Los 3.805 hijos del Gobierno valenciano
El Gobierno valenciano reforma el sistema de acogida de menores en medio de denuncias de presunto maltrato y abuso
El silencio se hizo espeso en el Parlamento valenciano cuando el pasado 24 de mayo la vicepresidenta del Gobierno y consejera de Pol¨ªticas Inclusivas, M¨®nica Oltra, ley¨® fragmentos de informes oficiales sobre las anomal¨ªas detectadas en algunos centros de menores de la Comunidad Valenciana. Se parecen a las ¡°novelas de Dickens¡±, lleg¨® a decir el presidente Ximo Puig.
Oltra hab¨ªa anunciado d¨ªas antes una reforma del sistema de protecci¨®n de menores para poner fin al ¡°sistema privatizado, pr¨¢cticamente desmantelado¡±, que hered¨® en 2015 del anterior Gobierno del PP. Habl¨® de castigos f¨ªsicos como duchas fr¨ªas, de comida caducada en los men¨²s e incluso de un supuesto caso de acoso sexual en un centro concertado de Segorbe, regentado por una orden religiosa, que termin¨® con un educador despedido. Oltra admiti¨® tambi¨¦n una investigaci¨®n en marcha por posible corrupci¨®n de menores en la que estaban implicados algunos tutelados del centro p¨²blico de Monteolivete (Valencia). Posteriormente ha trascendido que la fiscal¨ªa investiga otro posible caso de prostituci¨®n de tutelados en el entorno del centro.
El PP se revolvi¨® contra las acusaciones de Oltra. ¡°He sido consejera pero nunca se me hubiera ocurrido venir aqu¨ª relatando unos hechos tan graves y que afectan a menores para justificar su gesti¨®n¡±, le afe¨® la diputada auton¨®mica del PP Mar¨ªa Jos¨¦ Catal¨¢, quien le record¨® a Oltra que llevaba ya dos a?os en el cargo como responsable de menores.
Regina del Peral, coordinadora de las Terciarias Capuchinas, la orden que gerencia La Resurrecci¨®n de Segorbe, donde se produjo el supuesto acoso o abuso sexual a una menor tutelada ¡ªun juzgado de Castell¨®n investiga los hechos¡ª, as¨ª como posibles castigos y la comida deficiente o escasa, se defiende. ¡°Para preservar la integridad de la menor, de 17 a?os, despedimos al educador por incumplimiento de contrato¡±, dice la religiosa. ¡°El expediente administrativo [que se abri¨®] concluye que es una conducta inadecuada del trabajador¡±, que fue despedido [por contactar con la menor fuera del centro, cuando los empleados lo tienen prohibido], pero Del Peral niega rotundamente que encubrieran un caso de abuso.
Rechaza adem¨¢s que la comida estuviera en malas condiciones ¡ª¡°bajo ning¨²n concepto¡±¡ª, aunque admite que la mayor parte de los 2.200 euros mensuales para la manutenci¨®n que recibe de la Generalitat por menor se destina a las n¨®minas de los trabajadores. ¡°Para la comida quedan unos 10 euros diarios¡±[DIARIOS], calcula. Y la ducha era templada no fr¨ªa. El centro ha anunciado acciones judiciales contra la vicepresidenta por sus declaraciones en el Parlamento.
El Gobierno valenciano traslad¨® a los 18 menores de Segorbe a otros centros a principios de mayo y confirm¨® el cierre en julio del centro de Monteolivete ¡ªla fiscal¨ªa advirti¨® que deb¨ªa cerrarse¡ª. El trabajo es ingente con 3.805 menores que est¨¢n bajo la tutela de la Generalitat. Algo m¨¢s del 30% vive en alguno de los 80 centros de acogida, de los que 10 son p¨²blicos, 15 mixtos y 55 privados. Oltra anunci¨® refuerzos en las instituciones, m¨¢s inspecciones y m¨¢s acogimiento en familias.
Mar¨ªa Atienza y su marido Javier Guzm¨¢n saben mucho de estos menores. Este matrimonio de Aldaia (Valencia) ha acogido durante seis a?os a nueve menores; el ¨²ltimo E., de ocho meses. ¡°Tengo un coraz¨®n, no una patata, y claro que se me rompe cada vez que se van. Pero tienes que tener claro que no te los quitan. Nuestra labor es durante un periodo de transici¨®n. Al beb¨¦ que cuidan ahora y a los anteriores, los tutela el Estado, y nosotros los acogemos hasta que la Administraci¨®n les encuentra una soluci¨®n definitiva; ya sea volver con la familia biol¨®gica o la adopci¨®n u otra salida¡±, se explaya Atienza, de 48 a?os.
Suelen estar con ellos de 6 a 13 meses. ¡°Los ni?os se adaptan infinitamente mejor de lo que creemos. La transici¨®n de la familia de acogida a la de adopci¨®n se tiene que hacer de forma muy delicada. Son peque?os y hay que respetar sus tiempos¡±, a?ade. Esta pareja coincide en que hay que poner la lupa sobre el sistema, donde, en su opini¨®n, ha habido abandono y dejadez. ¡°Ahora veo una declaraci¨®n de buenas intenciones [en los anuncios de reforma de la Generalitat]. Si se va a plasmar o no, lo veremos¡±, a?ade Atienza.
El matrimonio considera que los centros no pueden desaparecer porque en algunos casos son necesarios, ¡°pero ni deben estar masificados ni esas barbaridades que hemos escuchado¡±, a?ade Javier. Su cuidado no debe depender de si gobierna un partido u otro: ¡°Son ni?os y hay que protegerlos¡±, remacha Guzm¨¢n.
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