Juana Rivas viaja a Italia para pasar varios d¨ªas con sus hijos

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Dos meses y dos d¨ªas despu¨¦s de entregar sus dos hijos a su padre en unas dependencias judiciales de Granada, Juana Rivas podr¨¢ volver a pasear libremente con ellos. Ser¨¢ en Italia, donde un juez ha dictado una resoluci¨®n que permite a Juana estar con sus ni?os desde la tarde de hoy lunes, en la que llegar¨¢ a Italia, hasta su vuelta a Espa?a el 1 de noviembre. Madre e hijos podr¨¢n estar juntos sin la supervisi¨®n del padre, Francesco Arcuri, ni de ning¨²n abogado o representante de ¨¦ste. S¨ª estar¨¢ obligada a tener cerca de algunas de sus dos letradas en Italia, que deber¨¢n comunicar a Arcuri su itinerario y su lugar de residencia estos d¨ªas.

El auto ha sido dictado en respuesta a una petici¨®n de Mar¨ªa Eugenia ?lvarez, abogada en Italia de la madre de Maracena (Granada). La decisi¨®n judicial ha sido una sorpresa para la madre, que no contaba en un futuro cercano con pasar tiempo en persona con sus hijos. La ¨²nica relaci¨®n de Juana con sus hijos en estos dos meses ha sido a trav¨¦s de m¨®vil o videoconferencia.

Juana Rivas viaja a Italia originalmente porque debe comparecer el martes a las 9.00 en el juzgado n¨²mero uno de lo Civil del Tribunal de Cagliari, capital de la regi¨®n de Cerde?a. All¨ª, un tribunal debe decidir de modo definitivo qui¨¦n de los dos, Juana o Francesco, se hace cargo de la guardia y custodia de los dos menores, de 3 y 11 a?os de edad. Ese mismo tribunal otorg¨® dicha guardia y custodia a Francesco, de modo temporal, el 3 de julio pasado. Ahora, la sentencia ser¨¢ definitiva. No obstante, no se espera una decisi¨®n en esta sesi¨®n.

Jos¨¦ Estanislao L¨®pez, abogado de Rivas, explica que "en esta comparecencia, los jueces van a interpelar tanto a Arcuri como a Juana; no habr¨¢ m¨¢s testigos, ni ni?os, ni peritos ni pruebas. Eso, si ocurre, ser¨¢ en una fase posterior". Si no hay retrasos en su plan de viaje, Juana Rivas llegar¨¢ a Cagliari este lunes pasadas las cuatro de la tarde. Tres horas despu¨¦s, aproximadamente, podr¨ªa estar en Carloforte, el peque?o pueblo de Cerdena en el que viven con su padre

La del tribunal de Cagliari es la ¨²ltima etapa de una larga secuencia de denuncias, fugas, desencuentros y enganchones judiciales entre madre y padre que han acabado con ellos y sus hijos en el centro de una de las batallas parentales m¨¢s medi¨¢ticas de los ¨²ltimos a?os. De hecho, el equipo de abogados de Juana Rivas ha tenido la precauci¨®n de asegurarse de que no existe ning¨²n caso abierto contra Juana en Italia que pueda provocar su detenci¨®n al pisar suelo italiano. Un certificado judicial en su poder, comenta L¨®pez, as¨ª lo asegura.

Desde 2013 hasta el 16 de mayo de 2016, Juana y Francesco viv¨ªan en la localidad de Carloforte, un pueblo de la peque?a isla de San Pietro, al suroeste de Cerde?a. All¨ª llegaron con el mayor de los hijos y all¨ª naci¨® el menor. Hace casi a?o y medio, Juana y sus hijos volvieron a Maracena (Granada), localidad de nacimiento de ambos menores y de residencia de ella en Espa?a. Vinieron de vacaciones pero nunca m¨¢s volvieron. Y se desencaden¨® la tormenta.

En julio de 2016, Juana denunci¨® en Espa?a a Francesco por malos tratos. La denuncia no fue aceptada en primera instancia por considerar el juzgado que tendr¨ªa que haberlo hecho en Italia, lugar de residencia de la familia. Tras varias resoluciones judiciales, el pasado agosto se tramit¨® la denuncia desde Espa?a hacia Italia sin que, por otra parte, ninguna de las partes haya vuelto a tener noticia de ella. Entre medias, Francesco denunci¨® a Juana por sustracci¨®n internacional de menores. De ah¨ª que un juzgado granadino determina la entrega de ambos ni?os a su padre para que vuelvan al lugar original de residencia familiar, Italia, lo que la madre no hace.

El juzgado vuelve a dar una segunda fecha de entrega. En ese momento, el 25 de julio, Juana desaparece con sus hijos. El 22 de agosto, Rivas aparece en el juzgado pero sin sus hijos. El 28 de ese mes, el abogado de Juana, Jos¨¦ Estanislao L¨®pez, entrega en sede judicial los dos menores a su padre que, pocos d¨ªas despu¨¦s, se traslada con ellos a su casa en Carloforte. Ahora, dos meses despu¨¦s, cuando menos lo esperaba, Rivas podr¨¢ volver a ver a sus hijos.

En cualquier caso, la relaci¨®n entre la pareja nunca fue sencilla. La pareja se conoci¨® en Londres, en 2005. Un a?o despu¨¦s, ya en Maracena, tuvieron a su primer hijo. En 2009, surge el primer problema judicial cuando un juzgado condena a Francesco por violencia en el ¨¢mbito familiar y le impone una pena de tres meses de c¨¢rcel y a?o y medio de alejamiento de los ni?os. Tras esto, no obstante, la pareja se reconcilia y ambos se trasladan a Carloforte donde Francesco regenta un hotel rural. Qu¨¦ pas¨® en esos a?os es lo que tendr¨¢ que dilucidarse en el juzgado italiano que reciba esa denuncia que lleg¨® de Espa?a y que nadie sabe d¨®nde ha ca¨ªdo.