¡°Mi nieto no se ha educado en Marruecos¡±
Los abuelos del supuesto autor de la matanza de Barcelona aseguran que en su pa¨ªs de origen no recibi¨® ninguna influencia radical
El periodista llega a la ciudad marroqu¨ª de Mrirt (30.000 habitantes), a tres horas en coche desde Rabat, donde nacieron cuatro de los presuntos yihadistas involucrados en la matanza de Barcelona y Cambrils (Tarragona). Pregunta d¨®nde vive la familia de Younes Abouyaaqoub, de 22 a?os, el principal sospechoso de conducir la furgoneta con el que se cometi¨® el atropello masivo en La Rambla. Cualquier cliente de cualquier bar indica que viven en el barrio de Tahjaouite. Y avisa a la polic¨ªa. Cuando el reportero llega, unos cinco agentes de paisano aguardan en una esquina. Son ellos los que abren o cierran el paso a la entrevista con la familia. Finalmente, un polic¨ªa afirma: ¡°Por favor, haga llegar este mensaje: esta regi¨®n es sana, las gentes son buenas. Esto ha sido una excepci¨®n, jam¨¢s hemos visto aqu¨ª algo parecido¡±.
Los familiares y amigos de los terroristas no se saldr¨¢n del guion. Aqbouch Abouyaaqoub, abuelo del presunto terrorista, de 80 a?os, pide perd¨®n por lo sucedido y dice que el crimen cometido no tiene nada que ver con la cultura y la tradici¨®n marroqu¨ªes. Insisten en que Younes se march¨® muy joven de Marruecos. Ni los abuelos ni las t¨ªas saben precisar cu¨¢ndo, aunque creen que fue hace a?os. ¡°Pero una cosa es segura: mi nieto no termin¨® sus estudios aqu¨ª. Estudi¨® en Espa?a¡±.
Mohamed Abouyaaqoub, de 35 a?os, vive en Ripoll y est¨¢ de vacaciones en Mrirt. Conoc¨ªa a los cuatro terroristas nacidos en la localidad marroqu¨ª: los hermanos Omar y Mohamed Hychami y Houssaine y Younes Abouyaaqoub (su apellido coincide con el de estos, aunque ¨¦l no aclara si son familia). ¡°Eran gente muy tranquila¡±, dice. ¡°Los cuatro hablaban espa?ol y catal¨¢n perfectamente. Jam¨¢s sospech¨¦ de ellos. Ni en Ripoll ni aqu¨ª. Al pueblo este creo que vinieron en julio Younes y Houssaine con sus motos. Ten¨ªan unas motos muy grandes. Llevaban una vida tranquila. Creo que fue el im¨¢n de Ripoll [Abdelbaky Es Satti] el que los convenci¨®. Yo iba tambi¨¦n a la mezquita del im¨¢n y nunca le escuch¨¦ decir nada de Daesh [Estado Isl¨¢mico] ni de la lucha armada. Creo que esos mensajes los transmit¨ªa despu¨¦s en un piso de Barcelona, no en la mezquita¡±.
Un joven pasa junto a Mohamed y se lleva la yema de los dedos a la boca para decir que los chicos, los cuatro j¨®venes del pueblo, eran excelentes personas. El sentimiento que impera entre quienes los conoc¨ªan es el de la incredulidad. Y esa misma emoci¨®n aflora en el pueblo de Aghbal¨¢, a unos cien kil¨®metros desde Mrirt, pero con unas carreteras mal¨ªsimas y en obra que convierten la distancia en dos horas y media de coche.
¡°Tienen la cabeza vac¨ªa¡±
En Aghbal¨¢ naci¨® Moussa Oukabir, uno de los yihadistas abatidos por los Mossos en Cambrils (Tarragona). ¡°Pero aqu¨ª no tenemos nada que ver con el Estado Isl¨¢mico¡±, subraya un habitante. ¡°Los islamistas se aprovechan de los menores para conseguir sus fines¡±, afirma Nacer Bouyadnomma, otro vecino. ¡°Moussa Oukabir era un menor de 17 a?os. ?Qu¨¦ puede saber un chico as¨ª del mundo? Esos ni?os tienen la cabeza vac¨ªa y Daesh se las llena¡±, a?ade.
A las seis y media de la tarde se organiza una manifestaci¨®n silenciosa en Aghbal¨¢. Una de las tres pancartas que la encabeza dice en un espa?ol defectuoso: ¡°El terrorisme no tiene relegion ni nationalidad¡±. Y otra: ¡°Al nombre de todos los imigrantes de Aghbala qui residen en Espa?a y Europa nuestra condolencia a las familias de las v¨ªctimas del ataque terrorista en Barcelona¡±. Muchos de los vecinos hablan espa?ol. La mayor¨ªa lo aprendi¨® en Catalu?a.
¡°La familia Oukabir es muy grande. Son por lo menos 70 personas¡±, se?ala Bassou Oudalia, un vecino del pueblo que vive en Terrassa (Barcelona) y vivi¨® tambi¨¦n en Ripoll (Girona). ¡°El padre se separ¨® de la madre hace cinco a?os. Apenas ten¨ªa informaci¨®n sobre el ni?o¡±, dice. Otro vecino, Bassou Oudsahia, que vive habitualmente en el sur de Francia, aclara: ¡°Ese ni?o ven¨ªa aqu¨ª cada cuatro a?os, apenas se le conoc¨ªa en el pueblo¡±.
En Aghbal¨¢ lo que salta a la vista es la pobreza. La gente vive de la agricultura, muchas casas est¨¢n a medio hacer y la carretera para llegar al pueblo es un infierno. La mayor¨ªa de los que lograron escapar de la miseria, al menos la mayor¨ªa de los consultados, encontraron en Espa?a un lugar donde se sienten a gusto. Ninguno quiere que se confunda islam con terrorismo. ¡°Cualquiera que mata de forma indiscriminada no es musulm¨¢n¡±, dice Oudsahia.
A pesar del esfuerzo de las autoridades y los vecinos por desvincular a los terroristas marroqu¨ªes de la tierra donde nacieron, Marruecos sigue siendo un vivero de terroristas. El Ministerio del Interior marroqu¨ª no deja pasar un mes sin desmantelar al menos una c¨¦lula vinculada al Estado Isl¨¢mico. Hasta ahora, es el ¨²nico pa¨ªs del Magreb que ha logrado frenar las matanzas en los ¨²ltimos seis a?os. Pero la vigilancia es constante. Y el pa¨ªs permanece en el punto de mira del yihadismo.
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