La ¡®Pasionaria de Rabat¡¯ muere a los 104 a?os
La republicana Paquita Gorro?o viaj¨® a Marruecos exiliada al final de la guerra civil y fue secretaria de Hassan II
Paquita Gorro?o, conocida como la Pasionaria de Marruecos, muri¨® la ma?ana de este martes en su piso de Rabat a los 104 a?os. Su casa, en un segundo piso sin ascensor, en la c¨¦ntrica calle de Patrice Lumumba, ten¨ªa un balc¨®n con unos geranios rojos que llamaban la atenci¨®n porque era el ¨²nico de la calle con flores. ¡°Una casa sin flores es una casa triste¡±, dec¨ªa. Esta ma?ana ya no hab¨ªa flores en el balc¨®n. Llevaba dos meses sin apenas comer y varias semanas sin reconocer a los amigos que la visitaban. Un empleado del consulado llam¨® a su ¨²nico hijo, Rub¨ª, de 67 a?os, que vive en Praga, para comunicarle la muerte.
Hab¨ªa llegado a Marruecos exiliada en 1939 y ya no se movi¨® del pa¨ªs. ¡°No vine por gusto, me obligaron. Nunca he sido emigrante, fui refugiada y despu¨¦s residente¡±, dec¨ªa. Cada 14 de abril celebraba con champ¨¢n y rodeada de amigos espa?oles el aniversario de la II Rep¨²blica espa?ola (!931-1939). Fue secretaria e int¨¦rprete del pr¨ªncipe Mulay Hassan, quien ser¨ªa despu¨¦s el rey Hassan II (1961-1999). ¡°Durante los tres o cuatro a?os que trabaj¨¦ para ¨¦l siempre me consider¨® como una exiliada¡±, comentaba.
En 2013 relataba para este diario c¨®mo fue su adolescencia en Espa?a: ¡°Todo era de color de rosa. Mi ¨²nica preocupaci¨®n era d¨®nde ¨ªbamos de vacaciones. En contra de mi madre, que pensaba que estaba loca por querer trabajar, me present¨¦ a las pruebas para Iberia, que iba a abrir la l¨ªnea Madrid-Par¨ªs y buscaba se?oritas que supieran franc¨¦s. Yo lo hablaba perfectamente porque mis padres me hab¨ªan enviado a estudiar a Par¨ªs. Habr¨ªa sido una de las primeras azafatas de aquella l¨ªnea, pero estall¨® la Guerra Civil¡¡±.
Hab¨ªa estudiado en el Lyc¨¦e de Jeunes Filles de Par¨ªs. Despu¨¦s se cas¨® en Madrid, huy¨® de Espa?a con su marido en 1939, pas¨® por el campo de concentraci¨®n de Le Boulou y se instal¨® con su marido en Marruecos a los 26 a?os. A los 36 se separ¨®. Fue dejando atr¨¢s el apellido L¨®pez, de su marido y se hizo llamar Paquita Gorro?o, que era el apellido paterno. En cualquier caso, todo el mundo la llamaba simplemente Paquita. ¡°Todo lo que ves en mi casa, pobre o rico, me lo he comprado yo con mi trabajo. Soy una mujer muy mujer. Me llamaban la Pasionaria de Rabat. Y todav¨ªa me lo siguen llamando¡±, comentaba pocos d¨ªas antes de celebrar su ¨²ltimo aniversario de la Rep¨²blica.
Los amigos que m¨¢s la trataban aseguran que en las ¨²ltimas semana se dej¨® ir. ¡°No aceptaba el suero y no quer¨ªa que la llevasen a un hospital¡±, comenta uno de ellos. ¡°Yo creo que muri¨® en paz¡±.
Dec¨ªa que sus mejores momentos, ¨²ltimamente, era cuando estaba en la cama, porque era cuando sent¨ªa menos dolores. Al cumplir 100 a?os sus amigos le regalaron unos cascos con los que pod¨ªa escuchar desde la cama la tele que ten¨ªa en el sal¨®n. Una se?ora la cuidaba y limpiaba la casa desde las ocho de la ma?ana a las cinco de la tarde. Despu¨¦s se quedaba sola, con el tel¨¦fono bien a mano por si surg¨ªa alg¨²n imprevisto. ¡°Yo lo bueno que tengo es que acepto las cosas como vienen. No soy de las que se quejan. Si me duele aqu¨ª o me duele all¨¢, yo s¨¦ que es l¨®gico. Lo que tiene que pasar, pasa¡±, declar¨® a este diario.
Ten¨ªa mucho car¨¢cter, por no decir malas pulgas. ¡°?Y si no lo hubiera tenido qu¨¦ habr¨ªa sido de m¨ª?¡±, preguntaba. ¡°Yo me crezco en las dificultades. Otros les piden a Dios o a un santo. Yo solo me pido a m¨ª misma¡±.
Este martes de agosto por la ma?ana una amiga la visit¨® y vio que agonizaba. ¡°Le cog¨ª las manos y le dije: ¡®Paquita, vete en paz¡±.
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