El tsunami que vino del cielo
Pese a que se desconoce el origen de uno de cada diez fen¨®menos naturales de este tipo, un 3 % de todos ellos tienen origen meteorol¨®gico
Tsunami es la palabra de origen japon¨¦s que hace referencia a los maremotos. Estos fen¨®menos tienen lugar cuando al temblar la tierra se genera una oscilaci¨®n en el mar dando lugar al desplazamiento de una gran masa de agua. Las ondulaciones viajan hasta llegar a la costa donde debido al cambio de profundidad se producen las peligros¨ªsimas olas gigantes, que inundan y destruyen las zonas junto al mar.
Todos recordamos las im¨¢genes del tsunami de diciembre de 2004 en el Oc¨¦ano Indico, considerado el m¨¢s destructivo de la historia con 283.000 fallecidos. Las olas de unos treinta metros fueron causadas por el se¨ªsmo de Sumatra-Andaman ¡ªuno de los movimientos tect¨®nicos m¨¢s grandes jam¨¢s registrados¡ª, con una magnitud de momento entre 9.0-9.3.
Tambi¨¦n existen otro tipo de tsunamis que los generan los cambios de la atm¨®sfera (bautizados cient¨ªficamente como "meteotsunamis") y pueden ser tambi¨¦n destructivos en zonas de litoral. Aunque se desconoce el origen de un 10 % de los tsunamis, un 3 % de todos ellos tienen origen meteorol¨®gico.
Los meteotsunamis obedecen a diversos mecanismos de generaci¨®n. El m¨¢s habitual tiene que ver con una onda de gravedad en la atm¨®sfera que genera cambios de presi¨®n sobre la superficie del mar y provoca un movimiento en el agua. Este movimiento marino, al igual que el generado por los terremotos, se propaga y al llegar a regiones costeras, puede incrementar el nivel del mar en varios metros.
El fin de semana pasado las aguas del mediterr¨¢neo sufrieron notables oscilaciones del nivel del mar que se dieron en las costas de Alicante y Baleares.
Este fen¨®meno es bien conocido por los habitantes de las Baleares donde recibe el nombre de "rissaga". Las rissagas merecen atenci¨®n especial de los meteor¨®logos de la Agencia Estatal de Meteorolog¨ªa (AEMET). Desde el organismo, se llevan a cabo avisos destinados especialmente a paliar sus efectos. Un caso rese?able dentro de las islas es el del puerto de Ciutadella, en Menorca. Dada su estructura acanalada las oscilaciones del mar se ven amplificadas y en varias ocasiones se han producido graves destrozos en embarcaciones. El pasado domingo se registr¨® una rissaga de 1,20 metros en dicho puerto.
Las grandes olas generadas por condiciones meteorol¨®gicas no suelen ser tan destructivas como las generadas por sus parientes s¨ªsmicos, pero no pueden ser ignoradas. Hace dos meses una de estas grandes olas de origen meteorol¨®gico engull¨® una playa holandesa, siendo habituales tambi¨¦n en otras zonas del mundo. En cada lugar reciben un nombre distinto:?ressaca en portugu¨¦s, milghuba en malt¨¦s, marrobio en italiano, abiki en japon¨¦s o ??iga en croata.
Los meteotsunamis ponen de manifiesto que los meteor¨®logos no podemos desacoplar los efectos de la atm¨®sfera de los oc¨¦anos. Cada vez se tienen m¨¢s en cuenta las consecuencias de retroalimentaci¨®n de los elementos que configuran el sistema terrestre; lo que est¨¢ dando lugar a modelos y predicciones cada vez m¨¢s completos y precisos.
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