Hu¨¦rfanos de los consejos de Mary
Las palabras de Mar¨ªa del Pilar Rodr¨ªguez Ortellado son lo que m¨¢s a?oran de ella sus seres queridos
Mar¨ªa del Pilar Rodr¨ªguez Ortellado ya no podr¨¢ llamar a su hijo para saber c¨®mo va el embarazo de su nuera y darle consejos. Sus amigas tampoco podr¨¢n escuchar m¨¢s sus palabras de sosiego. Son estas y su cari?o lo que m¨¢s a?oran de ella sus seres queridos. Mary, como la conoc¨ªan, es la v¨ªctima por violencia machista n¨²mero 42, la s¨¦ptima asesinada en Almer¨ªa. A esta mujer originaria de Edelira, Paraguay, la estrangul¨® su marido, Ren¨¦ P¨¢ramo, el pasado 22 de octubre. Ambos, de 38 a?os, ten¨ªan una hija en com¨²n de siete. Tras su asesinato, solo queda el silencio para los suyos.
¡°Le cuento mis cosas, ella las suyas¡±. A¨ªda ?lvarez habla de su amiga en presente, como si todav¨ªa estuviese aqu¨ª. Ellas se conocieron hace m¨¢s de 25 a?os jugando voleibol ¨Cafici¨®n que Mary segu¨ªa teniendo¨C en Lambar¨¦, Paraguay. Ambas dejaron su pa¨ªs para irse a Espa?a, incluso vivieron juntas un tiempo en Valencia. Pero hac¨ªa tres a?os que no se ve¨ªan. Pese a la distancia, las amigas hablaban frecuentemente por tel¨¦fono, el 12 de octubre ?lvarez hab¨ªa felicitado a Mary por su cumplea?os.
La alegr¨ªa que irradiaba Mary es otra de las cosas que m¨¢s extra?a ?lvarez, ¡°Yo me ahogo en un vaso de agua. Ella era optimista, alegre¡±. ¡°La primera impresi¨®n que te da es que tiene buen fondo. Es transparente, es directa¡±, a?ade. Ella era de las pocas personas que sab¨ªa que Mary quer¨ªa separarse desde hace cuatro a?os y que ¨¦l amenazaba con suicidarse. ¡°Esta vez es la definitiva¡±, fue lo que le dijo 15 d¨ªas antes de ser asesinada. ¡°A ver si es verdad ahora Mary¡±, le respond¨ªa entonces su amiga, recordando ahora con tristeza esas charlas.
Adem¨¢s de alegre, Mary era muy trabajadora, tanto que por eso abandon¨® su pa¨ªs y se fue a buscar un mejor futuro en Espa?a. ¡°Trabaja como un burro para salir adelante¡±, asegura ?lvarez. Antes de llegar al pa¨ªs, trabaj¨® como taxista. Desde hace casi cuatro a?os cuidaba a una se?ora mayor y antes trabaj¨® como dependienta en un supermercado.
A su alegre personalidad y ¨¢nimo trabajador, se sumaba su fuerte car¨¢cter, no era susceptible a chantajes, "Ella no es de esas personas que se dejan maltratar, tiene car¨¢cter, no se queda callada¡±, la describe ?lvarez. ¡°Si dice que no, es no¡±, corrobora Milva Serv¨ªn, otra amiga paraguaya.
Serv¨ªn fue una de las ¨²ltimas personas que vio a Mary antes de ser asesinada por su marido. Se hab¨ªan conocido cuatro a?os antes en Vera (Almer¨ªa). Para Serv¨ªn, el vac¨ªo que Mary ha dejado en su vida, m¨¢s que el de una amiga, es el de una hermana. ¡°Me encari?¨¦ tanto con ella este ¨²ltimo tiempo¡±, dice Serv¨ªn con la voz entrecortada por el llanto. Juntas pasaron recientemente un mes lleno de ilusiones y de planes, compartiendo tardes de risas y de juego.
Fue a ella a quien el asesino llam¨® tras estrangular a Mary y antes de ahorcarse en el domicilio de ella. ¡°He matado a mi mujer¡± le dijo fr¨ªamente. ¡°Vengan a recogerla, fueron buenos amigos. Adi¨®s para siempre¡±, dijo antes de colgar. P¨¢ramo nunca hab¨ªa sido denunciado por malos tratos. El d¨ªa anterior Mary le cont¨® a Serv¨ªn que su esposo hab¨ªa decidido mudarse a Madrid. D¨ªas antes, el jueves, le confes¨® que se quer¨ªa separar de ¨¦l y, que cuando ella se lo anunci¨®, ¨¦l se hab¨ªa desmayado.
Su hermana Lourdes Rodr¨ªguez sigue sin entender c¨®mo le pudo pasar eso a su hermana mayor, su consejera, la que le dec¨ªa que no se dejara maltratar por ning¨²n hombre. ¡°Eso es lo extra?o, siempre me aconsejaba y me dec¨ªa que era feliz con su esposo y con su hija¡±, comenta con sorpresa la joven de 22 a?os que reside en Asunci¨®n. Hace 10 a?os fue la ¨²ltima vez que se vieron, cuando Mary se fue a Espa?a a probar suerte. Pero la distancia no era ning¨²n obst¨¢culo para que pudiesen seguir hablando. La ¨²ltima vez que lo hicieron fue cinco d¨ªas antes de su muerte.
?A William Totti le pesa el vac¨ªo que la ausencia de las advertencias de su madre ha dejado en su vida. El joven de 21 a?os reside en la casa que su madre les dej¨® a ¨¦l y a su hermano como herencia en Asunci¨®n, Paraguay. Pese a que llevaban una d¨¦cada sin verse hablaban casi todos los d¨ªas. Mary estaba m¨¢s pendiente que nadie del embarazo de su nuera que dio a luz este martes, un mes despu¨¦s de su asesinato. ¡°Ella quer¨ªa nena y sali¨® nene¡± recuerda su hijo con una mezcla de sentimientos, contento de ser padre y triste por quedarse hu¨¦rfano de madre. La felicidad de Mary por ser abuela fue suspendida para siempre. Ella ya no podr¨¢ conocer a su nieto Miguel ?ngel, ya no sabr¨¢ lo que se siente ser abuela, ya no podr¨¢ ver crecer a sus tres hijos.
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