El magnetismo de Rocadrag¨®n desborda San Juan de Gaztelugatxe
Solo el pasado julio, 75.000 turistas visitaron el enclave, uno de los escenarios m¨¢s reconocibles de la s¨¦ptima temporada de 'Juego de Tronos'
Tyrion Lannister y Jon Nieve ya han enviado sendos cuervos a Daenerys Targaryen, la se?ora de Rocadrag¨®n, para comunicarle que se niegan en redondo, a riesgo de ser repudiados por los dioses, incluso por el mismo Se?or de la Luz, a celebrar nuevas reuniones ni en el interior ni en las escalinatas de acceso a la hist¨®rica fortaleza. No soportan el continuo, cansino y estridente sonido de la campana de los deseos. No pueden descansar, ni debatir, no tienen cabida las confidencias y menos los susurros, imprescindibles para meditar una traici¨®n o consolidar una alianza.
Bueno, esto es una broma, una exageraci¨®n. Pero s¨ª es una certeza que la serie Juego de Tronos le ha dado a la escalinata que asciende a la ermita de San Juan de Gaztelugatxe, en Bermeo, Bizkaia, una proyecci¨®n nacional e internacional brutal. La tradici¨®n de ta?er tres veces la campana que corona la puerta principal de la ermita, ¡ªen la serie se yergue la fortaleza de Rocadragon¡ª, es un premio despu¨¦s de subir los 241 escalones, pero su sonido multiplicado por cientos de turistas que hacen cola para tocarla est¨¢ irritando a los dioses m¨¢s pacientes.
Solo en julio pasado ascendieron a la ficticia fortaleza de Daenerys, 75.000 turistas, seg¨²n fuentes acreditadas de la Diputaci¨®n foral. Es decir, solo en julio ascendieron 2.419 personas cada d¨ªa. No hay datos comparables de 2016, porque entonces solo se computaron las visitas a la oficina de informaci¨®n, pero entre junio, julio y agosto del pasado a?o la oficina registr¨® 28.136 consultas, el 21,58% m¨¢s que en 2015.
Seguro que la escena de los cuervos hubiera estado en el guion de Juego de Tronos, si en aquella ¨¦poca el turismo hubiera eclosionado de esa manera hasta convertir la impresionante visita en una peregrinaci¨®n obligada.
En San Juan de Gaztelugatxe, el escenario de la serie de las series, como la denominan sus adeptos, a las horas punta no se halla la calma, la campana no cesa. Pero hay muchas horas en las que todav¨ªa se puede subir con calma: ¡°Hay que organizarse¡±, coinciden en la oficina de Turismo de Bermeo (Bizkaia) y en la propia instituci¨®n foral. ¡°Todos queremos subir a las 12 y bajar para comer o subir a las cinco y bajar para la siete, y eso s¨ª es una locura¡±, advierten los responsables del recinto tur¨ªstico.
El departamento de Medio Ambiente de la Diputaci¨®n Foral de Bizkaia trabaja desde hace un a?o para conjugar la ¡°bendici¨®n del turismo¡± con la ¡°protecci¨®n del espacio¡±, y en los pr¨®ximos meses presentar¨¢ un plan de actuaci¨®n. Todo est¨¢ sobre la mesa, desde regularizar la entrada a ese biotopo protegido, mejorar los puntos de entrada y se?alizaci¨®n, o restringir el uso de coches y limitar los accesos al transporte p¨²blico. Hay voces que piden incluso una tasa por persona.
Suceda lo que suceda la visita es obligada. No importa que la escalinata sea estrecha y empinada, los accesos dif¨ªciles y no demasiado bien se?alizados, y el espacio para aparcar los coches muy limitado. ¡°Que filmaran aqu¨ª Juego de Tronos ha sido el remate, la s¨¦ptima temporada ha disparado la afluencia, tengo la impresi¨®n de que se han doblado los turistas¡±, dice satisfecha la Daenerys de la ermita, la responsable de la peque?a tienda habilitada con botellines de agua, postales y escapularios, en interior de la bas¨ªlica. Su consejo es inequ¨ªvoco: Suban a San Juan de Gaztelugatxe, pero h¨¢ganlo r¨¢pido, ¡°el invierno se acerca¡±.
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