?La clave del 21D? Estos datos dicen que ser¨¢ la abstenci¨®n

La clave de las pr¨®ximas elecciones en Catalu?a van a ser las personas que no votan. Al menos eso parece. De la abstenci¨®n depende que los independentistas puedan gobernar solos o que sea imprescindible negociar otro gobierno. La raz¨®n es f¨¢cil de explicar: como no hay transferencias de votos entre los partidos a favor y en contra de la independencia, el resultado cambia si un bloque vota masivamente. Estas elecciones pueden decidirlas los movilizados. Las personas que no suelen votar y que ahora lo har¨¢n. O al rev¨¦s: los votantes que al final se queden en casa.

La tabla anterior es la clave de esta l¨®gica. All¨ª se distribuye a todos los catalanes seg¨²n su intenci¨®n de voto actual y su voto de 2015, agrupando los partidos independentistas (ERC, JxCat, CUP y JxS¨ª) y no independentistas (Cs, PP, PSC y otros). Son datos del ¨²ltimo sondeo de Metroscopia.

Lo primero a destacar es que el grueso de los votantes catalanes pertenece a un bloque. El 28% son personas que votaron independentista en 2015 y tiene pensado repetir. Ah¨ª deber¨ªamos sumar otro 8% que vot¨® independentista y ahora duda, pero que en general acabar¨¢ repitiendo. En el otro extremo los resultados son parecidos. Un 25% de los catalanes son personas que votaron no independentista y repetir¨¢n. Y a eso sumar¨ªamos otro 7% de votantes probables.

Pero la clave de la tabla son las casillas cruzadas: ah¨ª se ve que los bloques no se intercambian votantes. ?Cu¨¢ntos catalanes votaron independentista en 2015 y ahora votar¨¢n lo contrario? Un 1%. Y el flujo en sentido inverso es igual de peque?o. La polarizaci¨®n es tremenda. Desde septiembre han pasado muchas cosas en Catalu?a, pero no han convencido a casi nadie para saltar de bloque.

Los votantes de Podemos s¨ª se mueven, aunque esas fugas probablemente no ser¨¢n?decisivas.?Se producen en dos direcciones y no cambian el equilibrio entre bloques. Un 0,8% del censo catal¨¢n son personas que votaron a Podemos y ahora votar¨¢n independentista. Pero hay tambi¨¦n un 1,1% que les vot¨® y ahora elegir¨¢ un partido del otro bloque. Podemos y comunes?parece que perder¨¢n votantes, aunque personalmente tengo dudas de que sean tantos como sugieren los sondeos.

?D¨®nde hay votos que puedan cambiar el equilibrio? En la abstenci¨®n. Un 23% de los catalanes no vot¨® en 2015. En ese grupo hay un 4% del censo que dice que ahora votar¨ªa independentista y otro 5% que lo har¨ªa por PP, Ciudadanos o PSC. La activaci¨®n de esos dos grupos es, por tanto, fundamental para decantar las elecciones. Igual que lo ser¨¢ mantener activadas a las personas que s¨ª votaron en 2015. La mayor¨ªa de ellas asegura que volver¨¢ a votar¡­ pero quiz¨¢s no lo hagan.

Qu¨¦ podemos esperar de la participaci¨®n

Predecir qui¨¦n ir¨¢ a votar es muy complicado. Por eso unas elecciones son doblemente inciertas cuando su resultado depende de la abstenci¨®n. El problema es que la abstenci¨®n ni se declara ni se anticipa. Mucha gente cree sinceramente que votar¨¢ y luego no lo hace. Les surgen otros planes, se acuestan tarde o no se deciden por ning¨²n candidato. Y no sirve de mucho preguntarles antes, porque las personas exageran y dicen que votar¨¢n seguro. Votar est¨¢ bien visto.

Dicho esto, ?qu¨¦ sabemos de momento sobre la participaci¨®n el d¨ªa 21? Sabemos que tradicionalmente en Catalu?a las personas que no votan son menos nacionalistas. Tambi¨¦n sabemos que en 2015 hubo una gran movilizaci¨®n ¡ªy se bati¨® el r¨¦cord de participaci¨®n en unas auton¨®micas¡ª, aunque fue probablemente superior entre los independentistas.

Ahora algunas se?ales sugieren que los no independentistas tambi¨¦n est¨¢n muy movilizados. Seg¨²n Metroscopia, el 91% de las personas que tienen intenci¨®n de votar por Ciudadanos dice que est¨¢ "totalmente seguro" de ir a votar. Tambi¨¦n est¨¢n muy decididos los votantes del JxCat y ERC, e incluso los del PP. Solo los comunes?y la CUP tienen votantes poco motivados.

Los datos del sondeo de Gesop para el Peri¨®dico sugieren lo mismo. En 2015 apenas un 26% de los votantes no independentistas pensaba que las elecciones eran muy importantes; ahora lo creen el 66%. Tambi¨¦n se ha igualado la seguridad con que unos y otros (dicen que) ir¨¢n a votar. En 2015 el porcentaje de independentistas seguros de votar superaba en 23 puntos al de no independentistas, pero esa brecha se ha reducido a 10 puntos.?

Creo que muchas encuestadoras est¨¢n asumiendo en sus cocinas que los independentistas tendr¨¢n menos ventaja en cuanto a movilizaci¨®n. Pronostican que habr¨¢ nuevos votantes unionistas (que se abstuvieron en 2015) o que algunos independentistas podr¨ªan quedarse en casa. Las diferencias no tienen que ser grandes para ser determinantes. Basta mover al 1% o 2% del censo para cambiar las mayor¨ªas posibles en el pr¨®ximo parlamento catal¨¢n.

La hip¨®tesis anterior es razonable, pero yo soy cauto con ella por tres motivos. El primero es que no hay se?ales de desmovilizaci¨®n entre los independentistas. En los datos que acabamos de ver, s¨®lo los votantes de la CUP parecen algo desactivados. El segundo es que las encuestas podr¨ªan estar generalizando la opini¨®n de los unionistas m¨¢s activos. Desde octubre una parte del electorado no independentista se ha movilizado. Lo vimos en forma de manifestaciones. Esas personas seguro que contestan encuestas y dicen que est¨¢n decididas a votar, ?pero representan al resto de no independentistas? No podemos estar seguros. El tercer motivo de cautela lo mencion¨¦ al principio: predecir la participaci¨®n es complicado. Los pron¨®sticos fallan con frecuencia, como pas¨® por ejemplo en las generales de 2016. Entonces se esperaba que los votantes de Unidos Podemos votasen masivamente, tal y como dec¨ªan que har¨ªan, pero al final muchos se quedaron en casa.