Ada Colau decapita a Iceta
La ruptura con el PSC en Barcelona anticipa el bloqueo a los socialistas despu¨¦s del 21-D
Ada Colau ha recurrido a un simulacro democr¨¢tico para desestabilizar al PSC. Porque su objetivo no consiste en despojarse de la relaci¨®n en el Ayuntamiento de Barcelona, sino de frustrar cualquier posibilidad que convierta a Miquel Iceta en president de la Generalitat, prolongando el veto que ya se hab¨ªa impuesto a las otras opciones constitucionalistas (Arrimadas y Albiol).
La manera para eludir la responsabilidad concreta de la iniciativa consiste precisamente en encubrir la decisi¨®n en esta f¨®rmula tan candorosa de la decisi¨®n asamblearia. Podr¨ªa considerarse hasta escrupulosa si no fuera porque la pregunta a los simpatizanes de Colau ya estaba inducida y respondida. Era la manera de purgar en caliente el apoyo de los socialistas al 155. Y de hac¨¦rselo expiar no en el ¨¢mbito municipal, sino en el escenario premonitorio del 21 de diciembre.
Colau se encubre en la presunta voluntad popular. Y la manipula para sustraerse a la decisi¨®n que ella misma hab¨ªa acordado con los "comunes" y el cuartel del Pablo Iglesias. Se supone que la pol¨ªtica municipal, su estabilidad, sus emergencias, se ejercen o ejercitan en el plano del inter¨¦s ciudadano, pero Colau es consciente de haber trascendido las ataduras del cargo barcelon¨¦s. Juega ella a la alta pol¨ªtica. Y espera su momento, pero antes de hacerlo de manera expl¨ªcita se recrea en una c¨ªnica operaci¨®n impl¨ªcita que destrona las opciones de Miquel Iceta.
No es favorito el l¨ªder del PSC a las elecciones de diciembre, pero s¨ª era protagonista de una opci¨®n constitucionalista que tanto aspiraba al apoyo de C'S y del PP como pretend¨ªa obtener el respaldo de En Com¨² Podem, partiendo de la afinidad ideol¨®gica y hasta de las experiencias de Gobierno que socialistas y podemistas han experimentado el ¨¢mbito municipal y de las comunidades aut¨®nomas.
Iceta ser¨ªa una respuesta de consenso al escr¨²pulo unionista y a la abstracci¨®n de las "pol¨ªticas de izquierdas". Acceder¨ªa al cargo de president desde la precariedad de la tercera fuerza ¡ªERC y Ciudadanos van por delante en todos los sondeos¡ª, pero el candidato socialista representar¨ªa una suerte de "opci¨®n a la danesa", una figura de consenso para una situaci¨®n de emergencia.
Se ha desdibujado la "operaci¨®n Iceta" en las ¨²ltimas jornadas, precisamente por la afinidad de Colau e Iglesias al cortejo independentista. La una y el otro blanquearon el refer¨¦ndum, especularon con las fechor¨ªas del Parlament y se han adherido a la letan¨ªa de los presos pol¨ªticos, arraigando una posici¨®n incompatible con el PSC y sensible a la hegemon¨ªa de Esquerra Republicana.
Comparten la ret¨®rica libertaria y el sustrato ideol¨®gico. Coinciden en el derecho a decidir y en el derecho de autodeterminaci¨®n, de tal manera que la ruptura en el Ayuntamiento de Barcelona con los socialistas predispone la pol¨ªtica de alianzas de 21 de diciembre.
Ninguna manera mejor que inculcarlas que la soluci¨®n de una mel¨¦ donde la democracia queda desfigurada en una suerte de reuni¨®n de vecinos. Ha sido una consulta de baja participaci¨®n -3.800 votantes entre 10.000 inscritos- y resuelta con m¨¢s apreturas de las que imaginaba Colau (el 54% ha optado por la ruptura con el PSC), pero ilustrativa del sacrificio con temporizador que amenaza las opciones de Miquel Iceta.
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