Los enfermeros podr¨¢n dispensar f¨¢rmacos sin depender del m¨¦dico

El acuerdo establece que los enfermeros ¡°podr¨¢n indicar, usar y autorizar la dispensaci¨®n de medicamentos sujetos a prescripci¨®n m¨¦dica, mediante la correspondiente orden de dispensaci¨®n¡±. Es decir, en los casos de su competencia tendr¨¢n la potestad de utilizar los f¨¢rmacos que necesiten receta dentro de los protocolos y gu¨ªas propias sin que un m¨¦dico lo supervise. Y tambi¨¦n podr¨¢n extender ¡°¨®rdenes de dispensaci¨®n¡±, es decir, el equivalente a recetas.

Tambi¨¦n se fija en el documento que todos los enfermeros, por el hecho de serlo, est¨¢n capacitados para ambas tareas. Esto quiere decir que no requerir¨¢n una acreditaci¨®n especial, como se estipulaba en la anterior regulaci¨®n, establecida en 2015. Aquella vez el acuerdo se malogr¨®. Los enfermeros (y el Consejo Econ¨®mico y Social, que tiene el papel de revisar estos escritos aunque su decisi¨®n no es vinculante) aprobaron un texto m¨¢s en la l¨ªnea del firmado el martes, pero un cambio de ¨²ltima hora les dej¨® sin su principal reclamaci¨®n: poder manejar los medicamentos sin supervisi¨®n.

Para los enfermeros, seg¨²n un comunicado, se trata de ¡°un primer paso muy importante para poner fin a la inseguridad jur¨ªdica derivada del real decreto de prescripci¨®n aprobado hace dos a?os, que imped¨ªa a la profesi¨®n enfermera tomar decisiones sobre aquellos medicamentos y productos sanitarios que maneja en su d¨ªa a d¨ªa y que supuso un perjuicio para los pacientes y el propio sistema sanitario¡±.

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Romero, tras la firma, declar¨®: ¡°Pensando en la seguridad de los ciudadanos, en segundo lugar en nuestro propio sistema nacional de salud y, c¨®mo no, en la necesaria colaboraci¨®n entre enfermeros y m¨¦dicos, era necesario cerrar este tema¡±. Y admiti¨® que con esta regulaci¨®n quedan claras ¡°todas las actuaciones que enfermer¨ªa demandaba y que resultaban ilegales si lo hac¨ªan sin un m¨¦dico¡±. ¡°Efectivamente, hay medicamentos sujetos a prescripci¨®n m¨¦dica donde no se necesita previamente un diagn¨®stico facultativo, una prescripci¨®n m¨¦dica ni, l¨®gicamente, un seguimiento m¨¦dico¡±.

Aquel real decreto de hace dos a?os cre¨® tensiones en los centros de salud, sobre todo, ya que, ateni¨¦ndose a la literalidad del texto normativo, hubo enfermeros que iniciaron una especie de huelga a la japonesa, cumpli¨¦ndolo a rajatabla. Ello supon¨ªa que antes de usar un medicamento o producto sanitario, ped¨ªan la correspondiente orden escrita al m¨¦dico encargado del proceso del paciente, lo que amenaz¨® la atenci¨®n, ya que supon¨ªa una carga burocr¨¢tica importante y un retraso en la toma de decisiones. El riesgo de colapsar el sistema llev¨® a algunas comunidades, como el Pa¨ªs Vasco, a comunicar a sus profesionales que no ser¨ªan sancionados si no segu¨ªan el decreto al pie de la letra.

En Espa?a est¨¢n colegiados cerca de 248.000 facultativos y 300.000 enfermeros, seg¨²n el INE, y este conflicto les ha enfrentado desde hace una d¨¦cada. Ninguno de los tres principales firmantes del acuerdo, que a¨²n tiene que publicar el Bolet¨ªn Oficial del Estado, figur¨® en el anterior intento de acuerdo. Y, seg¨²n fuentes del Foro de la Profesi¨®n Enfermera, en cuyo marco se efectu¨® la firma el martes, ese hecho ha sido determinante. Con Montserrat de ministra ha cambiado el secretario general de Sanidad, que ahora es Javier Castrodeza (entonces era Rub¨¦n Moreno), y a los m¨¦dicos los preside Romero, que es senador por el PP. Tambi¨¦n ha cambiado el m¨¢ximo representante de los enfermeros, pero P¨¦rez Raya acaba de llegar y el acuerdo lo dej¨® encarrilado su antecesor, M¨¢ximo Gonz¨¢lez Jurado.