¡°Se aliment¨® de la escena de muerte de las personas con las que convivi¨®¡±

Tras ampararse en la oscuridad para entrar en una habitaci¨®n desocupada de la primera planta de la residencia donde viv¨ªa y prenderle fuego al colch¨®n, Mar¨ªa del Carmen Alejandre se march¨® del edificio con absoluta parsimonia. Apenas tuvo unas palabras, en voz muy baja, con una de las personas con las que se cruz¨® mientras sal¨ªa de este inmueble de tres plantas, localizado en Cuarte de Huerva, a las afueras de Zaragoza. "Avis¨® de las llamas de forma muy tranquila, despreocup¨¢ndose de ellas", relat¨® un testigo, que vio c¨®mo esta mujer de 64 a?os se sentaba entonces en un columpio del porche. A esperar. "Aliment¨¢ndose de la escena de la muerte de las personas con las que ella hab¨ªa convivido", seg¨²n ha escrito en su sentencia el magistrado que acaba de condenarla a m¨¢s de 61 a?os de c¨¢rcel por el homicidio de los nueve fallecidos en el incendio que provoc¨® el 11 de junio de 2015.

"?Ha sido ella, ha sido ella!", gritaba una cuidadora cuando llegaron los bomberos y la Guardia Civil al escenario donde se dejaron la vida Rogelio, Mar¨ªa, B¨¢rbara, Jos¨¦ Luis, Carmen, Mar¨ªa Elena, Pilar, Elena y Jer¨®nima. Ten¨ªan entre 71 y 92 a?os. Otras nueve personas resultaron heridas. "O¨ªamos los gritos de la gente, pero no pod¨ªamos hacer nada", recordaba Pedro Marco, camionero y vecino de la residencia Santa Fe, que salt¨® la tapia con su padre y un amigo para socorrer a los mayores. Durante 15 minutos, entraron y salieron del geri¨¢trico con ellos a cuestas. Bajo la mirada de Alejandre, a la que el juez describe como "fr¨ªa" e "incompasiva", que actu¨® "por puro ego¨ªsmo" y que incendi¨® la residencia para "conseguir que el sistema p¨²blico le trasladase a otra m¨¢s acorde a sus aspiraciones".

La acusada hab¨ªa discutido ese d¨ªa con su hijo [su tutor legal, ya que ella estaba incapacitada legalmente]. Seg¨²n relata la sentencia, la mujer le hab¨ªa pedido que se la llevara de Santa Fe. Pero ¨¦l le dio largas. Y, entonces, ella lo amenaz¨®. "Te acordar¨¢s. Saldr¨¦ de aqu¨ª como sea. Me ir¨¦ de uno u otro [modo]", le espet¨® Alejandre, que ya hab¨ªa sido condenada en 2013 a cuatro meses de c¨¢rcel por un delito de lesiones en el ¨¢mbito familiar. Horas despu¨¦s, sobre las once y media de la noche, le prend¨ªa fuego al colch¨®n.

"Cuando caus¨® el incendio, la mayor¨ªa de los residentes estaban durmiendo. E, incluso, algunos de ellos se encontraban impedidos para moverse", subraya, en su escrito, el magistrado de la Audiencia Provincial de Zaragoza. "Y ella era consciente de ello", remacha la sentencia. El jurado consider¨® que la procesada tiene disminuidas sus facultades de forma leve, pero descart¨® de "forma tajante y expresa" una alteraci¨®n importante o total de ellas, en base al dictamen de los forenses que participaron en el juicio.

El incendio desvel¨®, adem¨¢s, que la residencia Santa Fe funcionaba de forma ilegal. Carec¨ªa de permiso de apertura. No ten¨ªa detectores de humos. Sus trabajadores no hab¨ªan recibido ninguna formaci¨®n sobre c¨®mo actuar en situaciones de emergencias. "Y la propia directora reconoci¨® la existencia de personas sujetas con cinchos a la cama", apunta el tribunal, que conden¨® como responsable civil subsidiario a la Fundaci¨®n que la gestionaba ¡ªque deber¨¢ asumir, en su caso, los cerca de 400.000 euros en indemnizaciones impuestos a Alejandre¡ª. El magistrado descart¨® que la Diputaci¨®n General de Arag¨®n tenga responsabilidad penal: "Sin perjuicio de sus responsabilidades exigibles en v¨ªa administrativa".

Durante el juicio oral, celebrado el pasado junio,?Alejandre no evidenci¨® ning¨²n "acto de contrici¨®n", seg¨²n escribi¨® el juez. En cambio, lanz¨® miradas desafiantes y trat¨® de agredir con una muleta a los periodistas que asistieron a la vista oral. Todo ello, dos a?os despu¨¦s del incendio con el mayor n¨²mero de v¨ªctimas mortales registradas en una residencia de ancianos en Espa?a en los ¨²ltimos tres lustros.