El novillero que est¨¢ en huelga de hambre: ¡°Quiero triunfar en Las Ventas¡±

Dice Javier Vel¨¢zquez que la s¨¢bana blanca que utiliza como pancarta se la quit¨® a su madre sin que ella se enterara: ¡°Soy y me siento torero, pero sin una oportunidad no puedo conseguirlo ni demostrarlo¡±. Dice que a sus 35 a?os no ten¨ªa otra opci¨®n. Se mont¨® en un autob¨²s por 32 euros desde Sevilla la madrugada del lunes y se present¨® en la plaza de toros de Las Ventas a las siete de la ma?ana. Dice que ah¨ª empez¨® la huelga de hambre tras tomarse un caf¨¦ en un bar taurino de al lado. Dice que solo bebe agua y que dormir al raso se hace duro y pesado. Y dice que el viaje lo hizo solo, sin avisar a su familia. ¡°Solo lo sab¨ªa un amigo¡±.

Las Ventas tiene 18 puertas. Una de ellas es la de arrastre, por donde salen y entran las mulas. Aqu¨ª est¨¢ Javier con su pancarta, su saco de dormir morado y sus cuatro botellas de agua de litro y medio. ¡°He elegido agosto porque creo que era el momento adecuado. En estas fechas se prepara el cartel de oto?o y ya he venido cinco veces a pedirlo. La ¨²ltima, en abril. Me dijeron que quiz¨¢ podr¨ªa torear y viendo que la temporada pasaba, decid¨ª venir¡±.

Javier est¨¢ en el paro. Su ¨²ltimo empleo fue montador de andamios de Resa. Una empresa de Pinto, Madrid, pero con una de sus sedes en Huelva, donde ¨¦l trabajaba. Hasta aqu¨ª ven¨ªa todos los d¨ªas en coche desde su pueblo: La Algaba, Sevilla, 16.000 habitantes. Dice que sus vecinos ya saben que ha salido en Canal Sur, ABC, Cadena SER y Mundo Toro.

Sentando entre el sol y la sombra de la acera espera alguna respuesta. ¡°No quiero estar m¨¢s aqu¨ª. S¨¦ que esto no le gusta a los empresarios porque est¨¢ muy mal visto, pero yo quiero triunfar en Las Ventas¡±.

- Y si ya lo sab¨ªa, ?por qu¨¦ lo hace?

-?Y si la empresa cede? No pod¨ªa quedarme en casa con las ganas.

Cuenta que este a?o solo ha toreado en el campo: en tentaderos y a puerta cerrada. ¡°He matado 30 novilladas¡±. Un portavoz de la empresa privada que gestiona Las Ventas explica por tel¨¦fono que, para torear aqu¨ª, el diestro tiene que haber acudido a otras plazas: ¡°Torear en la primera plaza del mundo no es ponerse delante de un toro. Nos debemos a un p¨²blico y a unos novilleros punteros. Dicho esto, respetamos su postura. Pero es como si a una persona se le da muy bien conducir y quiere competir en F¨®rmula 1. Esto no consiste en pedir y torear¡±.

Javier dice que ha venido aqu¨ª y no a La Maestranza de Sevilla porque en Madrid es donde se da el salto. Otros toreros, sin embargo, han llegado al reconocimiento empezando en otros ruedos. ¡°Yo tengo mis pensamientos y otros tendr¨¢n otros. El m¨ªo es que Madrid te lo da todo¡±.

Su voz est¨¢ un poco apagada. Habla despacio. Dice que ha venido sin DNI y con el dinero justo, sin precisar cu¨¢nto. Cada pocos minutos echa un ojo al m¨®vil. Dice que lo carga con su bater¨ªa externa, aunque algunos trabajadores de la plaza le han ofrecido un enchufe.

Javier est¨¢ separado. La ¨²ltima vez que habl¨® con su hija Triana fue este lunes. La ni?a cumplir¨¢ cuatro a?os en septiembre. Y muestra orgulloso fotos de ella en la plaza de toros de la Maestranza de Sevilla: ¡°Me dice pap¨¢, vamos a los toros¡±.

Le suena el tel¨¦fono. Es uno de sus cinco hermanos. ¡°Dime. Estoy esperando. S¨ª, est¨¢n aqu¨ª reunidos. Est¨¢n haciendo m¨¢s cosas. No, de lo m¨ªo solo no, hombre. Me tendr¨¢n que decir algo, s¨ª. Si no es pa¡¯ este a?o pues pa' el a?o que viene. No, no veng¨¢is. Aqu¨ª no vais hacer nada. Vale. Vale. Vale¡±.