Dos d¨ªas para una foto
Iglesias les pas¨® la mano por el lomo al PSOE y al final se acerc¨® sin miedo a dar la mano a ?balos
Cuando esta ma?ana quisieron continuar el debate, Rajoy ya no estaba all¨ª. Apareci¨® al final de la ma?ana. Parece incre¨ªble decirlo, dada su pachorra, pero era motivo de tensi¨®n. Sin ¨¦l, el hemiciclo qued¨® para otros asuntos, casi se olvidaron todos de la moci¨®n de censura. Adem¨¢s de una jornada de ausencias, porque Pedro S¨¢nchez tampoco est¨¢ desde que renunci¨® a su esca?o, ha sido un d¨ªa de declaraciones de amor y odio. Pablo Iglesias y Albert Rivera se dieron le?a durante hora y media. Estuvo divertido. El l¨ªder de Ciudadanos le llam¨® viejuno, lo pint¨® de vago y decimon¨®nico. Sac¨® sus temas, la clase media, los aut¨®nomos y le pregunt¨® si iba a expropiar Mercadona. Tard¨® poco en decir ¡°Espa?a en marcha¡±. El lema de Macron tiene muchos amigos, y ya el d¨ªa anterior lo hab¨ªa usado Irene Montero pero atribuy¨¦ndolo a Gabriel Celaya. Para avisarle de que se acababa el tiempo, Ana Pastor le apretaba la luz naranja, que no era la alerta del calor. Luego por fin la presidenta de la c¨¢mara pronunci¨® esas palabras que tanto le debe de gustar o¨ªr a Iglesias estos d¨ªas: ¡°Tiene la palabra el candidato a la presidencia del Gobierno, el se?or Iglesias Turri¨®n¡±.
Sali¨® de cabeza al ataque personal. Acus¨® a Rivera de hacer citas pedantes de libros que no ha le¨ªdo y vender productos bancarios. El l¨ªder de Ciudadanos volvi¨® al estrado caliente ¡ªah¨ª ya hab¨ªa alerta naranja¡ª y le llam¨® embustero y c¨ªnico. Luego Iglesias le dijo hasta in¨²til: ¡°Ustedes no sirven para nada en pol¨ªtica¡±. El clima se carg¨® de comentarios e imprecaciones, hasta el punto de que Ana Pastor llam¨® la atenci¨®n a Celia Villalobos. ¡°?Se le oye lo que usted dice aqu¨ª!¡±. ¡°C¨®mo habr¨¢ sido lo que ha dicho para que hasta Ana Pastor le llame la atenci¨®n¡±, le pic¨® Iglesias. Luego Rivera le pill¨® a ¨¦l cuando le record¨® que Jordi Sol¨¦ Tura no se dice ¡°Tur¨¢¡±: ¡°?Que no es un jugador de f¨²tbol!¡±. Al final, tras las tortas, le tendi¨® la mano, y ah¨ª se qued¨®.
Luego siguieron mareas, confluencias y dem¨¢s, multiplicando la artiller¨ªa de Unidos Podemos, y de repente, a las 10.40, huy, Alberto Garz¨®n. Es verdad, tambi¨¦n ¨¦l ten¨ªa un partido. Hasta ahora resultaba tan ausente como Rajoy o Pedro S¨¢nchez, con el inconveniente de que ¨¦l si estaba all¨ª. En vez de S¨¢nchez, el que estaba era Jos¨¦ Luis ?balos, que a¨²n te lo encuentras en el metro y no sabes qui¨¦n es. Hoy se estrenaba. Hab¨ªa muchos huecos en los esca?os del PSOE, una veintena. Entre ellos, uno al lado del propio ?balos, que as¨ª parec¨ªa m¨¢s perdido. Luego lleg¨® su compa?ero, otro se?or. Es que en la bancada del PSOE casi no te suena ninguno, tanto tiempo sin ser ministros y tanto movimiento de banquillo.
A las 11.20 lleg¨® el turno del PSOE y enseguida se pusieron a aplaudir. Por fin, despu¨¦s de d¨ªa y medio pod¨ªan aplaudir a alguien, aunque fuera a ?balos. El nuevo portavoz socialista estuvo muy serio, algo f¨²nebre. Le atiz¨® al PP, pero todo lo que dijo ya lo hab¨ªa dicho antes Iglesias y con m¨¢s gracia. Con m¨¢s mala leche por supuesto, eso ya es patrimonio de Podemos hasta que encuentren un nuevo Alfonso Guerra. En el PSOE no est¨¢n los tiempos como para ver qui¨¦n es el gracioso. Todav¨ªa tienen que encontrar al serio. Pero los diputados socialistas segu¨ªan aplaudi¨¦ndose, casi como terapia curativa, deseosos de volver a ser los que eran. ?balos estuvo ya mejor cuando se gir¨® hacia Unidos Podemos. Es verdad que Iglesias no les hab¨ªa sacudido ni una sola vez, pero ?balos se permiti¨® arrearle a ¨¦l, un poquito, por dignidad torera. Le agradeci¨® que esta vez le tratara bien. ¡°Entre ser insultado y ser tratado como esta vez, no hay color¡±, dijo en su primer uso del humor. Iglesias le escuchaba con semblante ce?udo, sin sarcasmo ni mover una ceja, para hacerle ver que de verdad est¨¢n en otra fase y ahora va en serio. Al final ?balos dijo lo que hab¨ªa venido a decir. Anunci¨® a los espa?oles, apremiado por Ana Pastor y los dem¨¢s pidiendo la hora: ¡°Somos el nuevo Partido Socialista Obrero Espa?ol¡±.
Iglesias le dio la bienvenida como tal y contest¨® suavecito como un banco de medusas. Hasta les insinu¨® que todav¨ªa podr¨ªan arreglar un acuerdo all¨ª mismo en unos recesos. Pero ?balos no se dej¨® seducir, se volc¨® en la autoestima y los 138 a?os de historia, y se fue creciendo con la retranca, hasta sentirse m¨¢s suelto. Pero ya parec¨ªa despejado el peligro de mordedura. Iglesias les pas¨® un poco m¨¢s la mano por el lomo y al final se acerc¨® sin miedo a dar la mano al portavoz. La primera foto del ¨¢lbum del nuevo PSOE. Dos d¨ªas para hac¨¦rsela.
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