Los girasoles que deslumbran a los japoneses
El n¨²mero de turistas asi¨¢ticos que visitan Carmona (Sevilla) crece atra¨ªdos por esta planta
A Mai Muraki le encantan los girasoles. "Son preciosos. Me fascina su color, su brillo, su elegancia...", enumera esta japonesa. Pero no recuerda desde cu¨¢ndo. "Creo que desde peque?a, siempre me han llamado la atenci¨®n", dice. Y no es la ¨²nica. Los campos de girasoles de la localidad sevillana de Carmona se han convertido en parada obligada de turistas asi¨¢ticos que, como Muraki, recorren la provincia. "El aumento de visitantes de Jap¨®n, Corea y China ha sido muy importante en los ¨²ltimos a?os. Es dif¨ªcil asegurar que solo sea por los girasoles, pero raro es el d¨ªa que no vengan varios grupos o parejas interesados en ir a verlos", se?ala la responsable de la oficina de turismo del municipio, Paula Moreno. Seg¨²n los datos de esta entidad, el n¨²mero de visitantes asi¨¢ticos ha pasado de unos 2.900 en 2012 a m¨¢s de 4.000.
"Me transmiten alegr¨ªa, felicidad, positividad...", cuenta una mujer que ha visitado los campos
Muraki y su amiga esperan en la oficina de turismo al taxista que les acercar¨¢ a los campos de girasoles. El viaje, de ida y vuelta, incluye parada para inmortalizar el momento y perderse por ese mar amarillo y verde. "No s¨¦ si me dar¨¢ tiempo a hacer todas las fotos que quiero", afirma la chica. "Los visitantes tienen dos opciones: ir en taxi o con la empresa Girasoles de Carmona, que ofrece un recorrido por sus terrenos, incluso en coche de caballos si el tiempo lo permite, e informaci¨®n sobre el cultivo", afirma Moreno. A casi 35 kil¨®metros de la capital andaluza, el municipio cuenta con una superficie de?m¨¢s de 5.000 hect¨¢reas de estas plantas. ?"En sus pa¨ªses tambi¨¦n hay, pero no en extensiones tan grandes como aqu¨ª. Les maravilla que se les pierda la vista", explica la responsable, quien indica que est¨¢n en continuo contacto con agencias y touroperadores interesados en estas visitas. La temporada comienza a mediados de mayo y se prolonga hasta julio.
Y, ?por qu¨¦ les encantan? "Me transmiten alegr¨ªa, felicidad, positividad...", asegura Muraki mientras juega con la bolsita de pipas para sembrar que le han regalado en la oficina de turismo. "Est¨¢n llenos de luz, de vida...", agrega la chica. "A nosotros nos cuentan que, para ellos, los girasoles representan la vitalidad, la fecundidad, energ¨ªa positiva...", afirma Moreno, antes de se?alar que en algunos puntos de Jap¨®n, incluso, celebran una fiesta en su honor. "Ellos dicen que representa el sol, la vida, la luz...", a?ade Victoria P¨¦rez, de?la empresa Girasoles de Carmona, antes de apuntar que durante las visitas les ense?an a comer pipas.?
El japon¨¦s Jun Zhang asegura que se "enamor¨®" de los girasoles tras ver a la "gran?Sophia Loren" en medio de uno de estos campos en la pel¨ªcula?Los girasoles. "Me fascinaron", asegura tras describir las parcelas de Carmona como "un mar de luz sin final". "Me siento lleno de vida, en paz, con mucha felicidad", asegura tras haberse adentrado en uno de estos campos. "Dan ganas de perderse y quedarse all¨ª escondido, al menos, 24 horas", bromea.?
Ante la creciente atracci¨®n, adem¨¢s de las visitas,?la empresa Girasoles de Carmona?ofrece a los turistas la posibilidad de tener su propia plantaci¨®n virtual. A trav¨¦s de Internet, los interesados pueden apadrinar por 250 euros una parcela de 40 metros cuadrados y recibir v¨ªdeos y fotograf¨ªas de todo el proceso: desde la siembra hasta la recogida. Tras la recolecta, recibir¨¢ uno de los girasoles de su terreno disecado. "Para ser el primer a?o, hemos tenido unos cuantos pedidos. Pero, sobre todo, lo que recibimos son consultas y preguntas", afirma P¨¦rez.?
S¨ªguenos en Twitter y en Flipboard
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.