Los principales grupos de la Euroc¨¢mara atacan al Govern catal¨¢n por saltarse las leyes

La ret¨®rica de la excepcionalidad y de la urgencia en la que est¨¢n instaladas Catalu?a y Espa?a ha tenido este mi¨¦rcoles un contrapunto cargado de sentido com¨²n en el Parlamento Europeo. La Euroc¨¢mara ha sido un clamor contra la v¨ªa unilateral del Govern y en defensa del Estado de derecho. Los partidos europeos consideran que el refer¨¦ndum catal¨¢n es ilegal. Y creen que el Gobierno auton¨®mico se lleva por delante una de las grandes herencias del proyecto europeo: el imperio de la ley. Le han llovido palos a Carles Puigdemont en Estrasburgo, aunque tambi¨¦n ha habido alguno para Mariano Rajoy por parte de los grupos minoritarios. La Comisi¨®n Europea ha dicho que en ocasiones imponer la supremac¨ªa de la ley exige ¡°un uso proporcionado de la fuerza". El debate sobre la crisis de Estado en Catalu?a y Espa?a, que es ya una crisis europea, ha pivotado sobre un solo concepto: la Euroc¨¢mara pidi¨® a Puigdemont que no haga nada irreversible ¨Cuna declaraci¨®n unilateral de independencia¡ª y ha instado a las partes a sentarse de una vez y hablar. ¡°No hay duda de que el refer¨¦ndum no respeta el Estado de derecho, como tampoco hay duda de que el ¨²nico camino es el di¨¢logo¡±, ha espetado el holand¨¦s Frans Timmermans, vicepresidente de la Comisi¨®n Europea.

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En la tradici¨®n europea es habitual, desde tiempos inmemoriales, la alabanza acr¨ªtica del porvenir y, una vez llega la inevitable crisis, el llanto sobre las ruinas: pero la barbarie no sobreviene. La Euroc¨¢mara, con diversos matices y gradaciones, ha puesto este mi¨¦rcoles la carga de la prueba en el Gobierno catal¨¢n para evitar que la escalada vaya a¨²n m¨¢s lejos. ¡°Si alguien piensa que la pasi¨®n basta para permitirse ignorar las leyes est¨¢ en un grave error. El nacionalismo se equivoca si piensa que la democracia es un arma que se puede usar contra el Estado de derecho¡±, ha dicho un brillante Timmermans. ¡°El refer¨¦ndum no ha respetado el Estado de derecho. Pero aun as¨ª no hay un solo impedimento para iniciar inmediatamente el di¨¢logo. Lo ¨²nico que hace falta es voluntad pol¨ªtica¡±, ha a?adido.

El sintagma derecho a decidir ha resbalado hasta el lenguaje; pero el sobrepeso sem¨¢ntico que se le da en Catalu?a no marida bien con la dieta pol¨ªtica europea. ¡°Es inaceptable que un Gobierno anime a sus funcionarios y a sus ciudadanos a incumplir la ley¡±, ha espetado el l¨ªder del Partido Popular Europeo (PPE), el alem¨¢n Manfred Weber. ¡°Una declaraci¨®n unilateral de independencia ser¨ªa una provocaci¨®n adicional, tras un refer¨¦ndum que viola la Constituci¨®n y el Estado de derecho¡±, ha a?adido el socialdem¨®crata Gianni Pittella, m¨¢s cr¨ªtico con la gesti¨®n de Rajoy. Entre los grandes partidos, tambi¨¦n los liberales han atacado por ese flanco: ¡°El separatismo a cualquier precio no beneficia a los catalanes. Ha incluido manipulaci¨®n, enga?o. Declarar la independencia bas¨¢ndose en un refer¨¦ndum defectuoso es irresponsable y provocar¨ªa una fractura fatal en la sociedad¡±, ha dicho Guy Verhofstadt. El presidente de la Euroc¨¢mara, Antonio Tajani, ha asegurado tambi¨¦n que una declaraci¨®n de independencia unilateral ¡°provocar¨ªa una peligrosa divisi¨®n¡±.

Esos tres partidos (populares, socialistas y liberales: la mayor¨ªa del Parlamento) han coincidido en sus ataques al Gobierno catal¨¢n por saltarse las leyes. Pero el ¨¦nfasis en esos tres discursos ha coincidido sobre todo en la necesidad de di¨¢logo. Weber, l¨ªder de un partido en el que milita el PP espa?ol, ha reivindicado ¡°un di¨¢logo pac¨ªfico y constructivo, marcado por el esp¨ªritu europeo¡±. Nadie le escucha, de momento, en Madrid, donde el Ejecutivo de Rajoy se niega a negociar mientras el Gobierno catal¨¢n siga en sus trece. Jorge Toledo, secretario de Estado de la UE, ha apuntado que ¡°todos los partidos europeos piden di¨¢logo, pero dentro del marco legal y constitucional¡±. Lo cierto es que matiz no ha aparecido en el pleno, ni siquiera cuando ha intervenido el PPE.

Los grupos minoritarios han puesto otros acentos: en particular, han criticado el uso de la fuerza y la falta de contundencia de la Comisi¨®n. La izquierda unitaria ha sido muy dura en sus cr¨ªticas sobre la violencia policial del pasado domingo. El eurodiputado Patrick Le Hyarc ha pedido a Bruselas ¡°una condena expresa de la violencia¡±, que solo aparece con medias tintas. Ska Keller, de los Verdes, ha calificado de ¡°desproporcionadas e injustificadas¡± las cargas policiales en la jornada del refer¨¦ndum, y ha atacado a Rajoy por ¡°recurrir a la polic¨ªa y a los jueces para resolver un problema eminentemente pol¨ªtico¡±. La extrema derecha euroesc¨¦ptica se ha puesto tambi¨¦n del lado catal¨¢n, aunque el ¨²nico objetivo era atacar a la Uni¨®n Europea: ¡°El Gobierno espa?ol acaba de mandar el ej¨¦rcito a Catalu?a: una Comisi¨®n Europea que no interviene y se queda solo en las cuestiones legalistas es la demostraci¨®n de hasta qu¨¦ punto Europa es un gigante con pies de barro¡±, ha dicho Raymond Finch, eur¨®fobo de UKIP, invent¨¢ndose ese env¨ªo de las tropas; ¡°Bruselas cae en la mayor de las hipocres¨ªas si ataca a Hungr¨ªa y Polonia y en cambio usa un doble rasero con Espa?a¡±, ha apuntado el holand¨¦s Marcel De Graaf, te¨®logo holand¨¦s y correligionario de la ultraderechista Marine Le Pen.

Frans Timmermans (nacido Franciscus Cornelis Gerardus Maria Timmermans, nada menos) es tambi¨¦n holand¨¦s, aunque no te¨®logo sino un mundano diplom¨¢tico. Afiliado a la familia socialdem¨®crata, pr¨¢cticamente desaparecida en las ¨²ltimas elecciones en su pa¨ªs, declar¨® una vez que se ve incapaz de explicarle Europa a su madre (¡°D¨¦ficit de inteligibilidad: a Europa no hay quien la entienda¡±, resume Daniel Innerarity en un brillante La democracia en Europa). Pero este mi¨¦rcoles, en apenas 10 minutos, Timmermans ha resumido el desaf¨ªo catal¨¢n (al que tild¨® de "nacionalismo populista", nada menos) en apenas un pu?ado de frases. Ah¨ª van: "En la UE, el respeto por el Estado de derecho es b¨¢sico: protege a los d¨¦biles de los fuertes, a los peque?os de los poderosos. Detecto en algunos discursos del nacionalismo populista la tentaci¨®n de querer usar la democracia contra el Estado de derecho: como somos una mayor¨ªa, nos dicen, lo que diga la minor¨ªa da igual. Algunos de ustedes ponen el ¨¦nfasis en la violencia, pero la Comisi¨®n Europea tiene que ponerlo en el imperio de la ley". Y ha dejado este rej¨®n final con el que arranca esta cr¨®nica: ¡°No hay duda de que el refer¨¦ndum no respeta el Estado de derecho, como tampoco hay duda de que el ¨²nico camino es el di¨¢logo¡±. Traducci¨®n bastarda: si¨¦ntense y negocien de una vez.