Exteriores moviliza a los embajadores en la batalla internacional contra la consulta
El Gobierno presume de tener a su favor todas las instituciones mundiales pero reconoce ir por detr¨¢s en las explicaciones a la prensa extranjera
¡°M¨¢s explicaci¨®n y mejor vigilancia¡±. El Gobierno de Mariano Rajoy ha dado instrucciones a los m¨¢s de 120 embajadores destinados en el extranjero para que multipliquen sus comparecencias y entrevistas en los principales medios de comunicaci¨®n para contrarrestar la ¡°ofensiva bestial¡± en marcha de los difusores del proceso independentista en Catalu?a. En el ejecutivo admiten que esa batalla medi¨¢tica, ahora, la est¨¢n perdiendo. Hay menos preocupaci¨®n sobre que pueda calar en ninguna instituci¨®n oficial o en alg¨²n pa¨ªs importante la estrategia de contar que el refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n del 1-O en Catalu?a pueda ser legal o se vaya a celebrar.
El propio Rajoy subray¨® el viernes, en su acto de partido en Barcelona, su tranquilidad porque los responsables del refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n no tienen ning¨²n respaldo internacional. Se refer¨ªa a la pr¨¢ctica totalidad de los principales pa¨ªses del mundo, a las instituciones oficiales y a los organismos internacionales b¨¢sicos, desde la ONU hasta la Comisi¨®n Europea o Estados Unidos. Sus pronunciamientos p¨²blicos han sido casi un¨¢nimes, firmes y contundentes, a pesar de la utilizaci¨®n interesada de alguna frase m¨¢s o menos inoportuna de la portavoz de la Casa Blanca, Healther Nauert, o del presidente de la Comisi¨®n Europea, Jean Claude Juncker. El problema detectado ahora est¨¢ en que se est¨¢ perdiendo una batalla de la explicaci¨®n en bastantes medios de comunicaci¨®n, algunos muy relevantes.
El inter¨¦s de los m¨¢ximos responsables de la Generalitat de Catalu?a, desde el presidente Carles Puigdemont hasta su vicepresidente o conseller de Exteriores, Ra¨¹l Romeva, por los corresponsales internacionales en Espa?a y por colar su mensaje en medios extranjeros de referencia no es nuevo. Ha sido una ocupaci¨®n constante y costosa. Durante mucho tiempo, adem¨¢s, sin resultados efectivos.
En los ¨²ltimos meses y especialmente en las m¨¢s recientes semanas, sobre todo en esta recta final hacia el 1-O tras la aprobaci¨®n expr¨¦s de las leyes preparatorias de la consulta, ya anuladas por el Tribunal Constitucional, la presencia del conflicto catal¨¢n en peri¨®dicos y televisiones de gran relevancia mundial se ha multiplicado exponencialmente. Ha habido reportajes en The New York Times, Financial Times, Washington Post, Le Monde y muchos m¨¢s. En algunos de esos medios, adem¨¢s, se han escrito editoriales abogando por una soluci¨®n dialogada de la crisis, que es una soluci¨®n que el Gobierno de Rajoy ya no ve posible ante la inminente imposici¨®n unilateral de la fecha del refer¨¦ndum.
El asunto de la batalla del relato internacional ocupa y preocupa, porque se cre¨ªa m¨¢s controlado. El Ministerio de Asuntos Exteriores despleg¨® hace tiempo toda una estructura de trabajo para tener monitorizados todos los art¨ªculos y reportajes publicados, con el objetivo de saber qu¨¦ se estaba contando, c¨®mo y para ¡°vigilar¡± que no se inclu¨ªan referencias inexactas o incluso err¨®neas, especialmente sobre la cuesti¨®n de la legalidad del proceso. El trabajo de las embajadas en el exterior se arrop¨® incluso con visitas del propio ministro de Exteriores, Alfonso Dastis, como la que hizo en julio en Nueva York al despacho del director y responsable de opini¨®n de The New York Times, tras la publicaci¨®n en ese medio de un reportaje y un editorial que no convencieron en absoluto en La Moncloa. Dicen que recibieron disculpas. El embajador en Washington, Pedro Moren¨¦s, envi¨® tambi¨¦n un art¨ªculo de r¨¦plica que fue reducido y editado como carta al director.
La campa?a de promoci¨®n exterior de la Generalitat, sin embargo, no solo no se ha frenado sino que forma parte nuclear de su actual agenda. Ha habido reuniones espec¨ªficas de sus responsables, al m¨¢ximo nivel y en casos acompa?ados de miembros de entidades como la Asamblea Nacional Catalana, con corresponsales asentados en Madrid y se ha contactado incluso con lobbies norteamericanos para favorecer la proyecci¨®n de sus mensajes. En el Gobierno central aseguran, sin aportar pruebas, que las autoridades catalanas se han gastado importantes cantidades de dinero en apoyar esas campa?as internacionales.
Algunos embajadores y portavoces gubernamentales se han encontrado, adem¨¢s, con el problema de que cuando han intentado matizar a posteriori los fallos detectados en algunas de esas informaciones no se les ha hecho caso ni incluido su versi¨®n.
La instrucci¨®n, ahora, es clara. Exteriores ha comunicado a sus embajadores, a algunos tan recientemente como la semana pasada tras un programa radiof¨®nico muy sesgado en Suiza, que ¡°refuercen su presencia¡± en los medios internacionales. Que "expliquen y vigilen". El embajador en Francia pidi¨® incluso permiso para acudir a un debate al que le hab¨ªan invitado en la televisi¨®n p¨²blica para discutir con el delegado de la Generalitat en Par¨ªs. Se le aconsej¨® que se buscase a una figura menos oficial y al final se present¨® un profesor de la universidad. Desde el Gobierno central se est¨¢ favoreciendo tambi¨¦n la inclusi¨®n en ese tipo de debates, entrevistas y programas de portavoces de la sociedad civil catalana que no comparten la visi¨®n independentista.
Lo que inquieta menos, porque ha obtenido casi nulos resultados, han sido las constantes intentonas desde la Generalitat y sus portavoces afines por lograr alg¨²n tipo de respaldo institucional u oficial a sus intereses. No lo han conseguido. Tampoco con los embajadores extranjeros radicados en Madrid. ¡°No ha hecho falta reunirles y explicarles c¨®mo est¨¢ la situaci¨®n porque ya se lo saben, salvo alg¨²n caso muy concreto¡±, aportan fuentes oficiales. Tampoco se actu¨® institucionalmente esta pasada semana cuando el expresidente Artur Mas acudi¨® a dar una charla en una sala alquilada por unos parlamentarios brit¨¢nicos. ¡°Decir que fue invitado por el parlamento brit¨¢nico es enga?ar a la gente, esas salas se alquilan para actividades privadas y all¨ª hay parlamentarios para todo¡±, remachan las mismas fuentes gubernamentales.
El president Puigdemont y sus portavoces presentaron este pasado viernes como un gran ¨¦xito una carta de 17 parlamentarios daneses de los 179 existentes en ese organismo que expresaban su preocupaci¨®n sobre la situaci¨®n en Catalu?a y llamaban de nuevo al Gobierno espa?ol a jugar un rol pol¨ªtico y dialogante en su soluci¨®n. En el Gobierno recuerdan el deslucido acto de presentaci¨®n el 30 de agosto pasado por parte de Puigdemont de la llamada embajada?de Catalu?a en ese pa¨ªs al que no acudieron representantes pol¨ªticos y solo apenas algunos interesados en productos comerciales. Escenas similares, con vac¨ªo de representaci¨®n institucional, se han sucedido en otros viajes de responsables de la Generalitat.
Esta misma semana, desde este lunes, comienza en Nueva York la asamblea general anual de Naciones Unidas. Fuentes diplom¨¢ticas catalogan ese ¡°terreno ganado al 100%¡±. El Gobierno env¨ªa en esta ocasi¨®n como m¨¢ximo representante al ministro Dastis (por la ausencia de Rajoy que ir¨¢ la semana siguiente a la Casa Blanca y por la baja del rey Felipe VI, que hab¨ªa viajado a las tres ¨²ltimas). Dastis mantendr¨¢ 15 o 20 encuentros bilaterales e intervendr¨¢ el jueves ante el plenario. El asunto catal¨¢n no est¨¢ en principio en la agenda oficial, en ning¨²n documento o punto programado en los ¨®rdenes del d¨ªa, pero podr¨ªa salir en esos encuentros m¨¢s informales. Dastis se ha reservado tambi¨¦n huecos para charlas informales con responsables de medios de comunicaci¨®n. La respuesta es la misma: ¡°El refer¨¦ndum no es legal, no tiene ning¨²n respaldo en el mundo y no se va a producir¡±.
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