son varitas m¨¢gicas¡±, dice Pablo Sim¨®n, profesor de la Universidad Carlos III. El PSOE import¨® el m¨¦todo de las primarias tras ver en 1995 que el franc¨¦s Lionel Jospin revitalizaba un Partido Socialista tocado tras los a?os del presidente Fran?ois Mitterrand. ¡°Todo el mundo crey¨® que era la gran f¨®rmula ¡ªdice Javier Astudillo, profesor de la Universitat Pompeu Fabra. Los partidos creen que si un partido prueba algo y le sale bien, ya est¨¢ todo arreglado. Pues puede salir bien o fatal, porque con un n¨²mero tan bajo de casos no sabes si ha salido bien de chiripa¡±.
El PSOE se encuentra con un sistema muy abierto comparado con otros pa¨ªses: ¡°Casi la mitad de partidos en Europa tienen congresos y no pasa nada¡±, dice Sim¨®n. Los partidos son cautos con sus pasos adelante en primarias porque no hay vuelta atr¨¢s. La p¨¦rdida de decisi¨®n de los militantes ser¨ªa vista como un regreso al pasado: ¡°Es percibido como una reducci¨®n, y en estos tiempos los partidos no gozan de buena fama¡±, dice Antonella Seddone, profesora de la Universidad de Tur¨ªn.
El PSOE se encuentra con un sistema muy abierto comparado con otros pa¨ªses
Ahora el PSOE puede lamentar la forma precisa en que decidi¨® abrir el partido, con una doble votaci¨®n: ¡°Este sistema se ha hecho de manera muy improvisada y con poca reflexi¨®n, fue fruto de las circunstancias¡±, dice Sim¨®n. En momentos de crisis es cuando se ve m¨¢s la falta de unidad y c¨®mo el partido se pelea, que es algo que el votante suele castigar: ¡°Debe ordenarse; lo que no puede ser es tener a tu organizaci¨®n abierta en canal de manera continua y tener batallas cada dos a?os¡±, a?ade Sim¨®n. Pero es dif¨ªcil imaginar que en una situaci¨®n tan complicada como la que vive hoy el PSOE, otro m¨¦todo opaco fuera m¨¢s ¨²til.
Los tres tipos de primarias
La experiencia de otros pa¨ªses europeos con las primarias es variada, y aunque crece no ha hecho furor. Es posible hablar de tres casos generales: partidos que, como el PSOE, hacen dos primarias (para l¨ªder y candidato); partidos que solo votan para elegir l¨ªder; y partidos que no votan en primarias ni una cosa ni otra.?
Para preparar esta informaci¨®n EL PA?S ha consultado a expertos de 16 pa¨ªses. En todos hay normas no escritas, sistemas estrictos de nominaci¨®n o excepciones. Cada pa¨ªs y partido suele tener alg¨²n matiz anclado en la costumbre o en detalles legalistas. Las primarias son un terreno perfecto para las trampas: el aparato las regula y tiene siempre a mano crear una triqui?uela para obstaculizar a candidatos molestos.
El caso del Partido Democr¨¢tico italiano es similar al del PSOE. El secretario general se elige con una votaci¨®n abierta a simpatizantes. ¡°Hasta 2012 el ganador de esa elecci¨®n era autom¨¢ticamente elegido como candidato a primer ministro si el partido iba solo en las elecciones¡±, dice Giulia Sandri, profesora de la Universidad Cat¨®lica de Lille. En 2012, Matteo Renzi, hoy secretario general del PD, recurri¨® y hoy el PD celebra tambi¨¦n primarias para candidato a primer ministro.
El ¨¦xito de las primarias como promotor del voto qued¨® en entredicho en las ¨²ltimas elecciones francesas
El Partido Socialista franc¨¦s tambi¨¦n tiene dobles primarias, pero es un caso diferente porque su sistema es semipresidencial. Es habitual por tanto que el l¨ªder del partido y el candidato a presidente sean personas distintas. El ¨¦xito de las primarias como promotor del voto qued¨® en entredicho en las ¨²ltimas elecciones francesas: los dos candidatos que ven¨ªan de la izquierda y no pasaron por primarias ¡ªEmmanuel Macron y Jean-Luc Melenchon¨C quedaron mejor que el vencedor de las primarias del Partido Socialista, Benoit Hamon.?
Los laboristas en Reino Unido escogen por votaci¨®n a su l¨ªder. Ese es el modelo m¨¢s com¨²n en Europa. Ese sistema se da en partidos de Irlanda, Pa¨ªses Bajos o Grecia. Pa¨ªses Bajos tiene por ejemplo un sistema bastante pr¨¢ctico. La elecci¨®n del l¨ªder del partido socialdem¨®crata se hace antes de las elecciones. El ganador ser¨¢ tambi¨¦n el n¨²mero 1 en la lista electoral. Por tanto, se escoge a la vez al l¨ªder del partido y al candidato. Aunque alguna vez el l¨ªder electo ¡ªWouter Bos en 2003¨C declina la opci¨®n de competir por el cargo de primer ministro. En algunos sistemas parlamentarios el asunto a¨²n es m¨¢s complicado. En B¨¦lgica no existe el concepto de candidato a primer ministro: ¡°Los gobiernos son siempre coaliciones, y los socios de la coalici¨®n deciden juntos qui¨¦n ser¨¢ el primer ministro; a menudo no es el l¨ªder de ning¨²n partido¡±, dice Kris Deschouwer, profesor de la Universidad Libre de Bruselas.?
El ¨²ltimo grupo de pa¨ªses son los que no hacen primarias de ning¨²n tipo. Es el caso de muchos pa¨ªses del Este, pero tambi¨¦n de Austria, Alemania, Suecia o Noruega. En Suecia, el candidato es nombrado por un sigiloso ¡°comit¨¦ de selecci¨®n¡±: ¡°Por razones confusas, en Suecia hay terror a exponer la competici¨®n interna entre candidatos a l¨ªder¡±, dice Nicholas Aylott, profesor en la Universidad de S?dert?rn en Estocolmo.
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