El Gobierno estudia volver a enviar tropas a Afganist¨¢n a petici¨®n de EEUU
Washington sondea a sus aliados para reforzar con miles de soldados la misi¨®n de apoyo al Gobierno de Kabul
M¨¢s de a?o y medio despu¨¦s de haber dado por concluida su presencia de casi 14 a?os en Afganist¨¢n, dejando solo a una veintena de militares en el cuartel general de la OTAN en Kabul, el Gobierno espa?ol se plantea el regreso de sus tropas. Sobre la mesa tiene una petici¨®n de EE?UU, dirigida a todos los aliados, para reforzar la misi¨®n militar en apoyo al Gobierno de Kabul, que se muestra incapaz de controlar el pa¨ªs. Defensa estudia varias opciones, incluida una pr¨®rroga de la bater¨ªa de misiles desplegada en Turqu¨ªa.
¡°Nos faltan algunos miles de soldados para cumplir nuestra misi¨®n¡±, dijo en febrero pasado el general John Nicholson, jefe de las tropas estadounidenses y aliadas en Afganist¨¢n, ante el Comit¨¦ de Fuerzas Armadas del Senado en Washington. Semanas despu¨¦s, su superior, el general Joseph Votel, jefe del Mando Central, anunciaba en el mismo foro que el Pent¨¢gono estaba elaborando una ¡°nueva estrategia¡± para frenar la expansi¨®n de los talibanes y del Estado Isl¨¢mico en el pa¨ªs asi¨¢tico y que har¨ªan falta ¡°fuerzas adicionales para que la misi¨®n de asesoramiento y asistencia [al Gobierno afgano] sea m¨¢s efectiva¡±.
Aunque oficialmente la Casa Blanca a¨²n no ha aprobado estos planes, Washington ya se ha dirigido a los gobiernos aliados, incluido el espa?ol, para sondear su disposici¨®n a aportar tropas a este refuerzo, confirman fuentes gubernamentales.
Seg¨²n The Washington Post, EE UU planea a enviar 3.000 militares m¨¢s a Afganist¨¢n, por lo que los dem¨¢s aliados deber¨ªan aportar 2.000 para llegar a un total de 5.000. La misi¨®n Resolute Support (Apoyo Decidido) de la OTAN, dedicada al asesoramiento, asistencia y adiestramiento de las fuerzas afganas, cuenta actualmente con 13.500 militares de 39 pa¨ªses (6.950 estadounidenses), por lo que el aumento previsto supera el 35%.
Cospedal apoya a Navantia en Australia
La ministra de Defensa, Mar¨ªa Dolores de Cospedal, viaja este domingo a Australia, donde permanecer¨¢ hasta el martes en una visita que servir¨¢ de apoyo al astillero p¨²blico Navantia, que pugna con brit¨¢nicos e italianos por la construcci¨®n de nueve fragatas del programa SEA 5000, valorado en 20.000 millones de euros. Cospedal embarcar¨¢ en Sidney a bordo de la fragata de la Armada espa?ola Cristobal Col¨®n, que se encuentra en Australia desde el 9 de enero hasta el 15 de junio instruyendo a las dotaciones de los destructores de la clase Hobart de la Marina australiana, basados en las F-100 espa?olas.
La visita de Cospedal, que sigue a la que hizo hace solo dos semanas su secretario de Estado, Agust¨ªn Conde, se produce en plena pol¨¦mica por los problemas detectados en el sistema de propulsi¨®n de dos buques de la clase Camberra, basados en el espa?ol Juan Carlos I y construidos por Navantia y BAE Systems Australia. Aunque aparentemente menores, estos fallos han sido aprovechados por los competidores de Navantia.
La petici¨®n est¨¢ sobre la mesa del Ministerio de Defensa espa?ol, que estudia varias opciones sin decantarse de momento por ninguna. En principio, el Ministerio de Asuntos Exteriores es remiso a reabrir un cap¨ªtulo que las Fuerzas Armadas espa?olas daban ya por cerrado, tras haber gastado 3.700 millones de euros y dejado la vida de 99 militares y dos int¨¦rpretes.
En octubre de 2015, la vicepresidenta Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa viaj¨® a Afganist¨¢n para arriar la bandera espa?ola en la base de Herat, al este del pa¨ªs. Desde entonces, la presencia del Ej¨¦rcito espa?ol en Afganist¨¢n, que lleg¨® a tener 1.500 efectivos en su momento ¨¢lgido, qued¨® reducida a una veintena de militares en Kabul, de los que ocho est¨¢n adscritos a la OTAN.
Para Espa?a ser¨ªa relativamente sencillo ampliar su contingente de instructores en la capital afgana, pero resultar¨ªa mucho m¨¢s problem¨¢tico volver a desplegarlos en otros puntos del pa¨ªs, lo que requerir¨ªa el env¨ªo de una fuerza de protecci¨®n.
Una de las opciones que baraja Defensa es compensar la negativa a mandar tropas a Afganist¨¢n con la pr¨®rroga del destacamento de misiles Patriot estacionado en Adana (Turqu¨ªa), cerca de la frontera con Siria. Espa?a contribuye con una bater¨ªa y 140 militares a la misi¨®n Active Fence (Cerca Activa) de la OTAN desde enero de 2015 y su compromiso acaba en diciembre. Hasta ahora, ning¨²n aliado se ha ofrecido para sustituir al contingente espa?ol, que comparte con otro italiano la defensa ante misiles bal¨ªsticos procedentes de Siria, por lo que prolongar su presencia podr¨ªa resultar necesario. Aunque ello obligar¨ªa a realizar ajustes en los Patriot, ser¨ªa m¨¢s sencillo que mandar tropas a Afganist¨¢n en un momento en que las Fuerzas Armadas est¨¢n ya empe?adas en una quincena de operaciones.
El deterioro de la seguridad en Afganist¨¢n ha tenido su evidencia m¨¢s brutal en el atentado del pasado d¨ªa 31 en el barrio diplom¨¢tico de Kabul, el m¨¢s protegido de la ciudad, donde la explosi¨®n de un cami¨®n cargado con 1,5 toneladas de explosivos dej¨® un saldo de m¨¢s de 90 v¨ªctimas mortales y 460 heridos. No es un caso aislado. En abril, los talibanes atacaron una base del Ej¨¦rcito afgano y causaron 150 muertos. El Gobierno de Kabul solo controla el 57% del territorio y sus tropas sufrieron el a?o pasado m¨¢s de 7.000 bajas.
Expertos militares consideran que la responsabilidad de la actual situaci¨®n la tiene en parte la acelerada reducci¨®n de tropas que impuso la anterior Administraci¨®n estadounidense, deseosa de certificar el fin de la guerra antes de que concluyese la presidencia de Obama, en enero de este a?o. Al final no fue posible y Obama tuvo que revisar al alza la cifra de efectivos en Afganist¨¢n que legaba a su sucesor. Trump, que critic¨® por costosa e ineficaz la participaci¨®n de las tropas estadounidenses en el pa¨ªs asi¨¢tico, est¨¢ ahora en la tesitura de ordenar una implicaci¨®n a¨²n mayor.
De momento, el nuevo inquilino de la Casa Blanca hizo una exhibici¨®n de fuerza con el lanzamiento en abril de la MOAB, la madre de todas las bombas, el mayor artefacto no nuclear utilizado nunca, sobre una red de t¨²neles del Estado Isl¨¢mico. Pero ninguna bomba va a acabar con la guerra de Afganist¨¢n.
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