?Hay riesgo de otro frente soberanista?
¡°Tengamos cuidado porque aqu¨ª en Euskadi existe un nacionalismo en el poder, pero tambi¨¦n radicales como Bildu. Tenemos tambi¨¦n populistas, los de Podemos, y una asamblea nacional vasca, Gure Esku Dago. S¨®lo hace falta que los ingredientes se unan y, si lo hacen, vamos al mismo desaf¨ªo y peligro que en Catalu?a¡±. Esta reciente frase, dirigida como advertencia al PNV por el presidente del PP vasco, Alfonso Alonso, evoca una preocupaci¨®n existente dentro y fuera de Euskadi: la posibilidad de que se abra un segundo frente soberanista en Espa?a.
?Existe esa posibilidad? Es obvio que, tras la declaraci¨®n unilateral de independencia por parte del soberanismo catal¨¢n y la aplicaci¨®n del 155 de la Constituci¨®n por parte del Gobierno, el independentismo vasco ¡ªBildu y los sindicatos ELA y LAB¡ª va a redoblar su ofensiva para tratar de abrir un segundo frente en Euskadi y atraer al PNV. El PNV, que ha participado con Bildu en declaraciones y dos marchas de apoyo al proceso soberanista, ha cargado contra el Gobierno por la aplicaci¨®n del 155 y ha exonerado de toda responsabilidad en la crisis al secesionismo catal¨¢n, lo que ha provocado un justificado malestar en los partidos constitucionalistas. Pero de ah¨ª a activar un segundo frente, que supondr¨ªa su alineamiento con Bildu y la ruptura de sus alianzas en Euskadi, media un abismo en el que no va a caer.
Desde Sabin Etxea se contempla con estupor, a trav¨¦s de los sucesos de Catalu?a, la pel¨ªcula de lo que podr¨ªa haber ocurrido en Euskadi y al PNV de haber desobedecido el lehendakari Juan Jos¨¦ Ibarretxe al Tribunal Constitucional, cuando declar¨® ilegal su Ley de Consulta en octubre de 2008, y haberse empecinado en aquel proceso. Si las consecuencias que est¨¢ acarreando para Catalu?a el proceso soberanista unilateral son graves, para Euskadi podr¨ªan ser a¨²n peores.
Sabe el PNV que no s¨®lo arriesgar¨ªa la destituci¨®n del Gobierno aut¨®nomo, como ha sucedido en Catalu?a. En el terreno econ¨®mico ser¨ªa a¨²n peor porque Euskadi no tiene la red del Estado. La Hacienda vasca, al disponer de soberan¨ªa fiscal, quedar¨ªa en bancarrota si estuviera sometida a la inestabilidad econ¨®mica generada en Catalu?a por el abandono de sedes sociales de empresas clave. Tanto o m¨¢s grave ser¨ªa la reapertura del choque entre los bloques soberanista y constitucionalista en la pol¨ªtica y en la calle, pues ambos tienen en Euskadi un enorme potencial movilizador, entrenado en la etapa terrorista.
Adem¨¢s de estas consecuencias aterradoras para la pl¨¢cida Euskadi postETA, el PNV tambi¨¦n ha tomado nota del grav¨ªsimo deterioro de CiU, su antigua hom¨®loga catalana, devorada por el proceso soberanista ¡ªERC, la Asamblea Nacional Catalana e incluso la CUP¡ª sobre el que ha perdido el control. El lehendakari Urkullu ha comprobado, en su papel de mediador, la vulnerabilidad del president Puigdemont a las presiones de ERC y la CUP. Finalmente, el tajante rechazo de la Uni¨®n Europea ¡ªsu marco pol¨ªtico de referencia¡ª al proceso secesionista catal¨¢n es otra lecci¨®n inolvidable para el PNV que ha confirmado las falacias de los irresponsables l¨ªderes soberanistas.
Por ello, lejos de abrir otro frente, el PNV ¡ªavalado por las ¨²ltimas encuestas en las que mejora sensiblemente su posici¨®n¡ª se reafirma en el principio de estabilidad y hace caso omiso de Bildu cuando le reclama la ruptura de relaciones con el PP y PSE por activar el art¨ªculo 155. El PNV ha reafirmado su apuesta por el Gobierno de coalici¨®n con el PSE e incluso no descarta contar con el PP vasco como tercer socio para aprobar unos Presupuestos vascos expansivos, adaptados a la salida de la recesi¨®n, aunque sus relaciones con los populares se complican mucho tras responsabilizar exclusivamente al Gobierno de Rajoy de la situaci¨®n en Catalu?a.
La respuesta del PNV al intento de Bildu de trasladar a Euskadi la crisis catalana es meramente defensiva. Pero deber¨ªa hacer pedagog¨ªa y reconocer que los males de Catalu?a no s¨®lo proceden de la mala gesti¨®n del presidente Rajoy, de la falta de di¨¢logo. Como partido democr¨¢tico deber¨ªa tener el valor de responsabilizar a los dirigentes catalanes por su antidemocr¨¢tica sustituci¨®n del r¨¦gimen auton¨®mico por la independencia, salt¨¢ndose todos los procedimientos legales, cuyo ¨²ltimo cap¨ªtulo escribi¨® el viernes, generando una grav¨ªsima fractura social, lo que ha provocado la intervenci¨®n del Estado.
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