El callej¨®n sin salida de Valentina Chirac
La rumana, de 37 a?os, viv¨ªa en un chalet aislado a miles de kil¨®metros de su familia y amigos
Valentina Chirac viv¨ªa en un callej¨®n sin salida. No solo porque el chal¨¦ de ladrillo rojo que compart¨ªa con su marido, Jos¨¦ Arellano, y su hija de seis a?os se encontrara en una calle a medio asfaltar a las afueras de Collado Villalba, sino adem¨¢s porque ¨Ccomo demuestra su perfil en las redes sociales¡ªla mayor parte de su familia y amigos viv¨ªa en su pa¨ªs, Ruman¨ªa. De tal forma que aquella casa grande y destartala que en alg¨²n momento pudo representar una esperanza, se convirti¨® el pasado s¨¢bado d¨ªa 27 de mayo en una trampa mortal. Nadie la oy¨® gritar ni forcejear con su asesino, le tap¨® la boca y le inmoviliz¨® las manos con cinta americana y la asfixi¨® coloc¨¢ndole una bolsa de pl¨¢stico.
A las 12,19 de aquel s¨¢bado, Arellano, de 43 a?os, due?o de una empresa de reparaci¨®n de turbocompresores, telefone¨® al 112 y pidi¨® auxilio:
¡ªHan entrado a robar en mi chal¨¦. Estoy en la puerta y oigo ruido dentro. Creo que los ladrones est¨¢n todav¨ªa aqu¨ª.
Una patrulla de la Guardia Civil y otra de la Polic¨ªa Local de Collado Villalba se presentaron en el n¨²mero 9 de Puerto de Canencia. El propietario estaba en la puerta. Su actitud y la versi¨®n apresurada de los hechos ¡ª¡°sal¨ª a las nueve de la ma?ana a pasear en moto y al llegar me encontr¨¦ con los ladrones dentro, tal vez hayan matado a mi mujer¡±¡ª escamaron desde el principio a los agentes. Al entrar en el chal¨¦ de ladrillo rojo se encontraron a su esposa, Valentina Chirac, una rumana de 37 a?os con la que se cas¨® en 2014 y tiene una hija de seis a?os, asesinada en la ¨²ltima habitaci¨®n del chal¨¦. El mando de la Guardia Civil responsable de la investigaci¨®n asegura que desde el principio sospech¨® de Arellano, pero que no orden¨® su detenci¨®n hasta que, un d¨ªa despu¨¦s del crimen ¡ªel domingo 28 de mayo¡ª, el forense pudo determinar que la mujer fue asfixiada entre las cuatro y las seis de la madrugada del s¨¢bado. A esa hora Jos¨¦ se encontraba a solas con Valentina en el chal¨¦. La hija estaba en casa de unos amigos. Al quedarse sin coartada, Arellano ¡ªacusado formalmente del asesinato de su esposa¡ª se ha negado a declarar.
El jueves 1 de junio, apenas cinco d¨ªas despu¨¦s de un crimen tan brutal, apenas dos rosas mustias recordaban, junto al precinto judicial, que una mujer ¡ªotra m¨¢s¡ª hab¨ªa sido asesinada all¨ª por su marido. Unas activistas por el derecho de los animales discuten con una pareja de la Guardia Civil para que les dejen romper el precinto y rescatar al gato y las gallinas de la familia Arellano-Chirac. ¡°?C¨®mo se muera el gato os vais a enterar!¡±, les amenazan. Desde Zaragoza, Dora Chirac, env¨ªa unas fotos de su prima de Valentina y un solo deseo: ¡°Que su asesino se pudra en la c¨¢rcel¡±.
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