La suerte tambi¨¦n traslada su sede social
La administraci¨®n de loter¨ªa La Bruixa d¡¯Or de Sort se instala en Navarra y Madrid
A las diez en punto se levanta la persiana de la administraci¨®n de loter¨ªas y ya hay gente esperando para comprar pese a la lluviosa ma?ana. La anunciada marcha del domicilio social de La Bruixa d'Or a Navarra y de su domicilio fiscal a Madrid no parece importar a los que con el billete en la mano se lo restriegan por la nariz a la gran bruja que preside el local. Dicen que da suerte. Xavier Gabriel, contrario a la independencia, es uno de los loteros m¨¢s famosos de Espa?a porque de sus ventanillas han salido muchos premios en Navidad y en el Ni?o. Tom¨® la decisi¨®n de trasladar la sede cuando en las redes lanzaron el bulo de que es separatista, no celebra la Fiesta Nacional y es el padre de la diputada de la CUP Anna Gabriel.
Gabriel lo zanj¨® de cuajo: ¡°Quiero mucho a Catalu?a, pero soy espa?ol. No soy independentista¡±. Su marcha se suma a las m¨¢s de 900 anunciadas por la incertidumbre de la situaci¨®n pol¨ªtica catalana.
Varios mensajes difundidos a trav¨¦s de las redes sociales animaban desde el pasado 13 de octubre a no adquirir loter¨ªa de Navidad en su establecimiento. El motivo, seg¨²n los an¨®nimos autores, era que Xavier Gabriel es independentista y el padre de la diputada de la CUP Anna Gabriel, uno de los rostros m¨¢s visibles del desaf¨ªo independentista catal¨¢n. Todo es falso. ¡°Lamento informar a aquellos que revelan supuestos parentescos que no tengo hijas, ni se llaman Anna¡±, escribi¨® Gabriel en el mismo comunicado en el que negaba ser secesionista.
En su caso, no es el ¨²nico motivo porque en la capital del Pallars Sobir¨¢, una localidad de algo m¨¢s de 2.000 habitantes, Gabriel provoca reacciones encontradas por su forma de ser y por algunos de sus proyectos. ¡°Lo que no se puede negar es que La Bruixa d¡¯Or es un atractivo m¨¢s y no se puede negar su impacto y el que diga lo contrario, pues miente¡±, afirma sin dudar Ram¨®n Aytes, propietario del hotel Pessets al que ayer por la noche llegaba un grupo de 30 personas para pasar tres d¨ªas: ¡°Lo de comprar la loter¨ªa es un motivo m¨¢s para esos viajes¡±.
Otros establecimientos han llegado a hacer un pack, como un forfait (abono de precio fijo que permite a quien lo adquiere hacer uso libre de unas instalaciones, especialmente de esqu¨ª), de estancia de un d¨ªa, viaje en autocar y billete de loter¨ªa por 100 euros. Lo mismo pasa en los locales de restauraci¨®n: ¡°Los deportes de aventura y los paseos tienen la temporada de verano y est¨¢ claro que sin La Bruixa ahora muchos estar¨ªamos cerrados porque no tendr¨ªamos clientes¡±, cuenta la propietaria del restaurante Can Punyetes.
Hasta los que son detractores de Gabriel reconocen que la venta de loter¨ªa ha hecho que los meses de oto?o sean de movimiento. ¡°Nosotros antes vend¨ªamos artesan¨ªa y prendas de monta?a, ahora tenemos delante las brujas porque resulta que es lo que m¨¢s se vende¡±, apunta la dependienta de un local de artesan¨ªa que pide ocultar su nombre y admite que la relaci¨®n de muchos vecinos con Gabriel es inexistente: ¡°Es un prepotente¡±.
La escoba y las brujas est¨¢n en muchos escaparates de Sort: ¡°Queramos o no, La Bruixa es un s¨ªmbolo de Sort y eso nos da vida¡±, reconoce Juan, propietario de Magica Regals, donde las brujas se han apoderado de buena parte de la tienda.
Sort es una de las puertas del parque nacional de Aig¨¹estortes y el excursionismo, junto con los deportes de riesgo y el rafting en el r¨ªo Noguera, han sido tradicionalmente sus atractivos. La Bruixa d¡¯Or se ha sumado, ha aumentado el inter¨¦s por la localidad y ha prolongado la temporada tur¨ªstica que ahora llega hasta la Navidad: ¡°Est¨¢ claro que hay personas que vienen de Andorra o de Vielha y hacen 85 kil¨®metros para comprar loter¨ªa¡±, a?ade Juan. Los autocares, muchos del Inserso, copan la localidad los fines de semana aunque el grueso de los compradores de loter¨ªa lo hacen por Internet y llega a todos los rincones del mundo.
En Sort hay banderas esteladas pero tampoco se trata de una exhibici¨®n en una localidad gobernada por la coalici¨®n de Fem Municipi y la CUP que repuso la ense?a espa?ola en septiembre pasado por imperativo judicial y la ha vuelto a retirar. Las relaciones del lotero con el Ayuntamiento no son precisamente buenas, seg¨²n reconoce ¨¦l mismo: ¡°He propuesto proyectos muy interesantes y no me han apoyado¡±, explica Gabriel en una charla con EL PA?S en el gastrobar La Bruixa d¡¯Or, de su propiedad y puerta con puerta con la administraci¨®n de loter¨ªa. El lotero tiene actualmente seis negocios en Sort, cuatro de ellos inmobiliarios, y la fundaci¨®n La Bruixa d¡¯Or. ¡°S¨¦ que me odia parte de la poblaci¨®n por c¨®mo soy. Adem¨¢s, es dif¨ªcil vivir en un pueblo y tener ¨¦xito¡±, comenta.
Proyectos sorprendentes
Sigue viviendo en el pueblo donde emprendi¨® su primer negocio en 1986, la empresa de deportes Aventur. ¡°Fui el pionero en el rafting y en otras cosas¡±, afirma. La empresa desapareci¨® en 1993, al tiempo que abri¨® la primera administraci¨®n de loter¨ªa que llam¨® Estel para rebautizarla despu¨¦s como Stop ¡ª¡°fue un desastre porque la confund¨ªan con una autoescuela¡±, dice¡ª y, finalmente, La Bruixa d¡¯Or con la que dio el primer premio en el sorteo del Ni?o de 1994. A partir de entonces, su carrera ha sido imparable. El cierre de la empresa le granje¨® enemistades en el pueblo y la cosa lleg¨® a los juzgados. ?l se defiende y niega irregularidades.
Algunos de sus proyectos no dejan de sorprender: ¡°Yo quer¨ªa arreglar esta monta?a y poner en letras grandes, como en Hollywood, La Bruixa d¡¯Or. Tambi¨¦n propuse hacer en una ladera el castillo de la bruja. La respuesta del Ayuntamiento siempre ha sido que no, que no se pod¨ªa tolerar porque otros propondr¨ªan otras cosas¡±, resume disgustado. Este diario ha intentado, sin ¨¦xito, tener la versi¨®n del Consistorio.
Hombre de car¨¢cter, reconoce que est¨¢ dolido por la pol¨¦mica pero que no se achanta. Es m¨¢s, apunta a que si tiene m¨¢s problemas acabar¨¢ llev¨¢ndose la escoba de su bruja a otra parte.
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