Maldito buen tiempo

Muchos tenemos la mala costumbre de denominar ¡°buen tiempo¡± a los d¨ªas soleados y de c¨¢lidas temperaturas. Pero si estas jornadas ben¨¦volas en lo meteorol¨®gico se producen fuera de lugar, puede costarnos caro a corto y medio plazo.

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Morir de calor

?Llover¨¢ en oto?o para calmar la sequ¨ªa?

?Por qu¨¦ fallan los meteor¨®logos?

?La ¨²ltima semana hemos tenido temperaturas anormalmente altas en amplias zonas de Espa?a. Para establecer lo inusual que es un fen¨®meno meteorol¨®gico lo comparamos con un patr¨®n obtenido del comportamiento del tiempo en un periodo de 30 a?os. Actualmente la referencia utilizada son los par¨¢metros meteorol¨®gicos registrados entre los a?os 1981 y 2010, y esta semana se han superado numerosos r¨¦cords de altas temperaturas. Si extendemos la comparaci¨®n a los datos registrados desde 1920, obtenemos una se?al aun m¨¢s clara de lo an¨®malo de estas altas temperaturas. En diversas ciudades como Ponferrada, Salamanca, C¨¢ceres y Ourense jam¨¢s se ha registrado una temperatura tan alta en un mes de octubre, alcanzando valores pr¨®ximos a los 35? C.

Las temperaturas extraordinariamente altas, junto a la falta de lluvias, agravan la sequ¨ªa que venimos sufriendo. Los efectos en las reservas de agua se establecen en lo que se conocen como a?os hidrol¨®gicos. El 30 de septiembre finalizo el a?o hidrol¨®gico 2016-2017, y ha sido el octavo m¨¢s seco desde 1981, con un 15 por ciento menos de lluvias de lo habitual, aunque el m¨¢s seco de los registrados fue el 2004-2005. La distribuci¨®n desigual de la precipitaci¨®n ha hecho que se alcancen valores un 75 por ciento menores a lo normal en Galicia, norte de Castilla-Le¨®n, gran parte de Asturias y de Cantabria, algo de Extremadura, Andaluc¨ªa y Canarias. Para poner un oscuro punto final, el ¨²ltimo mes ha sido considerado el septiembre m¨¢s seco de lo que llevamos de siglo.

Tanto las altas temperaturas como la falta de precipitaciones en las ¨²ltimas semanas se debe a una situaci¨®n conocida como "bloqueo". Un anticicl¨®n se interpone en el camino hacia nosotros de las bajas presiones que favorecer¨ªan la ansiada llegada de las lluvias y de una bajada de las temperaturas. Este bloqueo no solo impide que baje la temperatura y llegue la lluvia, adem¨¢s limita el movimiento del aire en las ciudades incrementando alarmantemente los niveles de contaminaci¨®n. Es previsible que los niveles de di¨®xido de nitr¨®geno (NO₂), un gas invisible generado fundamentalmente por las altas temperaturas que se produce en las combustiones de los coches di¨¦sel, vuelva a activar protocolos anticontaminaci¨®n en lugares como Madrid.

La normalidad meteorol¨®gica, es decir, la llegada del fr¨ªo y las lluvias, ayudar¨ªa a paliar los efectos colaterales de un verano sin fin.