Los hosteleros cuestionan la ley de Baleares que persigue limitar el turismo
La norma impone un techo m¨¢ximo de plazas y el objetivo de reducirlas paulatinamente
Nunca llueve a gusto de todos. Tanto el sector hotelero como los empresarios del alquiler vacacional critican diferentes aspectos de la nueva Ley General Tur¨ªstica de Baleares que entr¨® en vigor el pasado martes. La Federaci¨®n Hotelera de Mallorca se muestra contraria a reducir con el paso de los a?os el n¨²mero m¨¢ximo de plazas tur¨ªsticas en la comunidad, que el Ejecutivo Auton¨®mico ha fijado en un tope de 623.624, mientras que la Asociaci¨®n de Apartamientos y Viviendas de Alquiler de Temporada de Baleares (APTUR) estudia la normativa para impugnarla ante los tribunales al considerar que limita de forma restrictiva su actividad.
La nueva ley establece un techo m¨¢ximo de plazas tur¨ªsticas de 623.624 en toda la comunidad, con el objetivo de recortarlas en 120.000 en los pr¨®ximos a?os. De ese total de plazas actualmente hay alrededor de 52.000 libres, es decir, los empresarios tur¨ªsticos pueden continuar pidiendo autorizaciones para poner en marcha negocios hasta agotar todas esas plazas libres. Cada plaza equivale a una cama de hotel o a un inquilino en una vivienda tur¨ªstica. Una vez esa reserva se termine, solo se podr¨¢ dar de alta una plaza cuando otra se haya dado de baja.
Una medida que la Federaci¨®n Hotelera de Mallorca comparte porque consideran ¡°necesario¡± establecer un techo de plazas ajustado a los recursos y necesidades de las islas. Sin embargo, se muestran radicalmente en contra de la intenci¨®n del Ejecutivo de Armengol de ir reduciendo esa cifra en los pr¨®ximos a?os. ¡°Suprimir plazas regladas ir¨¢ en detrimento del empleo y de la inversi¨®n. Estamos de acuerdo con el techo de plazas, pero no con el decrecimiento¡± dice la presidenta de la patronal Inma de Benito.
Desde el a?o 1999 hay unas 120.000 plazas que el Gobierno balear ha ido concediendo en r¨¦gimen de excepci¨®n ¨Choteles de cinco estrellas, de ciudad, agroturismos, hoteles rurales- que no se renovar¨¢n cuando se vayan dando de baja. Mediante este sistema el Ejecutivo auton¨®mico pretende reducir la oferta de plaza, una medida que los hoteleros no comparten. Tambi¨¦n critican que en un futuro se puedan beneficiar de ellas alojamientos que actualmente son ilegales, como los alquileres en pisos de edificios residenciales.
A los tribunales
Quienes desde un principio han luchado por evitar la entrada en vigor de la ley son los empresarios de los arrendamientos tur¨ªsticos. El presidente de la patronal APTUR, Joan Miralles, afirma que la nueva norma se ha redactado ¡°a medida de las grandes cadenas hoteleras¡±. Con el texto que entr¨® en vigor el pasado martes, Baleares proh¨ªbe alquilar pisos y apartamentos a turistas.
Solo est¨¢ permitido el arrendamiento tur¨ªstico en chalets, viviendas unifamiliares y casas de pueblo que cuenten con la pertinente licencia de la Consejer¨ªa de Turismo, que desde el martes no autoriza nuevos permisos. La normativa prev¨¦ sanciones de hasta 40.000 euros para quien alquile su piso y de 400.000 para las plataformas que alojen anuncios de apartamentos ilegales. ¡°Plazas que toda la vida se han dedicado al alquiler tur¨ªstico y estaban en un limbo legal ahora quedan ilegalizadas. Gente que toda su vida ha alquilado en el litoral quedar¨¢ fuera de la ley, mientras que a los hoteleros nunca les toca decrecer¡± afirma Miralles, que sostiene que la masificaci¨®n ¡°viene de los hoteles¡±.
Miralles avanza que los servicios jur¨ªdicos de APTUR, junto con la federaci¨®n que agrupa a estos empresarios a nivel estatal, est¨¢n estudiando a fondo la normativa para llevarla a los tribunales. ¡°No descartamos ning¨²n tipo de medida legal¡± sentencia.
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