¡®Jacki¡¯, la verdadera historia de una gran foto
Una imagen del desastre en Galicia ha conmovido a toda Espa?a. Su protagonista trabaj¨® sin descanso durante los fuegos
La perra m¨¢s querida y deseada del momento se llama Jacki y es macho. Cuando las llamas de 30 metros de altura, como ¨¦l nunca hab¨ªa visto, engulleron el paisaje de su vida en el monte de Fragoselo (barrio de Coruxo, Vigo), se lanz¨® a recorrer el escenario humeante, todav¨ªa incandescente bajo la ceniza, y seg¨²n algunos de sus vecinos pas¨® un par de d¨ªas llevando a cabo una extra?a actividad que dej¨® perplejos a todos. Jacki iba y ven¨ªa sin descanso, con determinaci¨®n, recogiendo cad¨¢veres de animales carbonizados que luego enterraba en un campo aleda?o a la iglesia. Supuestamente no lo hac¨ªa por ning¨²n instinto religioso o sobrenatural, sino porque todo Fragoselo hab¨ªa ardido y aquella parcela junto al templo hab¨ªa quedado milagrosamente intacta. El can mayor, rubio y blanco, buscaba tierra, y no cenizas, para sepultar los cuerpecitos abrasados.
La conmovedora imagen captada al vuelo por el veterano fotoperiodista de EFE Salvador Sas fue tomada el martes por la ma?ana en el lugar de A Igrexa de Chandebrito, municipio de Nigr¨¢n (Pontevedra). En cuanto fue difundida por la agencia como "foto del d¨ªa", el retrato del perro que entonces por error se crey¨® perra corri¨® como la p¨®lvora por medios de comunicaci¨®n y redes sociales y prendi¨® a la misma velocidad que el fuego en los corazones de lectores y tuiteros. El peque?o Jacki acab¨® convirti¨¦ndose para el mundo en hembra y madre, y lo que transportaba en su boca bajando el camino de la antigua escuela de Chandebrito, que obviamente no era un madero quemado como podr¨ªa parecer a los incr¨¦dulos, semejaba el cad¨¢ver de un animal, posiblemente un cachorro de perro que termin¨® transform¨¢ndose a ojos de casi todos en "su" cachorro.
Si se ampl¨ªa la instant¨¢nea, el enorme tiz¨®n que transporta un Jacki con los ojos empa?ados tiene cabeza, hocico, orejas, patas y lo que parece un largo rabo en tirabuz¨®n. Quiz¨¢s influidos por la noticia que circul¨® aquel d¨ªa, varios vecinos de Coruxo la apoyan y aseguran que s¨ª es "una cr¨ªa de perro" lo que el aventurero can lleva en ese momento, con sumo cuidado, entre las mand¨ªbulas. "Una cr¨ªa suya", se atreve a insistir otro m¨¢s, "porque ven¨ªa del lugar donde ten¨ªa una camada con una perra y a alg¨²n otro cachorro s¨ª lo consigui¨® salvar". El due?o de Jacki est¨¢ preocupado por la fama de su animal, teme que se lo roben y niega todo esto, por eso los testigos no quieren aparecer con su nombre y apellidos.
Al margen del debate sobre la criatura que lleva en las fauces, imposible de confirmar ahora, entre el lunes y el martes Jacki se entreg¨® con af¨¢n a la tarea de recoger diversos animales difuntos y "hacer agujeros por donde la iglesia" llevado por la costumbre de enterrar huesos; o con la intencion de darles sepultura. Algunas personas cuentan que lo vieron "llevando conejos". A medida que van pasando los d¨ªas, los habitantes de esta zona devorada por el infierno van descubriendo m¨¢s y m¨¢s la dimensi¨®n de su desgracia; la cantidad de bienes irrecuperables; los animales grandes y peque?os, carbonizados entre los ¨¢rboles muertos; y algunos perros que siguen desorientados sin saber volver a casa. "Ah¨ª arriba la gente est¨¢ traumatizada", describen en Coruxo, "aquella noche bajaban escapando del fuego intoxicados, vomitando por culpa del humo".
El en¨¦rgico protagonista de una de las fotos m¨¢s expresivas del desastre gallego, del sentimiento de p¨¦rdida, empez¨® trabajando primero en su pueblo, Fragoselo, dentro del t¨¦rmino municipal de Vigo. Luego es evidente que ampli¨® el radio porque el retrato fue tomado ya en el ayuntamiento lim¨ªtrofe de Nigr¨¢n. En el lugar hab¨ªa varios reporteros y c¨¢maras de televisi¨®n, pero solo el fot¨®grafo de EFE logr¨® inmortalizar la escena. Aguardaban al secretario general del PSOE, Pedro S¨¢nchez, que hab¨ªa anunciado su visita a Chandebrito, zona cero de la tragedia en la comarca, donde el domingo murieron las vecinas Maximina Iglesias y Angelina Otero, de 86 y 78 a?os, devoradas por el fuego del que hu¨ªan en una furgoneta blanca.
Jacki se pase¨® dos veces entre el grupo de periodistas que hac¨ªan guardia por la llegada del pol¨ªtico al pueblo desolado. Primero en un sentido; despu¨¦s, en el contrario. Sin soltar ese cad¨¢ver negro de su boca. Pero en Fragoselo, este perro menudo con una familia que lo adora "ya era famoso" sin necesidad de las redes sociales, cuenta orgullosa una vecina. "Ahora toda Espa?a se enamor¨® de ¨¦l, pero aqu¨ª ya era muy conocido. Es un animal muy vivo; una aut¨¦ntica pasada", sigue describiendo. "Anda siempre por todas las esquinas, de aqu¨ª para all¨¢... Yo opino que aquello que llevaba en la foto s¨ª pod¨ªa ser un hijo suyo", bromea, "porque... con Jacki todo es posible".
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