Rajoy visita a Trump en la Casa Blanca sin forzar Catalu?a en la agenda

Visita de trabajo "importante¡± y ¡°tratamiento excelente¡± al nivel del ofrecido por la Casa Blanca de la era Donald Trump solo a otros cuatro o cinco mandatarios internacionales. Esas son las conclusiones de partida con las que trabaja el equipo de Mariano Rajoy en La Moncloa para encarar este martes la primera reuni¨®n bilateral con el pol¨¦mico presidente de los Estados Unidos. Los asuntos conflictivos han sido apartados, incluido Catalu?a, sobre el que no se espera un nuevo pronunciamiento, ni tampoco a finales de semana en la cumbre de jefes de gobierno de la UE en Tallin. En La Moncloa piensan que no hace falta, sobre todo despu¨¦s de que ayer el secretario de Defensa, James Mattis, trasladara a su hom¨®loga espa?ola, Mar¨ªa Dolores de Cospedal, el apoyo de Washington en este punto.

La agenda a abordar entre Trump y Rajoy es la previsible en estos tanteos, incluyendo un apartado internacional con Corea del Norte y Venezuela en el guion. El Gobierno espa?ol cree que la recuperaci¨®n econ¨®mica del pa¨ªs refuerza sus opciones para cotizar m¨¢s como futuro aliado preferente. La Casa Blanca ha reservado para Rajoy el m¨¢s completo de los tratamientos a jefes de Gobierno extranjeros, con invitaci¨®n a la residencia oficial Blair House, firma en el libro de honor, saludo en el despacho oval, almuerzo y rueda de prensa en el jard¨ªn de rosas.

Trump ya coment¨® a Rajoy en su primera charla que quer¨ªa verle en la Casa Blanca, pero la cita al final se demor¨®. En La Moncloa precisan que en este tiempo Trump ha estado ya con una decena de jefes de Gobierno europeos pero solo ofreci¨® almuerzo a cuatro o cinco. Rajoy viaja con la idea de reiterar en persona a Trump una invitaci¨®n formal para que visite Espa?a. En una de sus charlas telef¨®nicas, el presidente norteamericano record¨® que hab¨ªa estado de joven en Barcelona.

Rajoy concede tanta importancia a ese encuentro que acudir¨¢ a Washington, en un desplazamiento de menos de dos d¨ªas, pese a la grave situaci¨®n de crisis pol¨ªtica que se vive en Espa?a por la deriva separatista de Catalu?a. No se quiere perder la oportunidad ni la fotograf¨ªa con Trump, pero tambi¨¦n se calculan bien los tiempos para poder estar el mi¨¦rcoles de vuelta en Madrid, hacer una parada de apenas 24 horas, y retomar la agenda europea con la cumbre en Tallin justo hasta la v¨ªspera del presunto refer¨¦ndum del 1-O.

En el programa no se ha incluido forzar ninguna exposici¨®n de Trump sobre Catalu?a. Fuentes oficiales de La Moncloa sostienen que hace tiempo que se conocen los pronunciamientos inequ¨ªvocos de la Casa Blanca a favor del cumplimiento de la ley sobre un asunto interno de Espa?a. Y opinan que la importancia de esa ¡°reuni¨®n de trabajo¡± bilateral ¡°trasciende con mucho¡± Catalu?a. En el Ejecutivo son conscientes de que habr¨¢ preguntas sobre ello de la prensa pero no se esperan sorpresas en las respuestas.

Trump y Rajoy tendr¨¢n unos 15 minutos para saludos y fotos protocolarias en el despacho oval y una hora para la comida. En ese almuerzo es donde La Moncloa espera que se abordan aspectos de la relaci¨®n bilateral comercial y de Defensa, futuras inversiones y el papel que se espera de Espa?a en la OTAN y como socio interlocutor en la Uni¨®n Europea y para Latinoam¨¦rica. Sobre Corea, Espa?a acaba de expulsar al embajador de ese pa¨ªs. Con respecto a Venezuela se aprovechar¨¢ para ensalzar la disposici¨®n a liderar dentro de la UE medidas dr¨¢sticas (sanciones).

Espa?a, a pesar de esforzarse en esta etapa de Rajoy por minimizar las diferencias, mantiene a su manera algunos contenciosos con la Administraci¨®n Trump. Es el caso de los tratados de libre comercio o sobre el porcentaje de inversiones en Defensa.