La experiencia del 11-M y las preguntas ante el 17-A
Espa?a respondi¨® a los ataques de Catalu?a con una estructura dise?ada tras la matanza en Madrid
A la espera de que se investigue si se cometieron errores que impidieron descubrir las actividades de la c¨¦lula terrorista que actu¨® en Catalu?a y con la premisa de que la seguridad al 100% no existe, Espa?a respondi¨® a los ¨²ltimos ataques con la experiencia del 11-M a sus espaldas. La matanza de 2004 en Madrid, con 192 muertos, desvelaron garrafales errores policiales, la infravaloraci¨®n de la amenaza yihadista y una falta absoluta de estrategia pol¨ªtica e institucional. Toda una bater¨ªa de fallos que oblig¨® a dise?ar un nuevo modelo. ?Qu¨¦ cambios se produjeron?
Comprender la amenaza. "El 11-M lo cambi¨® todo", sentencian fuentes de la lucha antiterrorista. En plena oleada de protestas sociales por la entrada de Espa?a en la Guerra de Irak, los mandos pol¨ªticos y policiales no hab¨ªan entendido la gravedad de la amenaza, pese a los informes de los servicios de inteligencia que alertaban del riesgo creciente de un ataque del islamismo radical. Hasta entonces, todos los esfuerzos se centraban en ETA. Y no se hab¨ªa aprobado ning¨²n plan o pol¨ªtica para combatir el yihadismo, que pas¨® a convertirse despu¨¦s en un asunto prioritario.
M¨¢s agentes. Apenas 140 miembros de la Guardia Civil, la Polic¨ªa Nacional y el CNI se dedicaban a principios de 2004 a investigar el yihadismo. Esa cifra se dispar¨® tras el 11-M y, en solo un a?o, se destinaron 600 nuevos agentes a esas tareas. La cifra no ha parado de crecer: actualmente se acerca a los 3.000 efectivos y el Gobierno prev¨¦ que, al menos, otras 600 personas se integren en la Divisi¨®n Contraterrorista del CNI antes de 2020. A esto se suma la especializaci¨®n de fiscales y jueces.
Centros de coordinaci¨®n. Uno de los errores que desvel¨® el 11-M fue la falta de cooperaci¨®n de los diferentes cuerpos. La Polic¨ªa Nacional y la Guardia Civil hab¨ªan recibido por separado soplos de confidentes que advert¨ªan del tr¨¢fico de explosivos en Asturias, donde se obtuvo el material para fabricar las bombas colocadas en los trenes. Pero nunca compartieron la informaci¨®n. Pese a ello, el ¨²ltimo secretario de Estado de Seguridad del Gobierno de Aznar, Ignacio Astarloa, lleg¨® a afirmar en la comisi¨®n de investigaci¨®n del Congreso que se hab¨ªa dise?ado el "modelo policial que permite la mejor coordinaci¨®n". Aunque, finalmente, admiti¨® el "desastre".
Ante tales disfunciones, el 7 de mayo de 2004 el Ejecutivo de Zapatero cre¨® el Comit¨¦ Ejecutivo para el Mando Unificado de las fuerzas de seguridad para "aprobar planes estrat¨¦gicos y asegurar la coordinaci¨®n". Y, a finales del ejercicio, se puso en marcha el Centro Nacional de Coordinaci¨®n Antiterrorista, que elabor¨® en un solo a?o 16 informes estrat¨¦gicos. Este organismo se integr¨® en 2014 en el actual Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado. En su sede se han reunido los jueves de cada semana miembros de la Polic¨ªa Nacional, la Guardia Civil y la CNI. Pero, hasta este verano, el Gobierno no anunci¨® la integraci¨®n de la Ertzaintza y los Mossos, que llevaban meses exigi¨¦ndolo.
Esta decisi¨®n se adopt¨® despu¨¦s de meses de enfrentamientos entre Moncloa y la Generalitat. As¨ª que la pregunta surge de inmediato: ?afectaron esas malas relaciones a la colaboraci¨®n entre los cuerpos en los atentados de Barcelona y Cambrils?
Nuevos traductores de ¨¢rabe.?La pol¨ªtica antiterrorista del Gobierno de Aznar presentaba un agujero enorme de inteligencia en las c¨¢rceles espa?olas. Interior no hab¨ªa asignado traductores de ¨¢rabe a Instituciones Penitenciarias, por lo que se grabaron las comunicaciones de los presos islamistas acusados de terrorismo, pero nadie las transcribi¨® y envi¨® a los agentes especializados. "Ese error se corrigi¨® hace a?os", comentan fuentes de Prisiones.
La comunicaci¨®n, en manos de los investigadores. El jefe de los Mossos se ha encargado de encabezar la difusi¨®n de la informaci¨®n. Frente a lo que hizo el Gobierno de Aznar, que dej¨® las intervenciones p¨²blicas en manos del entonces ministro de Interior, ?ngel Acebes, que aprovech¨® esas citas para utilizarlas en pos de su inter¨¦s pol¨ªtico.
Actividad preventiva. En la ¨²ltima d¨¦cada, las fuerzas de seguridad han centrado su labor en detectar cualquier indicio de radicalizaci¨®n para arrestar a los sospechosos antes de que intentasen una acci¨®n. La importancia de esta labor, que se tradujo en m¨¢s de 720 detenidos desde los atentados de Madrid, se comprendi¨® tras los errores del 11-M: entre los terroristas figuraban delincuentes comunes fichados, radicales islamistas a los que se les hab¨ªa vigilado y un terrorista condenado. Por ello, con los ataques de Catalu?a, vuelven a saltar las alarmas tras saberse que el im¨¢n de Ripoll pas¨® por la c¨¢rcel por narcotr¨¢fico, que trab¨® amistad con uno de los autores del 11-M y que B¨¦lgica comunic¨® a Espa?a sus sospechas sobre ¨¦l.
La Asociaci¨®n 11-M pide a las autoridades una manifestaci¨®n en Madrid
La Asociaci¨®n de v¨ªctimas del 11-M, encabezada por Eulogio Paz, ha solicitado una reuni¨®n con la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, y la presidenta de la Comunidad, Cristina Cifuentes, para pedirles que se convoque en la capital una manifestaci¨®n de solidaridad con los afectados por los atentados de Barcelona y Cambrils. Adem¨¢s, el colectivo ha solicitado a la Audiencia Nacional que se le permita personarse como acusaci¨®n popular en la causa judicial abierta por los ataques en Catalu?a.
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