El Supremo vigilar¨¢ que Forcadell no se salga del orden constitucional

Carme Forcadell recuper¨® ayer la libertad tras permanecer 12 horas en la prisi¨®n de Alcal¨¢ de Henares (Madrid). Pero el Tribunal Supremo le ha advertido en dos autos consecutivos que esta libertad tiene dos condiciones: que no salga de Espa?a y comparezca semanalmente ante un juez; y que renuncie a cualquier actuaci¨®n pol¨ªtica que choque con la Constituci¨®n. Con esta premisa, Llarena avisa a Forcadell y los otros investigados de que ir¨¢n a prisi¨®n si vuelven a salirse de la legalidad, pero tambi¨¦n obliga al independentismo a desterrar de su discurso electoral la v¨ªa unilateral para la independencia.

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Forcadell acata la legalidad y evita la prisi¨®n incondicional

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El auto de medidas cautelares dictado por el magistrado Pablo Llarena el jueves por la noche fue, en general, bien recibido por las formaciones soberanistas. Tras la petici¨®n de prisi¨®n incondicional formulada por la fiscal¨ªa para cuatro de los seis investigados, y con el precedente de una semana antes de la Audiencia Nacional, el independentismo respir¨® aliviado al saber que el juez descartaba la prisi¨®n incondicional e impon¨ªa fianzas asumibles a los miembros de la Mesa del Parlament.

Pero la resoluci¨®n del alto tribunal no solo no rebaja en nada la gravedad de las acusaciones formuladas por el fiscal en su querella, sino que constata que la mayor¨ªa son ciertas porque obedecen a actuaciones p¨²blicas y advierte de que implican indicios claros de delito, ya sea de rebeli¨®n o de sedici¨®n. En algunos casos, el magistrado va incluso m¨¢s all¨¢ de la querella al advertir de que el posible uso de fondos p¨²blicos en actuaciones que el Tribunal Constitucional ya hab¨ªa declarado ilegales, puede implicar la existencia del subtipo agravado de rebeli¨®n, lo que aumentar¨ªa las penas a las que se exponen los investigados.

La contundencia del auto de Llarena ha quedado en parte eclipsada por el voto de confianza que el magistrado dio a los cuatro investigados para los que el fiscal ped¨ªa prisi¨®n incondicional. Llarena dio muestras, seg¨²n fuentes presentes en los interrogatorios, de estar dispuesto a evitar el encarcelamiento de los investigados, pero consideraba que el riesgo de reiteraci¨®n delictiva en el que el fiscal basaba su petici¨®n era cierto porque Forcadell y sus compa?eros Llu¨ªs Corominas, Anna Sim¨® y Llu¨ªs Guin¨® no hab¨ªan dejado claro durante sus comparecencias que renunciaran a perseguir con sus actuaciones pol¨ªticas la independencia de Catalu?a violando la Constituci¨®n.

Los ¨²nicos que lo dijeron expresamente fueron Joan Josep Nuet, de Catalunya S¨ª que es Pot, que siempre se ha manifestado contrario a la v¨ªa unilateral; y Ramona Barrufet, de Junts pel S¨ª, que durante el interrogatorio dijo que no iba a volver a ser diputada y que renunciaba a conseguir la independencia a toda costa. Esta afirmaci¨®n llev¨® al fiscal a aceptar que pudiera eludir la c¨¢rcel bajo fianza, lo que permiti¨® al juez ofrecer la misma oportunidad al resto.

Durante las vistillas, que se celebraron de forma conjunta y en las que los investigados, seg¨²n las fuentes consultadas, dieron claras muestras de nerviosismo, el magistrado dio una oportunidad que no es frecuente conceder en estos casos: un turno de ¨²ltima palabra para los investigados, que en ese momento ya conoc¨ªan la petici¨®n del fiscal. Fue entonces cuando el juez les arranc¨® a Forcadell, Corominas, Guin¨® y Sim¨® la renuncia que durante el interrogatorio no hab¨ªan hecho de forma expresa. Antes, les pregunt¨® si ten¨ªan intenci¨®n de seguir ejerciendo la pol¨ªtica (fuentes de las defensas se?alan que a la presidenta de la C¨¢mara catalana no le hizo esta pregunta). Guin¨®, Corominas y Sim¨® respondieron que s¨ª, pero los cuatro investigados que se arriesgaban a la prisi¨®n incondicional aseguraron que no iban a volver a adoptar ninguna decisi¨®n pol¨ªtica que fuera contraria a la Constituci¨®n, lo que seg¨²n el juez, har¨ªan si participaran en las elecciones y contribuyeran a transformar la pr¨®xima legislatura ¡°en un ilegal proceso constituyente¡±.

¡°Forcadell dijo que esperaba un pacto, que tal como est¨¢n las cosas no se pod¨ªa ir por la v¨ªa unilateral. Y que esto ya se ve¨ªa porque no han ejecutado nada¡± de lo que el Parlament ha aprobado, se?ala un abogado presente en las declaraciones. Este compromiso llev¨® al juez a evitarles la prisi¨®n preventiva.

¡°Todos los querellados, no es que hayan asumido la intervenci¨®n derivada de la aplicaci¨®n del art¨ªculo 155 de la Constituci¨®n, sino que han manifestado que, o bien renuncian a la actividad pol¨ªtica futura o, los que desean seguir ejerci¨¦ndola, lo har¨¢n renunciando a cualquier actuaci¨®n fuera del marco constitucional¡±, argumenta el juez en su auto.

Llarena asume la posibilidad de que los querellados hayan expresado ese compromiso con el ¨²nico fin de obtener la libertad (sus afirmaciones pueden ser ¡°mendaces¡±, se?ala el juez), pero opta por aceptarlo, aunque con la advertencia de que les mantendr¨¢ vigilados y les enviar¨¢ a la c¨¢rcel si vuelven a actuar en contra de la ley. Este compromiso implica que ninguno de ellos, si deciden seguir en pol¨ªtica, puede volver a actuar en contra de la Constituci¨®n, lo que, en la pr¨¢ctica, y seg¨²n se deduce del propio auto, implica renunciar a la independencia unilateral de Catalu?a.

Esta condici¨®n impuesta por Llarena y aceptada por la fiscal¨ªa (que ha rechazado recurrir la decisi¨®n del juez) podr¨ªa abrir la puerta a que los exmiembros del Govern, encarcelados por orden de la juez de instrucci¨®n de la Audiencia Nacional, Carmen Lamela, salgan de prisi¨®n si aceptan un compromiso similar y los jueces consideran que se ha disipado el riesgo de fuga y de destrucci¨®n de pruebas. Pero eso obligar¨ªa a las formaciones independentistas a desterrar de su discurso la declaraci¨®n de la independencia unilateralmente.

El juez, no obstante, diferencia las situaciones de los investigados en la Audiencia Nacional y los del Supremo, sobre todo respecto al riesgo de destrucci¨®n de pruebas. La acusaci¨®n del fiscal, advierte Llarena, ¡°se limita a atribuir¡± a los miembros de la Mesa, ¡°la creaci¨®n de una base normativa (ilegal, pero de soporte), mediante un comportamiento que aparece perfecta e inmutablemente esculpido en los diarios de sesiones del Parlamento de Catalu?a¡±.