El modelo Wert empobrece a los becados

Los estragos del cambio en el modelo para obtener una beca universitaria en Espa?a que impuso el ministro Jos¨¦ Ignacio Wert (PP) en 2012, muy contestado en las calles por los estudiantes y los profesores, se notan ahora en el informe anual de la conferencia de rectores (CRUE), que se present¨® ayer. Los alumnos pasaron de percibir 2.331 euros en 2011 a 1.748 euros en 2015, un 23,4% menos (483 euros). Y el gasto total en cada becado ¡ªsumando la matr¨ªcula gratuita¡ª se redujo de 3.256 a 2.562 euros.

?Adem¨¢s los estudiantes no solo recibieron menos cantidad, sino que est¨¢n obligados a aprobar todo u obtener una buena media ¡ªlos requisitos oscilan seg¨²n la rama de conocimiento¡ª para mantener la ayuda al estudio o no pagar matr¨ªcula. En este lustro los beneficiarios, sin embargo, han crecido conforme al empobrecimiento de los hogares.

Antes de la reforma de Wert, bastaba un 5 de media en la nota de acceso para que el nuevo alumno sin recursos fuese becado. En la actualidad, este necesita un 5,5 para estar exento de pagar tasas acad¨¦micas y un 6,5 para poder percibir dinero destinado a libros, transporte o alojamiento en la ciudad. Juan Hern¨¢ndez Armenteros (Universidad de Ja¨¦n) y Jos¨¦ Antonio P¨¦rez (Polit¨¦cnica de Valencia) calculan en el estudio de la CRUE que 70.000 potenciales beneficiarios de la ayuda incumplen los requisitos acad¨¦micos impuestos por el ministro Wert. Porque el 7% de los 220.000 nuevos estudiantes llega a las aulas con menos de un 5,5% en el expediente y un 15% no alcanza el 6,5 de nota de acceso, la frontera entre que el Estado compense o no la mala situaci¨®n econ¨®mica que padece el universitario,

¡°El sistema excluyente de becas implantado en 2012 ha provocado que, a pesar de haberse incrementado del 19% al 23% el n¨²mero de becarios, las ayudas complementarias adicionales a la matr¨ªcula gratuita ¡ªlas verdaderamente responsables de garantizar la equidad¡ª se hayan reducido un 23%¡±, denunci¨® ayer Segundo P¨ªriz, el rector extreme?o que vive sus ¨²ltimos d¨ªas como presidente de la conferencia. Previsiblemente le relevar¨¢ el rector de Lleida, Roberto Fern¨¢ndez D¨ªaz, ¨²nico candidato al puesto.

P¨ªriz recrimin¨® ayer en su intervenci¨®n al Gobierno del PP que ¡°el esfuerzo presupuestario en becas se ha reducido un 11% adicional, respecto a una magnitud que ya era menos de la mitad de la media de la OCDE. Incomprensible e injusto¡±. Hern¨¢ndez Armenteros y P¨¦rez calculan en su informe que el Estado se ahorra unos 70 millones de euros cada curso.

Para frenar el ¨¦xodo de estudiantes sin medios ni beca, los campus p¨²blicos reservan una partida cada a?o que auxilia a muchos de ellos. P¨ªriz sac¨® pecho del esfuerzo de las universidades: ¡°Han sido capaces de destinar m¨¢s de 100 millones de euros anuales a paliar los efectos regresivos del sistema¡±. En el pasado curso baj¨® la cuant¨ªa de la beca en 13 de las 14 comunidades, seg¨²n una respuesta del Ministerio de Educaci¨®n a la pregunta parlamentaria del grupo socialista.

El endurecimiento de los requisitos para obtener o mantener una beca ha tenido un efecto positivo. El rendimiento de los alumnos (se mide por el porcentaje de cr¨¦ditos que se han aprobado) ha crecido un 23% en los campus p¨²blicos entre 2008 y 2016. Un periodo en el que tambi¨¦n se ha implantado en Espa?a el plan Bolonia, que fomenta el trabajo en equipo y las pr¨¢cticas frente a los ex¨¢menes.

Los rectores reprochan al Gobierno que no solo las becas son ¡°insuficientes¡±, sino que las tasas que pagan los alumnos (1.110 euros en grado y 1.991 en m¨¢ster) est¨¢n entre las m¨¢s altas de Europa. Solo hay cuatro pa¨ªses por delante: Irlanda, Reino Unido (Escocia), Holanda e Italia. Y en seis pa¨ªses, la mayor¨ªa escandinavos, es gratuito.

Aunque la situaci¨®n en Espa?a no es homog¨¦nea. Wert forz¨® en 2012 a las comunidades a subir las tasas entre un 10% y un 25% en el marco de las ¡°medidas para la racionalizaci¨®n del gasto p¨²blico¡± y esta decisi¨®n termin¨® de fracturar el panorama. De modo que estudiar en Madrid pas¨® a costar el triple que en Galicia. Las diferencias entre regiones se est¨¢n suavizando, porque muchos Gobiernos auton¨®micos est¨¢n recortando las tasas en lugares con precios disparados. En tres a?os se ha achicado la brecha del 182% al 118%. Aunque la desigualdad es notable: 757 euros cuesta matricularse de media en una universidad andaluza frente a los 1.509 euros de la catalana.

Una grieta en los precios p¨²blicos que no es proporcional a la riqueza de los habitantes. De modo que el esfuerzo que hace una familia castellanomanchega para que su hijo estudie es casi el triple que el de una gallega. En Castilla-La Mancha representa el 6,23% de la renta per c¨¢pita, frente al 2,75% de Galicia. Ante este escenario los rectores demandan corregir ¡°estas diferencias que ponen en cuesti¨®n el principio de igualdad de oportunidades, al tiempo que encubren ineficiencias institucionales¡±.

El pasado julio, una veintena de estudiantes protagoniz¨® un encierro de tres d¨ªas en el Consejo Escolar del Estado, que abandonaron porque Educaci¨®n se comprometi¨®, entre otras cosas, a crear una comisi¨®n con alumnos y rectores para revisar el decreto de becas para el curso 2018-2019.

Los rectores se suman a la petici¨®n estudiantil: ¡°Resulta preocupante que, cuando la crisis econ¨®mica da signos de agotamiento, las autoridades ministeriales no consideren necesario cambiar ninguno de los par¨¢metros que establecieron para las becas¡±.