La Fiscal¨ªa pide 50 a?os de c¨¢rcel para los agresores de los guardias civiles de Alsasua
El ministerio p¨²blico imputa a cada uno de ellos cuatro delitos de lesiones terroristas
La Fiscal¨ªa de la Audiencia Nacional solicit¨® este martes una pena de 50 a?os de prisi¨®n por lesiones terroristas para seis de los ocho j¨®venes de Alsasua (Navarra) que supuestamente participaron en la agresi¨®n a dos guardias civiles de permiso y sus parejas en las fiestas del pueblo en octubre de 2016. Para otro acusado, Oihan Arnanz, eleva la petici¨®n a 62 a?os y medio al a?adir un delito de amenaza terrorista. Para la octava imputada, Ainara Urkijo, se piden 12 a?os y medio solo por amenazas con car¨¢cter terrorista.
Los hechos ocurrieron en la madrugada del 15 de octubre pasado en el bar Koxka de Alsasua, una localidad con gran implantaci¨®n de la izquierda abertzale. Seg¨²n el relato de la fiscal¨ªa, los guardias ¡ªun teniente y un sargento¡ª estaban fuera de servicio tomando una consumici¨®n con sus parejas cuando fueron abordados por Oihan Arnanz, que le pregunt¨® al teniente, cuando este sal¨ªa del ba?o, si era ¡°madero¡±. Poco despu¨¦s, alguien dentro del establecimiento les arroj¨® un vaso de chupito de pl¨¢stico, que no les caus¨® da?o alguno.
Sobre las cuatro de la ma?ana, entr¨® en el bar Jokin Unamuno, que se encar¨® con el sargento. Cuando el teniente, le intent¨® calmar llam¨¢ndole por su nombre, Unamuno comenz¨® a gritarles que se marcharan del bar. Una chica menor de edad que iba con ¨¦l alent¨® a un grupo de personas para rodear a los guardias y sus novias.
El fiscal ve la estrategia de ETA tras el ataque
La consideraci¨®n del ataque a los guardias civiles de Alsasua como terrorismo deriva de que, seg¨²n la fiscal¨ªa, la agresi¨®n se enmarca dentro de la estrategia de ETA y su entorno para expulsar del Pa¨ªs Vasco y Navarra a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Seg¨²n el escrito, a pesar del cese definitivo de la actividad armada de ETA en octubre de 2011, persiste la campa?a Alde Hemendik (Fuera de aqu¨ª) para lograr la salida de las fuerzas de seguridad de esas comunidades. Esta campa?a, seg¨²n la fiscal¨ªa, tiene dos fines: la primera ¡°influir de manera negativa en la calidad de vida de los miembros de la Guardia Civil, as¨ª como en la de sus familiares y amistades como paso previo a su exclusi¨®n social¡±. La segunda consiste en ¡°crear un clima de miedo y rechazo entre los ciudadanos, inst¨¢ndoles (...) a no entablar ning¨²n v¨ªnculo afectivo o de amistad o cortes¨ªa con miembros de la Guardia Civil¡±.
En breves instantes, alrededor de 25 personas rode¨® a las cuatro v¨ªctimas y comenzaron a insultarles: ¡°Iros (sic) de aqu¨ª, hijos de puta, os tenemos que matar por ser guardias civiles, cabrones, txakurras (perros)¡±. Inmediatamente comenzaron los golpes dentro del bar. Un pasillo de agresores la emprendi¨® a pu?etazos, empujones y patadas con los guardias y sus parejas.
Una vez en la calle, la agresi¨®n continu¨®. Seg¨²n el escrito, el teniente y el sargento fueron atacados en ese momento con ¡°gran violencia y brutalidad¡± especialmente por Jokin Unamuno, Jon Ander Cob y Julen Goikoetxea.
Con los agentes en el suelo, otros tres j¨®venes ¡ªel citado Arnanz, Adur Ram¨ªrez de Alda y Aratz Urrizola¡ª comenzaron a darles patadas en la cabeza y la espalda. La novia del sargento, tratando de defender a este, tambi¨¦n fue golpeada. El teniente, con una pierna rota, no pod¨ªa levantarse.
Cuando los agentes de la Polic¨ªa Foral acudieron al lugar de la agresi¨®n, una vez trasladados los heridos al hospital. Detuvieron, entre un gran tumulto a Jokin Unamuno. Oihan Arnanz se encar¨® con un agente y supuestamente amenaz¨® con darle un pu?etazo. A su lado, Ainara Urquijo amenaz¨® a la pareja del sargento diciendo: ¡°Esto que os ha pasado es por salir de all¨ª arriba, cada vez que salg¨¢is os va a pasar lo mismo as¨ª que lo que tienes hacer es no salir de all¨ª¡±, refiri¨¦ndose a la casa cuartel de la Guardia Civil de Alsasua.
El teniente sufri¨®, a causa de la agresi¨®n, una fractura de tobillo que requiri¨® tratamiento quir¨²rgico y contusiones. Estuvo fuera de servicio 92 d¨ªas. Su novia, adem¨¢s de distintas contusiones, sufre ansiedad. ¡°Dicha situaci¨®n se vio agravada al cruzarse por la calle con uno de sus agresores y por la situaci¨®n que viven sus padres en Alsasua, donde residen y reciben amenazas e insultos¡±, afirma la fiscal¨ªa.
El sargento tard¨® en curar de sus lesiones en la espalda y las piernas 53 d¨ªas, mientras que su novia, adem¨¢s de las lesiones ¡ªcontracturas cervicales, hematomas¡ª seguido bajo control psicol¨®gico con visitas programadas cada 15 d¨ªas por estr¨¦s postraum¨¢tico.
La fiscal¨ªa atribuye a siete de los ocho acusados un total de cuatro delitos de lesiones con car¨¢cter terrorista, penados cada uno con un m¨ªnimo de doce a?os y medio de prisi¨®n. Para Oihan Arnanz reclama otros 12 a?os y medio por amenaza, pena que solicita para la octava acusada, Ainara Urkijo. En caso de que la Secci¨®n Primera de lo Penal de la Audiencia Nacional no aprecie estos delitos, la fiscal¨ªa plantea, subsidiariamente, que los hechos sean considerados como desordenes p¨²blicos terroristas, atentado, lesiones ordinarias y amenazas terroristas, con penas que oscilan entre los 18 a?os y 30 a?os y medio de prisi¨®n.
La decisi¨®n llega despu¨¦s de un litigio entre la Audiencia Nacional y la Audiencia Provincial de Navarra sobre la competencia para investigar y enjuiciar los hechos. El tribunal navarro entend¨ªa que la agresi¨®n no pod¨ªa entenderse como terrorismo, mientras que la Audiencia Nacional reclamaba para s¨ª la causa al apreciar la existencia de este delito. Finalmente, el pasado 1 de junio, el Tribunal Supremo dirimi¨® el conflicto de competencia y decidi¨® que correspond¨ªa a la Audiencia Nacional.
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